Corría como si no hubiera un mañana, estaba muy asustada y nerviosa. Me había salido solo y es que no me esperaba nada de lo que había pasado y eso que había pensado en todas las cosas que me podía hacer por la foto pero en ningún momento pensé que sería capaz de intentar algo así conmigo. Seguí corriendo hasta que vi que había conseguido despistarlo, me metí en el portal de un bloque de edificios que no había visto nunca y me senté en el suelo dejando a mi lado la mochila e intentando regular mi pulso, hice varias respiraciones profundas para conseguirlo, una vez lo medio conseguí saqué un poco la cabeza para ver si estaba. No había nadie. Me acomodé en el suelo y cerré los ojos, empecé a llorar.
Estuve como unos cinco minutos llorando desconsoladamente hasta que decidí tranquilizarme de nuevo. Habían pasado como diez minutos desde que dejé de llorar, en ese momento decidí levantarme e irme a casa, donde podría estar más tranquila. Cuando ya estuve en pie miré a mí alrededor y no tenía ni idea de donde me encontraba, nunca había estado en esta parte de la ciudad y tampoco sabía muy bien por donde había venido. Cogí un camino al azar y estuve cinco minutos perdida hasta que vi la cafetería donde habíamos estado Connor y yo la última vez, sonreí tontamente al recordarlo, me dirigí hacia casa aún temblando por miedo a encontrarme con Bruno o algo. Cuando llegué cerré la puerta rápidamente y subí a mi habitación, como siempre me encerré en ella, dejé las cosas en el suelo y me eché en la cama.
De repente el timbré sonó alertándome, no me moví de mi habitación, pero escuché como alguien tocaba mi puerta, era Sara
-Cielo hay un chico que pregunta por ti- me tensé, podía ser que Bruno supiera donde vivo y fuera tan asqueroso de venir incluso a mi puta casa – creo que es el chico del otro día – dijo Sara al no escuchar respuesta por mi parte. "¿Connor?" pensé y de inmediato me vino la imagen de mi padre "mierda".
Abrí la puerta de mi habitación rapidamente y le di las gracias a Sara por avisarme, bajé corriendo las escaleras para echarlo, no podía estar él aquí.
-Hola preciosa- dijo con su dulce voz
-Connor, ¿qué haces aquí?- dije saliendo a la calle y cerrando la puerta detrás de mi
-Hoy no hemos hablado y tenía ganas de verte- dijo con una preciosa sonrisa
-Oye no es un buen momento, no puedes estar aquí – él puso cara de confusión – vamos a otro sitio a hablar, será más seguro- dije yo
-Que pasa, me estas asustando- dijo confundido y con una sonrisa nerviosa. No le respondí simplemente empecé a caminar hacia un parque que quedaba un poco apartado de mí casa y donde sería mucho más tranquilo hablar allí.
-Me puedes explicar que pasa- dijo cuando llegamos al parque y nos sentamos en uno de los bancos que estaba más escondido
-A ver por donde empiezo- hice un suspiro y empecé a contarle todo lo que había pasado con mi padre, le explique lo de la foto pero obvié la parte de la bofetada.
-Enserio me estás diciendo esto- él estaba que no se creía nada de lo que le estaba contando y no lo juzgaba, yo tampoco me lo creería de primeras. Nos quedamos en silencio, él estaba de piedra y yo no podía parar de mover la pierna arriba y abajo a causa de los nervios
-Espera un momento- dijo él como si un recuerdo perdido en su mente de repente se le apareciera – el otro día mi padre me dijo que no hacía mucho de hecho hace unos dos días había conocido a un tio con el que tuvieron una fuerte discusión por no sé qué negocio, es posible que ese tio fuera tu padre
-Es muy probable- dije yo mirando al suelo
-Pero no entiendo lo de la foto, para que quiere alguien una foto de nosotros besándonos- yo sabía perfectamente la respuesta pero no la dije
-No lo sé- mentí
-Bueno no te preocupes – dijo con una encantadora sonrisa- me da igual lo que diga tu padre me sigues pareciendo muy interesante, por mi parte no quiero dejar de verte pero lo haré si tu quieres, claro.
-Me da igual lo que mi padre diga, nunca me he llevado bien con él, nunca me ha hecho caso, no lo voy a hacer yo ahora- dije con una sonrisa y mirándole a los ojos. Él me sonrió y me beso pausadamente, fue un beso precioso que me reconfortó muchas de las heridas y aunque todavía no éramos nada y tampoco sabía si esto iría más, era un beso que decía que no se movería, que estaría allí conmigo.
-Gracias – dije en el momento en que nos separamos
-¿Porque? – preguntó sonriéndome
-Por no asustarte e irte – él sonrió y me besó de nuevo. Estuvimos unos minutos hablando tranquilamente y consiguió que me olvidara de todo lo que había pasado ese día al menos durante esos escasos minutos. Decidimos volver a casa y me acompaño hasta la mía.
-Nos vemos mañana – dijo él cogiéndome de la mano, miré nuestras manos unidas y me sonrojé por la acción, él sonrió
-Claro- dije levantando la vista de nuestras manos. Me dio un beso de despedida y se fue a su casa. Yo por mi parte entré en la mía y subí a mi habitación donde me estiré de nuevo en la cama
Aunque en ese día muchísimas cosas habían ido mal la sonrisa de mi cara no la podía quitar absolutamente nadie, estaba feliz a pesar de todo, feliz porque no se había marcho al instante de saber todo es, y vale, es cierto que hay cierta parte de la historia que él no sabe, bueno en realidad es una gran parte, pero con todo lo que le había contado y sumando que él había visto como era mi padre cuando estaba cabreado, él decidió quedarse. Estaba sorprendida, era precisamente la última reacción que esperaba de él. Todos estos pensamientos hicieron que sintiera una cierta sensación extraña en mi vientre, eran como unas cosquillas, no eran incomodas, al contrario, eran agradables.
Todas estas agradables sensaciones nuevas que estaba experimentando se fueron al instante en el momento en que un pensamiento fugaz paso por mi mente al recordarme que mañana debía volver al instituto, donde seguramente me encontraría con Bruno y esta vez seguro que no estaría solo. Intenté borrar este pensamiento de mi cabeza e intente centrarme de nuevo en Connor y las agradables sensaciones nuevas que me había aportado pero no lo estaba consiguiendo pues el sentimiento predominante en ese momento eran los nervios, los nervios de volver mañana a las clases.
Pero aun con los nervios conseguí dormirme y esta vez sin pesadillas por el medio que cortaran mi sueño, una buena noche desde hacía años.
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Holaa chiquitos^^
Espero que les haya gustado mucho el capítulo :)
Ya sabéis que comentar y votar ayuda muchísimo
Un beso muy grande chiquitos^^
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Ayuda
Teen Fiction-Por favor...- dije llorando, no soportaba ya los golpes -CALLATE ANORÉXICA DE MIERDA- dijo dándome una patada en las costillas. -Para...- dije sin fuerzas ya no aguanto más todos los golpes, son demasiado fuertes. . . . -Mi...