Me desperté en la habitación de Connor, eran las siete de la mañana y él todavía dormía. Me lo quedé mirando, su pecho subía y bajaba tranquilo, me transmitía tranquilidad. Decidí levantarme lentamente para no hacer ruido y me dirigí al baño donde hice mis necesidades y me cambié de ropa ya que había dormido con unos pantalones y un jersey que Connor me había dejado para poder estar más cómoda. Una vez cambiada baje al salón donde me encontré con su madre y su padre los cuales habían preparado el desayuno
-Buenos días Katy – dijeron los dos al unísono
-Quieres algo de desayunar – me ofreció su padre amablemente. Sonreí tímida
-¿Qué te apetece?- pregunto su madre – estoy haciendo una tortilla a la francesa, ¿quieres?
-Si no es molestia- dije sentándome en la mesa
-Claro que no –dijo su madre mientras acababa la tortilla y la ponía en un plato
-¿Cómo estás?- pregunto su padre mientras le daba un mordisco a su tostada
-Bien gracias
-¿Te duele la nariz?- dijo su madre mientras me daba el plato
-No ya no- dije en una sonrisa
Estuvimos hablando los tres hasta que el señorito se dignó a bajar con cara de sueño
-Buenos días– dijo su padre riendo y poniéndole un plato para que desayunara. Él contestó con un gruñido, seguía dormido. Sonreí ante su acto. Estuvimos los cuatro hablando de temas al azar un rato hasta que los dos tuvieron que irse al trabajo. Ellos se fueron y nos quedamos los dos solos acabando de desayunar tranquilamente ya que teníamos tiempo suficiente.
-¿Has dormido bien?– pregunto el acabando su desayuno
-Mucho - respondí levantándome para fregar los platos
-Deja eso- dijo él levándose rápidamente y cogiéndome el plato de la mano, no tuve tiempo ni a responder que ya estaba fregando él los dos platos. Acabamos de fregar los platos nos preparamos y nos dirigimos juntos hacia el instituto hasta al punto donde debíamos separarnos.
-Que te vaya muy bien el día- dijo él en una tierna sonrisa
- A ti también- respondí dándole un beso en los labios, él sonrió ante mi acto.
Llegué al instituto y aunque no me molesto en todo el día Bruno no me quitaba la mirada de encima, me estaba incomodando muchísimo, trataba de ignorarlo pero era imposible. La gente seguía mirándome mal por todo lo que paso ayer, de hecho pude ver el chico el cual pegué, con una especie de prótesis en la nariz, me miraba fatal, totalmente comprensible.
Una vez las clases se acabaron salí del instituto y me dirigí a mi casa pero en uno de los callejones por los cuales había de pasar para llegar Bruno me interceptó.
-Así que Connor es el chico – dijo rabioso. Me quedé quieta y completamente callada.- así que es él quien te pone, quien te gusta, no zorra- dijo intentando hacer todo el daño posible con sus palabras. Se acercó a mí con los puños cerrados – dime, ¿qué es lo que te gusta de él?, que sea bueno. Sinceramente creo que a ti lo que te gusta es más que te obliguen- continuó acercándose, me estaba asustando mucho así que empecé a echarme para atrás por si tenía que salir corriendo o algo. – ¿Me tienes miedo?- pregunto riéndose de lado. No sabía qué hacer, estaba muy nerviosa. Me cogió del brazo pero yo me solté rápidamente – ¿qué crees que estás haciendo?- dijo enfadándose aún más. – sabes, todo esto es un mierda, me pones mucho, y como se que a ti te gusta que te obliguen porque no lo probamos- dijo malicioso. Me quede de piedra y empecé a hiperventilar, me giré para salir corriendo de allí pero me cogió fuerte del brazo y de un movimiento me tiró en el portal de una casa que estaba en ruinas. Caí al suelo pero me levanté rápidamente, no fui lo suficientemente rápida ya que cuando estuve en pié ya lo tenía justo delante, me empujó contra una de las paredes y empezó a besarme. Mis lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, intentaba sacármelo de encima pero no tenía fuerzas, estaba muerta de miedo y este me paralizaba.
-Para por favor- conseguí decir. Al oírme tan solo se rió y siguió con su trabajo. Me estaba tocando todo el cuerpo y me estaban dando ganas de vomitar. Conseguí sacármelo de encima por unos momentos pero me empujo y caí de nuevo al suelo haciéndome una herida en la ceja la cual empezó a dejar un pequeño rio de sangre en mi cara
-¿Dónde crees que vas eh?- dijo riendo
-Pa-para por favor- dije llorando sin control. Ni caso, él estaba encima de mí y empezó a desabrochar mis pantalones y los suyos. A pesar de mis inútiles patadas consiguió sacarme tanto los pantalones como mi ropa interior. No había salida de allí así que simplemente cerré fuerte los ojos e intenté imaginarme el lugar donde desearía estar, recordé la tarde de ayer cuando estaba tranquilamente en el sofá con Connor, quería volver a ese momento, olvidarme de la situación que estaba viviendo. Noté como entro en mí de golpe haciéndome mucho daño, grité, nadie me oyó.
-Eso me pone aun más – dijo. Lloraba sin control. Y me estaban dando arcada cada vez que oía su respiración en mi oreja. No me estaba creyendo la situación, no sabía qué hacer, como reaccionar, como hacer que parara. Simplemente me quedé quieta, esperando a que él acabara, a lo mejor así no me hacia tanto daño, y toda la situación pasaría más deprisa. Mentira, me hico mucho daño y se me hico eterno.
Cuando acabó se levantó, me miró directamente a los ojos y dijo -Ves como no ha estado tan mal- dicho esto se rió y se fue dejándome allí tirada.
Me quedé en suelo, medio desnuda, mirando al techo sin ninguna expresión en mi cara, ningún sentimiento. No sentía nada, tenía la mente completamente en blanco. Era como estar muerta.
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Holaa chiquitos^^
Espero que les haya gustado mucho el capítulo :)
Ya sabéis que comentar y votar ayuda muchísimo
Un beso muy grande chiquitos^^
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Ayuda
Teen Fiction-Por favor...- dije llorando, no soportaba ya los golpes -CALLATE ANORÉXICA DE MIERDA- dijo dándome una patada en las costillas. -Para...- dije sin fuerzas ya no aguanto más todos los golpes, son demasiado fuertes. . . . -Mi...