"Kilian libro 2" es una continuación directa de "Kilian, libro 1".
Editando. Los capítulos que dicen "editado" son los que deben leer, los demás son daño a la retina irreversible por sus errores sin editar, prohibida la entrada ( ¶ 3 ¶ )
Estoy oblig...
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POV KILIAN.
—¿Hace cuánto espero a ese niño desconsiderado? —dije mirando el techo, solo en la habitación.
Miré la puerta un sinfín de veces, deseando verlo cruzar el umbral con su hermosa sonrisa.
«No me digan ¿Y si Hunter se detuvo en la cabaña de la barra, esta ebrio y vendrá a tentarme de nuevo esta noche? Si es así, juro que lo interno en un centro de rehabilitación para alcohólicos»
Miré mi móvil y ya eran pasadas las cuatro de la mañana.
¿Dónde diablos estaba Hunter?
Le envié mensajes y llamé, parece que se quedó sin batería.
Quizá quería pasar la noche con sus amigos o en la fiesta...
Debería dormir.
—¡Diablos! —maldije en alto.
Mi estúpido cerebro que no deja de pensar escenarios terribles, donde tropezó y tiene un esguince. Lo mordió una araña y esta llorando mientras Frank finge tirar telaraña de su muñeca. Bebió y se siente mal del estómago.
Temiendo que alguno de esos escenarios fuese real y por ello no respondiera su móvil, me levanté de la cama.
Lo más probable es que todo aquello fuese pura especulación de mi parte, ya que realmente deseo verlo antes de dormir y me invento excusas para justificar el ir a buscarlo.
Es el último día aquí y quiero dormir con él, así que iré a buscarlo.
Me puse lo primero que vi a mi alcance: ropa y zapatillas deportivas. Así me dirigí a la segunda cabaña en busca del niño extraviado.
Al entrar había una pequeña ronda jugando póker o algo por el estilo.
—Hey. —hablé para llamar su atención y uno por poco se infarta. Casi sonreí por su reacción estúpida, aunque me mantuve serio— ¿Vieron a Hunter?
—N-No... la última vez que lo vi fue en la fogata —dijo el chico temeroso.
¿Por qué carajo se ponen tan nerviosos si les estoy hablando bien?
Recapacité y me di cuenta que al tener sueño mi semblante es incluso más sombrío.
—Bueno, gracias de todos modos —dije intentando ser amable con una expresión menos aterradora y sonrieron aliviandos.
Por lo único que me esfuerzo en no asustar tanto a estas personas es porque sé que a Hunter lo hace muy feliz que todos estén bien. Si fuese por mí... no me interesa si desconocidos me temen o no.
Pero pensar en la sonrisa de ese niño me hace ser... mejor.
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