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—¿Lee Jeno? ¿Irá en nuestro salón? La mayoría de niñas se mueren por ser novias de él. —Mi amiga YoungMi se emocionó por la noticia que le había dado.

—Controla tus hormonas. —Reí.

—¿A ti no te gusta? —Preguntó EunMi, otra amiga mía.

Las tres caminábamos rumbo a nuestro salón.

—No, es guapo, pero no me gusta.

—Ajá claro. En un rato voy al salón, tengo que hablar con Yuta de algo, adiós.

—Adiós. —YoungMi y yo nos despedimos de EunMi.

—¿Y RenJun? ¿Cómo van las cosas con él? —Me preguntó YoungMi dejando su mochila en su pupitre.

—No somos novios, simplemente somos amigos. —Rodeé mis ojos.

—Pero tú le gustas.

—Él no me lo ha dicho, ni siquiera me ha dirigido alguna palabra en tres semanas.

—¿Pero que sientes tú por él?

—Amor y cariño como amigos.

En ese momento RenJun entró al salón con DongHyuck y JaeMin.
Ni se percató de nuestra existencia.

—¿Y por qué no hablas con él? —susurró viendo como RenJun tomaba asiento.

—Siempre me evita. Mira. —Me paré de mi silla para dirigirme a los tres susodichos.

—¡Hola! —Sonreí amistosamente.

—Hola Leyla. —Sonrieron DongHyuck y JaeMin. RenJun ni se inmutó.

—Tengan un buen día chicos.

—Gracias, igual.

Caminé a mi pupitre y me senté mirando a YoungMi.

—Tienes razón. —Comentó mi amiga mirando a los chicos.

Pasaron diez minutos para que el profesor llegara y diera su clase.

—Chicos, tendrán un nuevo compañero de clases, Lee Jeno de ahora en adelante estará en este salón.

Jeno hizo una reverencia y escogió el lugar vacío que estaba a un lado mío para sentarse.

—Hola. —Dije en tono bajo para que el profesor no escuchara.

—Hola, Leyla. —Sonrió y sacó de su mochila el cuaderno de física para comenzar a trabajar.

💮💮💮

La hora del descanso había llegado.

YoungMi, EunMi y ahora Jeno me acompañaban a comprar mi almuerzo.

—¡Jeno! —Se escuchó una voz femenina y en un rato la dueña de esa voz estaba a un lado de nosotros.

—Oh, cariño. —Contestó el más alto.

Las caras de mis dos únicas amigas estaban para hacer un meme, lástima que no traía mi celular.

—Las veo luego. —Y desapareció por los pasillos de la cafetería con la desconocida.

—Ya está ocupado —Suspiró Eun.

—Nos conseguiremos otro Eun, ya verás. —Sonrió YoungMi.

—Están locas. —Reí y mi turno para comprar había llegado.

—¿Comemos con los chicos? —Preguntó YoungMi una vez teniendo nuestra comida.

—Sí. —Respondimos Eun y yo.

Las tres caminamos hacia ellos.

—Hola, ¿cómo les va? —Preguntó carismática YoungMi.

—¿Y Lee? ¿Por qué no se van con su nuevo amiguito? —RenJun me habló por primera vez en tres semanas mirándome fijamente.

—¿Puedes dejar tus celos? Él es mi amigo al igual que todos en esta mesa.

—Oigan, no peleen por favor. — Dijo JaeMin haciendo una mueca de disgusto.

—Tranquilos, pelear con RenJun es lo último que quiero.

Todos empezaron a comer en silencio, hasta que DongHyuck rompió este con uno de sus chistes.

[•••]

—No se olviden de hacer la tarea, jóvenes, ya se pueden retirar.

Guardé con tranquilidad mis cosas y esperé a mis amigas.

Nos despedimos de nuestros amigos y salimos de la preparatoria.

Al salir las tres tomamos rumbos diferentes. Nuestras casas estaban un poco alejadas la una de la otra.

Le envié un mensaje a mi madre diciéndole que ya había salido de la escuela.

Me coloqué mis audífonos y puse mi música aleatoria. Empecé a caminar hacia la estación de autobuses.

Sentí como alguien tocaba mi hombro, quité mis audífonos y apresuré mi paso.

—¡Leyla! Soy DoYoung.

Fruncí mi ceño y miré hacia atrás, ahí estaba mi primo. DoYoung caminó hacia mí.

—Mi tía me pidió de favor que pasara por ti.

—Tengo dieciocho.

—Hay mujeres de la tercera edad y aun así las secuestran. —Rodó sus ojos.

—Bueno, tienes razón. ¿Cómo va la Universidad?

—Bien, aunque son muchos trabajos.

—Me imagino.

—JaeHyun te envía saludos.

—Cuando lo veas dile de mi parte que lo extraño y que me visite seguido, no lo he visto en dos años.

DoYoung pidió un taxi. Llegamos a mi casa.

—¿Tienes hambre? —Preguntó mirando los ingredientes para cocinar.

—Hay pizza por si quieres. —Dije subiendo las escaleras rumbo a mi habitación.

—Okay. Gracias por el dato.

Me cambié de ropa y bajé por un plato de pizza. Cuando terminé de comer empecé a hacer mi tarea.

Dieron las siete de la noche y mis padres no llegaban a casa.

—DoYoung...

—Lo sé, ya tardaron en llegar. Les llamaré.

—¿Bueno? ¿Usted es familiar de los señores Kim?

—Sí, ¿qué pasa? —Preguntó mi primo viendo hacia un punto fijo.

—Siento decirle que los señores Kim han muerto en un accidente de coche. Necesitamos que vengan por sus cuerpos al hospital general de Seúl.

—Ahí estaremos, gracias señorita.

—¿Qué dijeron? ¿Ya vienen?

—Murieron en un accidente, prima.

—¿Es un chiste? DoYoung no me da gra-

—No lo es... Lo siento —se acercó a mí y me abrazó.

Sentí como mi mundo se venía abajo. Las lágrimas no tardaron en aparecer en las mejillas de ambos.

my dream ; jenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora