"Kilian libro 2" es una continuación directa de "Kilian, libro 1".
Editando. Los capítulos que dicen "editado" son los que deben leer, los demás son daño a la retina irreversible por sus errores sin editar, prohibida la entrada ( ¶ 3 ¶ )
Estoy oblig...
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Quien estaba de pie en el umbral de la puerta era Kilian.
No podía creerlo. Era realmente él.
Me invadió un alivio instantáneo, no obstante, al verlo fijamente, ese alivio se convirtió en pánico:
Entró en la habitación cubierto de sangre, su ropa estropeada y un aterrador semblante.
Recorrió el lugar con sus pupilas y se detuvo en mí, como si fuese lo único que esperaba encontrar en el lugar. Sin pestañear se enfocó en el tipo junto a mí que abrochaba su pantalón y volvió a mirarme, bajando hacia mis piernas descubiertas.
Abrió ligeramente los ojos y seguido su mirada se oscureció por completo.
De forma sorpresiva el tal Billy lo golpeó por detrás, fue tan fuerte el impacto de su puño contra la espalda de Kilian que un sonoro grito salió de mi boca por impulso.
Después de recibir ese impacto, lo miró por encima del hombro sin ninguna expresión, siquiera se encogió de dolor, ni reaccionó.
—¿Y este muchacho? —preguntó el mayor, desconcertado.
Kilian se giró hacia Billy, le dio un fuerte golpe en estómago haciendo que se incline, con el codo golpeó su espalda y escuché algo tornar, cuando el tipo estuvo a punto de caer al suelo Kilian lo sujetó del cabello y estampó la cara de éste contra la netbook una y otra vez, hasta que finalmente lo soltó y el delegado hombre cayó.
No sé detuvo ahí, lo pateó tres veces sin apuro, realmente parecía disfrutarlo.
Había sangre por todo el lugar, le había destrozado el rostro.
Miré al hombre a mi lado, me confundió la enfermiza manera en que sonreía hacia la masacre y no lograba entenderlo.
¿Qué diablos le pasa? Pareciera que de verdad cree que tiene oportunidad contra Kilian.
—Esto será divertido —dijo con voz ronca.
Creí que tomaría el arma y mi corazón se detuvo. En cambio, arremangó su camisa y se puso en posición de pelea.
—Hace mucho quería encontrar a alguien para matar a golpes y tú pareces fuerte, ojalá me entretengas más de cinco minutos... a diferencia de los demás imbéciles —aseveró el sádico hombre.
«No lo conoce, no tiene idea con quien esta hablando, debería estar corriendo ahora mismo, pero no, es un completo desquiciado» pensé, en blanco, paralizado por todo lo que ha pasado en tan poco tiempo.
Juraría que pestañeé, que solo cerré un segundo los párpados y en ese instante Kilian ya estaba de pie frente al único hombre de pie en el sitio.
Un derechazo directo al estómago lo hizo retroceder dos pasos, se puso en guardia y habló nuevamente:
—Que buen gancho, hijo de puta —comentó, esta vez con más seriedad.
Kilian no respondió, ni siquiera parecía estar escuchando lo que le decía y solo volvía una y otra vez a atacar con golpes brutales y sin pausa.
