Estaba sentada en uno de los bancos del parque llorando y tratando de intentar parar la hemorragia que mi padre había creado en mi nariz. Creo que me había roto la nariz.
Se me habían acabado todos los pañuelos, por lo que tenía todas las mangas de mi sudadera manchadas de sangre y lágrimas. Llevaba allí unos cinco minutos desde que llamé a Connor por si podía ayudarme, él aún no había llegado y en estos momentos él era lo que yo más deseaba, que me abrazara, que me cuidara, él era el único con el que sentía que realmente le importaba a alguien en este mundo podrido en el que vivimos.
Pasaron un o dos minutos más cuando oí unos pasos que llegaban corriendo hacía al parque y al instante oí su voz.
-Katy- grito con voz alterada - ¿dónde estás?
-Aquí – dije con voz frágil saliendo de detrás de los arboles, lugar donde se encontraba ese bonito banco que semanas atrás había llevado a mi vida ese bonito recuerdo con Connor y que ahora nos acompañaba en la creación de uno de malo, uno bastante malo.
Connor corrió hacia donde yo estaba y me abrazó con fuerza, tanto él como yo estábamos temblando.
-¿Que ha pasado?- dijo separándose un poco de mi para poder mirarme a los ojos - ¿Quién te ha hecho esto?- yo simplemente lloraba - Rápido vamos a mi casa, mi madre es doctora y seguro nos puede ayudar con todo esto vale – yo asentí mientras me limpiaba un poco mas de sangre con la manga de mi sudadera. Mi madre también es doctora y creo que de haberme visto me habría enviado al hospital, aun seguramente sabiendo qué hacer en ese momento.
Connor me cogió de la cintura para acercarme a él y caminamos en dirección a su casa.
Llegamos a su casa y pude ver a sus padres sentados juntos en el sofá mirando la televisión. Me quede observando la escena, observé todos los detalles y envidié cada uno de ellos. Era una escena bien sencilla estaban los dos juntos sentados con una manta cubriendo sus piernas mientras miraban algún programa de comedia ya que los dos estaban riendo.
-Mamá- dijo alterado Connor, ella se giró al momento al oír la voz de su hijo llamándola al igual que el padre al percatarse del tono que había usado
-Cariño, ¿qué ha pasado?- dijo la madre algo alterada acercándose donde estábamos nosotros - ¿Quién es ella?- dijo acercándose a mi - ¿cielo que te ha pasado?- dijo esta vez dirigiéndose en mi dirección.
-Es, eh... una gran amiga mía, se llama Katy, ha tenido un problema y creo que se ha roto la nariz – contestó rápidamente Connor. Ella sacó rápidamente un botiquín que tenía en un cajón cerca de la entrada, hizo sentarme en un sillón y empezó a inspeccionarme la nariz
-Has tenido suerte bonita no la tienes rota, pero si que debes tener fracturado alguno de los cartílagos de la nariz, si quieres por el momento puedes ponerte esto- me alcanzo un poco de papel para poder tapar un poco la hemorragia - tira la cabeza hacia delante así será más fácil que la sangre salga y no se te quede dentro- hice todo lo que ella me decía sin rechistar- bien ahora con las una de las manos debes apretar aquí- dijo señalando la parte de la nariz que separa los dos agujeros- así será mucho más fácil parar la hemorragia ¿vale cielo?- yo asentí - no te preocupes si ves que estas mucho tiempo puede tardar entre 10 y 15 minutos en parar - yo volví a asentir. Ella se alejo un poco de mi, para poder mirarme bien.
-¿Puedo preguntarte que te ha pasado?- me tense, pero ya estaba muy acostumbrada a mentir en estas situaciones así que supe más o menos como llevarlo
-Simplemente me he caído por las escaleras de mi casa- dije avergonzada
-Debes tener más cuidado una mala caída te hubiera podido llevar a quirófano, y la próxima vez ve directamente al hospital ¿vale?- dijo con el mismo tono dulce
-Es que estaba sola en casa y me he puesto nerviosa
-No te preocupes – dijo y me sonrió
-Mamá- dijo Connor – si no os importa se va aquedar a dormir ¿vale?
-Claro – dijo su madre, le dio un beso en la frente, ella me miró – cuida esa bonita nariz ¿vale? y mañana sobretodo ve al hospital para que te hagan un TAC, yo misma te guardo hora, simplemente para descartar del todo que no la tengas rota o se te haya desviado el tabique - no me gustaba una mierda la idea de tener que ir al hospital, sinceramente, capaces de encontrarme más mierda de la que ya tengo
-Si quieres para estar más tranquila yo puedo esperarte o acompañarte en mi hora de descanso- dijo
-Muchas gracias- dije sincera - pero no hace falta de verdad - dije en con una sonrisa.
-Yo sí que te acompañaré aunque no quieras y lo sabes- dijo Connor mirándome sentado en otra de las sillas del sillón - ella sonrió y se sentó en el sofá, como si no hubiera pasado nada, al lado de su marido que nos estuvo observando todo el rato. - Cuando te pare de sangrar me avisas ¿vale?- yo asentí agradecida.
Subimos a la habitación de Connor y cerramos la puerta, me senté en su cama y él se puso a mi lado. Levantó su cabeza y me miró directamente a los ojos.
-¿Puedes explicarme que ha pasado?- dijo preocupado
-El imbécil de mi padre – dije agachando mi cabeza
-Pero, ¿por qué? – no quería decirle el porqué, le sentaría muy mal saber que mi padre me ha pegado por un descuido suyo, pero que igualmente que de normal la situación no tiene ni un pelo
-Es gilipollas y punto- repliqué cabreada
-Dime la verdad Katy, ¿qué ha pasado?- bufé, no quería decírselo. Su mirada intensa me travesaba y se lo tuve que decir
-Te dejaste la mochila con parte de tu ropa en mi casa- dije en todo momento sin ánimo de echarle la culpa a él- pero no te lo tomes a mal, - continué rápidamente al ver como su expresión había cambiado a culpabilidad en menos de un milisegundo - esto es por el imbécil de mi padre, no tiene nada que ver contigo – dije acariciándole los brazos
-Mierda- dijo instantáneamente, seguramente un pensamiento en voz alta ya que lo dijo si ni siquiera mirarme. Se había levantado y alejado de mí, yo me acerqué.
-No te lo tomes mal por...- no tuve tiempo de acabar la frase ya que me interrumpió
-Cómo quieres que no me lo tome a mal- dijo alterado, alzando un poco la voz- tu padre casi te rompe la nariz y todo porque soy un despistado de mierda- continuó enredando sus manos en su pelo. Yo me acerqué a donde estaba él y lo besé pausadamente, al instante sus músculos se tensaron pero en nada noté como había conseguido llevarle algo de calma.
-Te digo que no pasa nada vale- dije acariciándole el cuello. Me abrazó fuertemente y me susurró
-Lo siento pequeña- dijo escondiendo su rostro en mi cuello, grandes escalofríos recorrieron mi piel de pies a cabeza. Le besé en la mejilla y le susurré
-Tranquilo
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Holaa chiquitos^^
Espero que les haya gustado mucho el capítulo :)
Ya sabéis que comentar y votar ayuda muchísimo
Un beso muy grande chiquitos^^
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Ayuda
Teen Fiction-Por favor...- dije llorando, no soportaba ya los golpes -CALLATE ANORÉXICA DE MIERDA- dijo dándome una patada en las costillas. -Para...- dije sin fuerzas ya no aguanto más todos los golpes, son demasiado fuertes. . . . -Mi...