epílogo

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—Él estaba a tan sólo unas cuadras de tu casa, Leyla.

—P-pero... —Bajé mi vista hacia el blanco piso de aquél hospital.

Estaba confundida, aturdida y estresada.

¿Cómo llegaste a un lugar tan frío como este, Lee JaeNo?

Revolví mi cabello desesperada por alguna noticia sobre mi ex novio.

Tal vez sea un poco patético, pero de verdad le demostré mi amor.

Soy una tonta enamorada.

Jeno PDV .

—¡Claro que no fue intencional! —miré desesperado a JaeMin.

—A Leyla le pareció lo contrario. —Rió y señaló mi mejilla enrojecida.

—Ja-ja qué chiste tan gracioso. —Murmuré y seguí poniendo hielo en mi mejilla.

Poco tiempo después el timbre sonó.

—¿Esperabas a alguien? —JaeMin me miró confundido.

—No.

—Iré a ver quién es. —Asentí y luego escuché la puerta de mi departamento abrirse. —¿Qué haces aquí?¡RenJun!

—Al menos me había enterado de quién se trataba.

Dejé la Bolsa con hielos en el lava-trastes y fui a la sala.

—¡Maldito hijo de perra! —En cuanto RenJun me vio, se abalanzó sobre mí; tirando en mi rostro varios golpes.

—¡Basta RenJun! —JaeMin trataba de quitármelo de encima, pero bastó un golpe de Hwang para que cayera de espaldas contra el piso.

RenJun estaba muy enojado.

—Lo que hiciste fue poco hombre. Imbécil. ¿Qué, no te vas a defender con la poca hombría que te queda?

RenJun agarró por ambos lados la camisa de Jeno, haciendo que este levantara su torso del piso para luego dejarlo caer bruscamente.

—¿Ya terminaste? —Preguntó Jeno cuando vio más tranquilo a Hwang.

—Si por mi fuera; ya hubiese cavado tu tumba, pero honestamente no quiero ir a prisión por un imbécil cómo tú.

—Vámonos Ren. —Murmuró JaeMin, pero RenJun negó.

—Vine por una explicación lógica. Aunque lo que hizo JaeNo no tiene justificación, —RenJun me miró y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. —soy todo oídos.

🔹🔸🔹

—No te voy a ofrecer disculpas. —Admitió RenJun después de haber escuchado la historia.

Reí.

—Tranquilo, no quiero tus disculpas. Además, los golpes me los merecía.

—SangMi está chiflada. —JaeMin hizo una mueca.

—Lo hice únicamente por el bien de Leyla. —Admití. Un suspiro salió de mí.

—Regálale una caja de chocolates amargos y un peluche del anime Totoro. Yuta y ella la han visto millones de veces y no se aburren. —Rió.

—Ella te gusta, ¿cierto?

RenJun suspiró y asintió.

—Tú le gustas mucho; no puedo hacer nada, desde hace mucho tiempo me rendí. Ella sólo me vé como su mejor amigo. Así que espero no lo arruines, JaeNo; por segunda vez.

—No te voy a decepcionar, ni a Leyla por segunda vez. —Respondí estresado.

¿Qué haría para deshacerme de SangMi?

—No sé qué sigues haciendo aquí. —Dijo RenJun levantándose del sofá. —Yo ya me voy. Cuídense.

Sin siquiera dejarnos despedirnos de él, RenJun salió de mi departamento.

—¿Vas a quedarte aquí?

—No, también me voy. Quedé en verme con DongHyuck.

Asentí y esperé a que JaeMin se fuera para cerrar con llave mi departamento.

🔹🔸🔹

El supermercado al que fui estaba a tan sólo seis cuadras de la casa de Leyla. Me di prisa en llegar; ya tenía sus chocolates favoritos y su peluche.

Apresuré mi paso, ahora me quedaban tres cuadras.

Sin darme cuenta pasé un peatón sin fijarme en qué color estaba el semáforo, por unos segundos agradecí que no hubiese coche alguno, pero eso no duró por mucho tiempo. Sólo recuerdo que algo me impactó fuertemente de lado y luego de eso supongo que quedé inconsciente.

Leyla PDV.

La familia de Jeno, algunos amigos de él y yo estábamos esperando noticias sobre su estado.

Habían pasado tres horas desde que lo habían internado.

Una hora más y el doctor salió de la habitación de Jeno.

—¿Mi hijo está bien? —Le cuestionó la señora Lee.

—Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance, pero el paciente estaba en un estado demasiado delicado y lamentablemente no resistió. Siento mucho su pérdida.

Mis piernas temblaron y luego sentí un golpe contra el piso. Me había desmayado.

—Despierta, YooSeon. —Sentí jalones en mi brazo derecho.

Lentamente fui abriendo mis ojos. Y vi a aquél hermoso hombre.

Segundos después me dolió mi cabeza.

—¡Agh! Mi cabeza me punzó. —Murmuré con mi voz ronca.

—Te voy a traer algo para desayunar y una pastilla para el dolor de cabeza. Ya vengo, amor —Jeno salió de la habitación y me reincorporé en la cama.

¿Todo había sido un extraño y muy loco sueño? Realmente estoy confundida.

La pregunta rondó en mi cabeza hasta que mi esposo regresó a la habitación.

—Cariño... —Jeno dejó los cubiertos en la bandeja y me miró sonriente.

—¿Qué pasa?

—¿Conoces a una tal Leyla? —Pregunté y él negó, —¿cuánto tiempo dormí? ¿Dónde está DoYoung? Mis papás están vivos, ¿cierto?

—Doce horas; ayer llegaste muy cansada del trabajo. DoYoung está en la empresa y tus padres están vivos. —Me volteó a ver confundido.

—¿YoungMi y EunMi están bien?

—No las veo muy seguido, son tus amigas...

—¿No pasó ningún accidente con ningún ser querido mío?

—No, todos estamos bien —sonrió confundido.

—Ah... Ya veo. Al parecer tuve un sueño demasiado extraño.

Le resté importancia a aquél sueño porque sólo había sido... Un mal sueño.


my dream ; jenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora