06. Se Ve Tan Sexy

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Narra Alexandra

Estábamos sentados en la mesa desayunando en paz, o por lo menos tratando de hacerlo.

Mi hermano asesinaba a James por qué pensaba que me había acostado anoche con él. Y estoy 99.9% segura de que no fue así.

Por otra parte Carter no dejaba de mirar a Kendall, quien aún llevaba la camiseta de él puesta. Sé que se acostó con él se le nota en la cara.

Yo no dejo de mirarlos a los dos por qué no sé cómo mierdas paso tan rápido todo esto.

— ¡Bueno me harte! — exclama Connor captando nuestra atención de todos en la mesa — ¿Qué está pasando?

— Créeme amigo, e querido saber eso desde que me senté en la mesa. — acota Asher dejando su celular de lado y comiendo sus tostadas.

Miro mal a este último y él solo me sonríe coquetamente.

¿Acaso no se cansa de coquetearme?

<< ¡Es que somos divinas! >>

Giro mis ojos por el ego que tiene mi subconsciente, Connor vuelve a mirarnos a todos.

— No sé qué pasó anoche, creo que me pase de copas... Un poco. — asiento poco a poco.

Mi hermano gruñe. — ¿Segura que poco?

— Bueno tal vez mucho... — él siguió mirándome — ¡Ya entendí! — exclamó.

— ¿Te acostaste con James? — pregunta Connor.

La gente sacando sus propias conclusiones, que desilusión.

— Se que James está bueno. — el sonríe arrogante, mi hermano me mira mal — Pero sé qué clase de persona es, así que no me meteré con él. — sonreí angelical mente.

— Si, estoy bueno. — comenta el mientras muerde su manzana.

— ¿En serio eso fue lo único que escuchaste? — pregunta Carter.

— ¿Qué más debo escuchar?

— Bro, estás mal. — Asher se levanta y golpea el hombro de su amigo para salir de la cocina.

¡Un momento!

¡STOP THE WORLD!

¡FUCK!

— ¡Maldición! — exclamé — Hoy tenía que ir por mi bebé. — lloriqueo captando la atención de los presentes.

— ¿Bebé? — pregunta mi amiga con la boca llena.

— ¡Mi auto! — prácticamente salí corriendo de ahí, tropezando con Asher en el camino.

— ¡Aush! — había caído sobre él, llevándose todo mi peso.

— ¡Y-yo lo siento! — sentí un leve sonrojo.

— Vaya, así de cerca eres más linda. —  giro los ojos.

— ¿Así estés muriendo no dejaras de coquetearme? — pregunte.

— No. — sonríe — Y ya que estamos en esta posición.

— ¡Maldito simio asqueroso! — le digo y me levanto.

— ¿A dónde ibas? — pregunta al estar Ya de pie.

— A recoger a mi auto... Se supone que debe llegar hoy. — susurré lo último.

— Te llevo. — me indica con la cabeza que lo siga, me encojo de hombros.

Ni modo, él se ofreció.






Una fraternidad, cinco chicos, ¡¿Y yo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora