Una fraternidad, cinco chicos, ¡¿Y yo?!

24. Lo siento

NARRA ALEXANDRA

Chasqueo mis dedos frente a los ojos de mi amiga, la vuelta fruncía el ceño levemente sin préstarme atención a lo que le estaba diciendo.

— ¿Qué? — suelta Kendall pérdida en sus pensamientos.

Saqué la piruleta  de mi boca mientras me limitaba a mirar cómo Bella llegaba a mi habitación con la bolsita que le habíamos pedido.

— Deja de pensar en Carter, Kendall. — dije haciendo que ella me diera una mala mirada, se había alistado para decir algo pero vio a nuestra querida rubia con ojeras ingresar a la habitación, su hermana le tendió la bolsa.

— Cuatro pruebas de embarazo, hay que estar seguras de la posibilidad. — dijo ella y volvió a adelantarse a decir algo — En realidad son cinco, pero solo usa cuatro.

Esta no dice nada y se limita asentir mientras tomaba la bolsa entre sus manos e ingresaba al baño de mi habitación.

Hacia una semana mi tía ya sabía de la noticia, al principio se había quedado quieta pero luego había gritado como loca emocionada pero la felicidad había durado porción al ver el rostro de su querida hija, cual fue la deducción de ella: ¿Quién era él padre?

Cosa que fue algo difícil de mantener oculto, pero le dijimos que no era seguro, aún así no podíamos pasar de esta semana para decirle la realidad a James de la situación y que se hiciera cargo si salía todo positivo, aunque Stella aún guardaba la mínima esperanza de que todo allá sido una mala pasada del destino queriendo asustarla. Prometió que si eso era así, no tendría sexo jamás en su vida. Algo interesante.

Por mi parte me encargaría de hacer feliz a ese bebé, si resultan ser cierto, sería su tía favorita, no el idiota de mi hermano. ¡Esa criatura de Satanás será mi secuaz de destrucción masiva!

<< No te emociones tanto, es solo un bebé. >>

Al parecer mi conciencia ya creía que era cierto de esa belleza que vendría a ser una bendición de este mundo.

Cinco minutos más tarde ella salió con las cuatro pruebas en su mano y nos tendió a casa una, una diferente.

— ¿Cuánto hay que esperar? — pregunté.

— Quince minutos. — dice Bella.

— Ok, esto se pone intenso. Siento la adrenalina. — comenta Kendall con una sonrisa en sus labios — Ese pequeño bebé será muy bien recibido.

— Lo hacéis ver muy fácil. — susurra Stella cruzada de brazos, pero con una de sus manos rodeando la prueba.

Suspire. — Deja de estar preocupada, sea cual sea el resultado, te apoyaremos.

Tres toques en la puerta y Asher hace acto de presencia junto a Connor. Mal momento chicos, mal momento.

Rápidamente metí la prueba en el borde de mi pantalón en la parte de mi espalda mientras las chicas, se habían limitado a guardarlas bajo de ella tanque estaban sentadas en mi cama.

— ¡Ah llegado el alma de la fiesta! — exclama Connor, se acerca a Bella y besa su frente sorprendiéndonos — ¿Estás ocupada?

— Si, hablamos mas tarde. — dice ella con una sonrisa tímida.

El asiente y me sonríe pícaramente. Ya se lo que diría.

— ¿Te gustó lo que viste esta mañana?

Con mis mejillas rojas le lance la almohada al rostro. Él maldito no había cerrado la puerta del baño, y lo había visto desnudo. Nada bello que recordar.