ocho

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Caminaba por los pasillos de la escuela, algo extraño que pasaba era que no había nadie en ningún salón a pesar que la hora de entrada era a las seis cincuenta y en estos momentos eran las siete y treinta.

Decidí recorrer la preparatoria para ver si aparte de mí había alguien más.

Llegué a la cancha trasera y observé a mis amigos. Cuando estuve tranquila de que no era la única que estaba ahí, me acerqué a ellos.

—¿Por qué no están en el salón? —Pregunté confundida.

—Nos dieron clase libre. —Sonrió DongHyuck.

—Ah... —Contesté analizando su respuesta; nunca nos habían dado una clase libre.

Me senté en una banca, mirando a mis amigos jugar basquetbol.

Minutos más tarde comencé a aburrirme y me puse de pie.

Analicé a cada uno de los alumnos que estaban en la cancha. Al terminar decidí irme de ahí.

—¡Leyla! —Escuché mi nombre y giré para saludar.

—Hola Jeno. —Sonreí.

—¿Estás aburrida?

—Sí. —Reí levemente.

—Ven conmigo. —Me estiró su mano y sin dudar mucho la tomé.

[...]

—¿Qué hacemos aquí? —Pregunté al ver que Jeno se sentaba debajo de un árbol.

—¿No te gusta? —Preguntó mirándome directamente a los ojos.

Un escalofrío pasó por todo mi cuerpo.

—No es eso... —Hice una pausa para sentarme a un lado de él. —Me agrada este lugar; es muy tranquilo y fresco. —Sonreí mirando el cielo.

—Leyla...

—¿Si?

Miré a Jeno, quien se había sentado enfrente de mí.

—Me gustas.

—Ahm... Jeno-

Sus labios sobre los míos impidieron terminar la oración.

Cerré los ojos, mientras correspondía al beso.

Al separarnos por falta de oxígeno abrí mis ojos.

—¡RenJun! —Mis ojos se abrieron como plato al ver al antes nombrado en el lugar donde hace unos momentos estaba Jeno.

—Leyla, despierta. —Oí la voz de DoYoung.

—¿Qué...? —Pregunté al ver que todo había sido un sueño, uno muy extraño.

—Estabas hablando en tu sueño y luego gritaste "RenJun". ¿Está todo bien con él y Jeno? —Preguntó mirándome preocupado.

—Sí... Sólo fue un sueño.

—En ese caso, está bien. Todavía falta tiempo para que te levantes y vayas a la escuela, trata de dormir más.

—Sí y siento haberte despertado. —Sonreí avergonzada.

—No te preocupes. —Sonrió y luego salió de mi habitación, cerrando la puerta detrás de él.

🌜🌛

—Estoy muy enojada contigo, Young. —Dijo EunMi en un intento fallido de sonar atemorizante.

—Lo siento, de verdad, pero el viernes para el sábado mi gripe empeoró.

—¿Ya te sientes mejor? —Pregunté dejando mi mochila en el pupitre.

—Ya. Hoy amanecí sin rastro de gripe.

—Me alegro. —Dijo sonriente EunMi.

—Tomen asiento y abran su libro de Física.

—Sí, profesor. —Dijimos al unísono.



☔☔☔

—Estoy aburrida. —Comentó EunMi dejando de jugar con su collar.

—No somos payasos, EunMi. ¿Okay? —Contestó DongHyuck cansado de lo impaciente que podía llegar a ser su amiga.

—Podemos jugar con la botella... —Murmuró en un puchero.

Todos los presentes en la mesa dirigieron sus miradas a EunMi.

—¿En serio? —Preguntó RenJun alzando una ceja.

—Sólo si ustedes quieren. —EunMi bajó la cabeza y sus amigos se miraron entre ellos; a nadie le gustaba ver que un amigo o amiga estuviese triste. Asintieron y después de segundos en silencio, YoungMi habló.

—Está bien. —Sonrió para transmitirle confianza a Eun.

—Jugaremos contigo. —Dijo JaeMin, ella alzó la vista con una sonrisa grande.

—Gracias. —Sonrió como niña pequeña.

Todos asintieron.

—Yo giro la botella. —EunMi hizo lo dicho.

—¿Verdad o reto? —DongHyuck le preguntó a YoungMi.

—Reto. —Sonrió.

—Te reto a que llames a Yuta y le digas que lo amas. —Rio victorioso.

YoungMi suspiro y sacó su celular, empezó a marcar dígitos en él y segundos después Yuta contestó.

Para que todos pudiésemos escuchar puso en altavoz la llamada.

—Hola YoungMi, ¿pasa algo? —preguntó con preocupación.

—No, no pasa nada. Te quiero decir a-algo... —Young tragó grueso.

—Claro, dime.

—Te amo. —YoungMi enseguida de haber dicho eso se sonrojo tanto que parecía un tomate.

Nadie se contuvo y comenzaron a reír.

—Gracias, también te amo. ¡Les mando saludos, chicos! —Yuta rió y luego de que YoungMi se disculpara colgó.

—¡Siguiente! —Gritó Eun emocionada.

—¿Verdad o reto? —Preguntó JaeMin.

—Reto. —Contestó Jeno.

—Besa a cualquier persona que este sentado aquí... Seré cruel; tendrás que besar en los labios. —Rió JaeMin.

Jeno se paró de su lugar y se dirigió hasta estar a un lado de mí. Me giró despacio hasta quedar en frente de él. Fue acercándose lentamente hasta que sus labios estaban sobre los míos.

El beso no duró por mucho y una parte de mí agradecía por eso; no quería incomodar a nadie.

EunMi giró la botella.

—¿Verdad o reto? —Me preguntó RenJun.

—Verdad. —Respondí.

—¿Has visto a alguien que esté sentado en esta mesa como algo más que amigos?

my dream ; jenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora