trece

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—¿Cómo te fue hoy? —Preguntó DoYoung abrochándose el cinturón de seguridad.

—Bien, ¿cómo te fue a ti?

—Igual que siempre; muy agotador.

—¿Mis tíos ya están en la casa? —Pregunté mirando la pista.

—No... ¿Qué quieres para comer?

Japche. —Respondí con entusiasmo; era mi platillo favorito.

—Me parece bien. —DoYoung estacionó el automóvil, segundos después bajamos de este y entramos a la casa.

—¿Quién es la mejor perrita del mundo? —Le dije a Pinky cuando corrió hacia nosotros emocionada. Ella sólo movía su colita de un lado a otro. —Vamos Pinky, tu tío DoYoung hará la comida. —Mi primo rió cuando le dije "tío"; yo trataba a Pinky como si fuese mi hija perruna.
Cargué a mi "hija" y la llevé a mi habitación.
Mientras DoYoung hacía la comida, yo haría mi tarea, que era bastante.

Encendí mi computadora para buscar información sobre un tema para exponer y mientras cargaban las aplicaciones mi celular sonó. Era un mensaje.

Jeno😀

Hola, Ley ❤
3:46

¿Por qué me mandó un corazón si tiene novia?

Hola👋
3:48 ✔✔

Jeno😀

Qué haces?? ♡
3:48

La tarea, tú ya la hiciste?
3:49 ✔✔

Jeno😀

Había tarea? 😮
3:49

Sí, quisiera que no, pero sí hay :(
3:50 ✔✔

Tengo que hacer mi tarea, luego hablamos, adiós

3:50 ✔✔

Cuando Jeno me dejó en "visto" con intención de no contestar bloqueé mi teléfono y me dispuse a hacer mis tareas.

Cuarenta minutos después la comida estaba lista.

—¡Ley! Ya puedes bajar a comer. —Gritó mi primo y dejé de hacer mi tarea, me lavé las manos, fui al comedor y me senté a comer.

—Te quedó delicioso. —Comenté cuando me comí toda la comida servida en mi plato.

—Gracias. —Respondió sonriendo.

Me levanté y fui a la cocina para lavar mi plato y mi vaso. —Oye... —Terminé de lavar y fui hacia DoYoung.

—¿Qué pasa?

—En un rato saldré, EunByul estará desocupada así que aprovecharemos para ir al cine.

—Al fin, después de dos meses salen como la pareja que son. —Reí.

—Tienes razón. —Sonrió. —Te quedarás un par de horas sola, ya sabes que no debes abrirle a nadie, ¿okay? Si pasa algo, llamas a mis papás o a mí. Tampoco puedes salir de la casa.

—Entendí a la perfección, iré a terminar mi tarea. —Contesté y subí a mi habitación, Pinky yacía dormida en mi cama.

—Quisiera ser tú para no tener obligaciones. —Le dije en voz baja; no quería despertarla.

Suspiré y continué haciendo mis deberes.

💮💮💮

—Ya me voy. Si ocurre algo...

—Sí sé que hacer, puedes ir a tu cita con EunByul tranquilo. —Reí al notarlo nervioso.

—¿Me veo bien? —Preguntó dando una vuelta.

—Yo diría increíble. —Reí levemente.

—Gracias. Se me hace tarde, nos vemos al rato.

Oí la puerta principal cerrarse y luego las llantas del automóvil; DoYoung ya se había ido.

Como no tenía nada que hacer puse música relajante en la computadora mientras leía un libro.

Iba a cambiar de página cuando el timbre sonó.

Me asomé por mi ventana para ver si había un auto, pero no había nada.

—Sabes que no debes abrir la puerta, Kim Leyla. —Me repetía mi subconsciente cada vez que me acercaba más a la puerta.

Pinky empezó a ladrar y a arañar la puerta.

—Mis tíos me regañarán si ven tus rasguños en la puerta. —Susurré cargando sigilosamente a Pinky por qué no quería que la persona se diera cuenta de que había alguien en casa.

—¿Leyla? —Preguntó una voz conocida, exactamente la de Jeno. —Sé que estás ahí.

Sé que no era correcto, pero, ¿qué cosas malas podrían pasar?

—Hola. —Me hice a un lado para que Jeno pasara. —No me lo tomes a mal, pero, ¿qué haces aquí?

—Te mandé un mensaje, pero no contestaste...

—Oh, perdón. La tarea me mantuvo ocupada. ¿Quieres algo de tomar?

—Estoy bien, gracias. —Dijo y asentí sentándome a un lado de él.

—Jeno...

—¿Si?

—Eres mi amigo, tienes novia y... No se me hace adecuado que me envíes emojis de corazones. —Murmuré incómoda.

—Gaeul ya no es mi novia. —Murmuró acercándose a mí.

Tomó mí cintura y me atrajo hacia él. El espacio entre los dos cada vez era más corto hasta que sus labios estaban sobre los míos, mordió mi labio inferior haciendo que volviese a la realidad. Esto estaba mal.

—Je- —El castaño me interrumpió besando y mordiendo mi cuello, por lo que solté un quejido. —¡No quiero hacer esto! —Exclamé y me puse de pie, cargué a Pinky, que hace un momento estaba en el sofá de alado durmiendo. —Vete. —Lo miré fijamente.

—Ley-

—¡Nada, sólo vete! —Abrí la puerta y Jeno salió de la casa.

Cerré con llave la puerta y subí a mi cuarto con Pinky en mis manos.

Dejé a Pinky en su cama ypreparé una ducha.

my dream ; jenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora