my dream ; jeno

nueve

—Puede que sí, puede que no. Tal vez. —Me encogí de hombros divertida de las expresiones de mis amigos.

—Tenías que responder con un "sí" o con un "no"; ¿qué es eso de "tal vez"? —YoungMi me miró alzando su entrecejo.

—RenJun sólo preguntó, no me dijo que respondiera con "sí" o "no". —Respondí burlona.

El juego terminó segundos después; el receso había terminado.

—Tengo que ir al baño. Acompáñame. —Dije a Eun.

—¿Por qué no fuiste antes? —Rodó sus ojos, pero luego negó. —Sí, te acompaño; también pasaré al baño y así perderé tiempo de la clase de matemáticas.

Las dos caminamos hasta el W. C.

Terminamos de hacer nuestras necesidades fisiológicas y lavamos nuestras manos.

—Leyla es una cualquiera.

—Juega con los sentimientos RenJun y JaeNo.

—Quisiera ser ella para tenerlos de pretendientes. —La última femenina salió de una cabina acompañada de la primera, las dos me miraron sorprendidas.

—¿Con qué soy una cualquiera, ¿eh? —Me crucé de brazos. —Según tú, —señalé a la primera chica. —¿qué he hecho para que me digas "cualquiera"?

—N-no...

—¿Qué es eso de que juego con los sentimientos de mis amigos? —Pregunté seria.

—Lo si-...

—Y yo no tengo a ninguno de ellos como pretendiente, ¿queda claro? Si realmente quisieras su atención no te comportes así. —Dije mirando a la tercera chica que apenas había salido.

—Lo sentimos de verdad. No volverá a pasar. —Hicieron reverencias repetidas veces.

—Espero que de verdad no vuelva a pasar. —EunMi jaló despacio de mi mano en dirección a la puerta. La soltó hasta que estuvimos fuera de los baños.

—Qué groseras son las personas hoy en día; me sorprendiste, ¿por qué no te molestaste?

—No quiero que mi día se arruine por niñas inmaduras. —Sonreí.

—Entiendo... Nos vemos luego. —Eun se despidió de mí y se fue en dirección contraria.

Caminé sola hasta mi salón; tenía clase de inglés y hace más de quince minutos había comenzado.

Abrí la puerta con inseguridad, sabía que me llamarían la atención.

—¿Por qué llega tan tarde? —Preguntó mi profesor.

—Lo siento, no pasará de nuevo. —Hice una reverencia y caminé avergonzada hasta mi asiento.

[...]

—Vaya, sí que tenemos mucha tarea. —YoungMi miró la pizarra llena de palabras y operaciones. —¿Qué harán en la tarde? —Preguntó recostando su cabeza en la mesa.

—La tarea. —Respondió RenJun en un bostezo.

—Lo mismo que RenJun. —Contestó JaeMin.

—¿Y tú Leyla?

—Llevaré a Pinky al veterinario y luego haré la tarea.

Pinky era mi Shitzu; mis padres me la habían regalado hace ya tres años.

—¿Por qué la pregunta? —Jeno preguntó apuntando las fracciones de matemáticas en su libreta.

—Sólo quería saber... Simple curiosidad. —Sonrió, haciendo que apareciesen sus hoyuelos.

—¡Ya nos podemos ir, al parecer no hay ningún profesor que pueda cubrir historia! —Gritó Seungi para todo el salón.

Mis amigos y yo recogimos todas nuestras cosas, salimos del Instituto y cada quien se fue a su casa.