PÁNICO

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Quien nos hizo esa foto, estaba aterrada me habían vuelto a seguir, "mierda mierda mierda"
pensé por dentro, si tan solo con quedar con él, el capullo de Bruno se había puesto así, si ve esto me mata. De verdad que no entendía que tenía ese hombre contra mí si nunca le había hecho nada. Me levanté de la cama, bajé las cortinas de todas las ventanas de mi habitación, y cerré la puerta con llave.

Cogí el móvil y le pregunte a esa persona que quien coño era, que porque me había seguido però la única respuesta que me dio fue un "estas acabada". Me asusté, me asusté muchísimo, que se suponía que debía hacer yo ahora. Decidí ir a hacer la tarea e intentar olvidarme de todo pero me era imposible intentaba concentrarme pero tenía la fotografía gravada en mí cabeza. Se me estaba haciendo imposible continuar con los deberes así que decidí coger el portátil y mirar
alguna serie que me ayudara a olvidar todo, aunque fuera por unos minutos. No lo conseguí, me levanté de la cama y bajé a la cocina a coger algo de comida, cuando llegué a la cocina mi padre estaba allí sentado en la mesa con un café y su móvil entre las manos, lo ignoré por completo y fui a la mía, cogí una magdalena y un zumo. Me dispuse a irme de nuevo hacia mi habitación pero la odiosa voz de mi padre me paró.


-¿Quién es ese tio?-dijo sin apartar su vista del móvil


-¿Perdona?- estaba confusa a quien se estaba refiriendo ahora este pesado. Mi padre se
levanto de la silla y se acercó hasta donde yo me encontraba

-¿Quién es este tio?- dijo de nuevo pero esta vez enseñándome la fotografía de Connor y yo besándonos, exactamente la misma fotografía. Estaba flipando en colores, que coño hacia mi
padre con esa fotografía, quien se la había enviado y para que

-Que más te da eso a ti, ¿ahora te interesas por mí?- dije cruzando los brazos

-Este es el hijo de un cabronazo que yo conozco – dijo con una mirada que daba miedo

-¿Y eso que tiene que ver?- dije cabreada

-Pues que te prohíbo que salgas con él, te prohíbo verle- dijo mirándome directamente a los ojos

-Vas tú claro si piensas que te voy a hacer caso –dije indignada, de que iba este, toda la
vida pasando de mi y ahora me viene con estas.

-Mira niñata asquerosa, soy tu padre y tú me obedeces y si te digo que no lo vas a ver más
es que no lo vas a ver más. ¿Me has entendido?- dijo con la cara roja de la
rabia y apretando el puño en la mano que no tenía el móvil

-Si tú no me has hecho caso en toda mi vida de verdad crees que yo ahora te voy a hacer caso a ti. Voy a hacer lo que yo quiera y cuando quiera imbécil- dicho esto me gire pero
él me agarró fuertemente del brazo

-Estúpida niñata, a mi no me vuelvas a insultar que...- le interrumpí.

-Que me dejes capull...- no acabé la frase porque mi padre me golpeo en la cara tirándome al
suelo – me quedé quieta en el suelo y con la mano me toque la zona afectada

-Yo mando y tú obedeces que te quede claro- dijo mirándome directamente

-Eres un puto animal – dije levantándome. Me fui corriendo a mi habitación, cuando llegué di un portazo y cerré con la llave. Qué santo asco de vida que me ha tocado, que le he hecho yo al mundo para que la gente me trate así. Decidí ponerme dentro de mi cama, el único lugar seguro al parecer y el que guardaba más secretos. Intenté dormirme pensando solo en las escasas cosas bonitas que hoy me habían pasado. Esa noche tuve más de tres pesadillas, la verdad es que perdí la cuenta, aunque todas acababan igual, alguien me deba la paliza de mi vida.

Me levanté con pereza y me fui a la ducha para intentar relajarme, tenía las manos con sudor frío y sabía perfectamente que era de los nervios. La ducha consiguió que me relajara un poco pero obviamente seguía tensa. Me vestí y cubrí mis horrorosas ojeras de no poder dormir, me vestí y bajé a desayunar, para mi suerte no estaba mi padre en la cocina así que tomé mi café y las magdalenas con algo de tranquilidad. Mis nervios e inquietud aumentaron cuando salí de casa y
estos solo se incrementaban a medida que me acercaba al instituto.

Entré en el instituto y pase desapercibida nadie me miraba y eso me daba una sensación de tranquilidad pero a la vez de intranquilidad al no saber cuándo vendrían esos tres. Me dirigí hacía mi clase y alguien puso el pie para que me cayera, y lo consiguió, yo iba tan metida en mis pensamientos que no lo vi y me comí el suelo, como no la gente se rió de mi. Me levanté y seguí mi  amino hasta clase, estaba todo muy tranquilo no entendía nada. Entré en clase y de los tres imbéciles solo había uno, Bruno, el peor de todos. No lo miré, simplemente me senté en mi
sitio y me dediqué a lo mío. Nadie me molesto en las tres primeras horas y me estaba poniendo aún más nerviosa, seguramente estaban esperando a la hora del recreo o algo.

El timbre sonó indicando la salida al recreo, cogí mi mochila y me fui rápido hasta mi árbol. Llegué y me senté apoyando toda mi espalda y cabeza en ese enorme tronco, cerré los ojos y respiré profundamente, abrí mi mochila para coger mi almuerzo y dentro de ella me encontré con la fotografía donde estábamos Connor y yo besándonos.

-¿Qué?- dije en un susurro mirando la foto y empezando a temblar. Miré a mi alrededor y no
había nadie, esto no lo tenía antes de llegar al instituto, quien coño me había puesto la foto ahí. Rompí la fotografía en pedazos muy pequeños y la tiré a una de las basuras que me quedaba más cerca. 

La hora del almuerzo se había terminado así que me levanté para ir de nuevo a clase, estaba
andando cuando alguien me cogió del brazo y me estampó contra la pared quedando yo de cara a él. Hice un gemido de dolor. 

-Me puedes explicar que significa esto zorra anoréxica- dijo Bruno con rabia y apretándome las
muñecas contra la pared.

-Para por favor me haces daño – dije casi llorando


-¿QUE SIGNIFICA ESTO? Desde cuando le gustas a los chicos si eres un asco-dijo despectivo

-Pues si soy un asco, que más te da si le gusto a un chico –esas palabras me salieron solas,
pero me arrepentí al instante de ellas. Me dio un puñetazo en el estómago haciendo que me doblegara. Él levantó mi cara para poder verme

-Como te vuelva a ver con ese niñato me las veré con él- dijo malicioso – pero por ahora me las
veré contigo

-No por favor- dije llorando

-Vamos sabes que tengo que hacerlo – dijo con una sonrisa de lado. Cerré los ojos preparándome para el puñetazo pero nunca llegó. Me besó con fuerza y yo lo aparté rápidamente mirándolo con pánico. – venga ya él puede y yo no, si eres un objeto que más te da eso a ti.- lo miré perpleja y sin saber qué hacer. Se lanzó hacia mi metiendo sus repugnantes manos por debajo de mi jersey, me solté de su agarré y le di una bofetada en la cara. Él se quedó quito, perplejo, la ira le subió a la cara ya que se le puso toda roja. Yo me quedé quieta al darme cuenta de lo que había hecho, lo miré con pánico y empecé a correr.




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Holaa chiquitos^^

Espero que les haya gustado mucho el capítulo :)

Ya sabéis que comentar y votar ayuda muchísimo

Un beso muy grande chiquitos^^

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