diez

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Oppa! ¿Cuándo volveremos a salir? —Miré sorprendida aquélla escena que presenciaban mis ojos. Eunji y YoungMi estaban igual que yo.

—¿Jeno tiene novia? —Preguntó YoungMi abriendo sus ojos completamente.

—No creo que los amigos se tomen de la mano... —Contestó Eunji.

—¡Se besaron! —Gritó YoungMi olvidando que ellos estaban a menos de cien metros de distancia.

—Cállate, Young. —Reclamó Eunji cuando Jeno y su acompañante comenzaron a caminar en dirección contaría de las tres amigas, no las debieron de haber escuchado.

—Perdón, a veces soy Dori. —Murmuró YoungMi.

—Como si no me hubiera dado cuenta. —Contestó Eun molesta.

—Dejando su pelea atrás; ¿por qué estamos aquí? —Pregunté mirando el parque más transitado en nuestra ciudad, había mucha gente pasando. —¿No veníamos a comer?

—Sí, pero no contábamos con encontrarnos a JaeNo.

—Yo que pensaba que ustedes terminarían juntos. —YoungMi me miró sonriendo.

—¿Qué cosas estás diciendo Kim YoungMi? —Pregunté, pues a JaeNo sólo lo veía como un amigo más.

—No me hagas caso. —Murmuró y caminó hasta el restaurante a donde siempre íbamos.

Eunji y yo seguimos su paso mientras charlábamos.

[...]

—Leyla, los señores Lee y su hijo nos visitarán en menos de una hora. Tu tío quiere hablar con ellos sobre la empresa—Mi tía salió de mi habitación.

Me cambié de ropa, ya no traía mis jeans negros ni mi blusa color blanco. Ahora traía un vestido rosa pastel que me quedaba un poco más arriba de mis rodillas.

También cepillé mi cabello y lo arreglé, para esto ya había pasado media hora, cuando el timbre de la casa sonó escogí mis zapatillas y salí de mi habitación.

—¡Hola!, ¿cómo han estado? —Preguntó mi tía recibiendo a las visitas.

—Muy bien, gracias. ¿Y ustedes? —Preguntó la madre de Jeno.

—Igual, bien. La comida ya está lista.

—Qué bien, porqué ya tengo hambre. —Respondió el señor Lee.

Los padres de Jeno fueron al comedor junto a mis tíos, mientras servían los platos, Jeno y yo esperábamos en la sala.

—¿Cómo han estado tus vacaciones? —preguntó. Hace una semana habían empezado nuestras vacaciones de invierno y no había visto a la mayoría de mis amigos.

—Bien. No hay mucho que contar. —Sonreí. —¿Cómo han ido las tuyas? —Le devolví la pregunta; pues no tenía un tema de conversación.

—Muy bien.

—¡Leyla, Jeno, vengan a comer!

Los dos obedecieron y las dos familias empezaron a comer mientras platicaban de diversos temas.

☀☀☀

Cuando terminamos de cenar y fuimos a la sala de estar entre Jeno y yo ya no hubo ninguna charla; él se la pasaba en su celular, enviando mensajes a quién sabe quién y a veces sonreía o reía. Supongo que ha de estar hablando con su novia.

Si tan sólo DoYoung estuviese aquí, no estaría aburrida.

El ambiente se tornó aún más incómodo cuando Jeno hizo una llamada telefónica y alcanzaba a escuchar todo lo que ellos dos decían, disimuladamente hacía como que no escuchaba nada, al ver que la llamada tardaría, me puse de pie y fui hasta mi habitación.

—¡Leyla! Los señores Lee ya se van. —Gritó mi tío desde las escaleras.

Bajé al primer piso y me despedí de los padres de mi amigo, al parecer él ya se había ido, sus padres dijeron que tenía una cita con su novia.

Esa cita debe ser importante; ni siquiera se despidió de mí... O tal vez yo soy la que no le importa en lo absoluto.

Amigos así para que los quiero.

Los señores Lee se fueron y yo ayudé a mis tíos a recoger la cocina.

my dream ; jenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora