Me muevo bajo las sabanas con mucho cuidado. El cuerpo me duele un montón. Al girar la cabeza me sorprendo cuando veo a Negan durmiendo a mi lado. ¿Qué hace aquí? Mis ojos van hacia la ventana y aún no ha amanecido. Ahora entiendo porque sigue a mi lado, abrazando mi cuerpo. La luz de la luna entra por la ventana y estar a su lado me hace pensar que tenemos algo especial. ¿Sentirá algo por mi? Quizás solo sea atracción sexual. Yo tampoco siento algún vínculo amoroso por él. Tal vez cuando está a mi lado sin soltar ninguna palabra hiriente me hace sentir menos sola. Puede que le tengo un poco de aprecio. ¿Qué puedo exigir en este mundo? Puede que un poco de respeto. Estoy cansada de que me pisoteen como si no valiera nada. Suelto un suspiro y mi gesto se descompone al notar cierto dolor punzante en mi estomago. Me muevo un poquito más y me duele la vida entera. Mis manos se alejan del pecho de Negan para aterrizar sobre mi barriga. Esas mujeres se acordaran de mi, no pienso dejar esto aquí.
—¿Te duele?
La ronca voz mañanera de Negan, me hace dar un pequeño salto por el susto.
—Un poco, sí.
—Sus familias ya han cobrado tu dolor—coloca su mano sobre mi mejilla y deja suaves caricias—. Ahora puedes estar tranquila.
No me interesa saber que les hizo. Por lo que me quedo callada y dejo que me haga mimos.
—Estás muy callada.
Vaya, normalmente no habla mucho después del sexo.
—Me encerraste—le recuerdo en un tono acusador.
—Vamos, nena, no querías decirme la verdad y yo no tengo mucha paciencia con vosotras.
—Que yo sepa nunca has encerrado a ningún mujer a la que te tiras. Yo recibo una paliza, sus familias pagan el dolor pero... ¿ellas qué?
—No puedes ser la única en mi cama. Y me enfade cuando no quisiste decir la verdad, no tienes a nadie a quien quieras para hacerle pagar por ti. Así que no tuve otra opción que encerrarte.
—No te pido ser la única. Solo quiero que empieces a respetarme.
Omito la parte de que no tengo a nadie que él pueda hacer daño. Casi hasta lo agradezco. No tengo que sufrir por nadie y a veces solo me compadezco de mi misma.
—Te respeto.
—Ajam.
Negan sonríe de lado y se inclina para darme un beso. Lo acepto a regañadientes. Veo sus intenciones de ir más lejos y me encargo de detenerlo.
—Suficiente tuvimos anoche—susurro tras separarme de su apetitosa boca—ahora mismo me duele todo.
—Seré cuidadoso.
Vuelve a atacar mi cuello y yo vuelvo a separarlo.
—He dicho que no—dicto con voz firme.
—Eres insoportable.
Se aleja de mi y sale de la cama. Me alegra que no haya seguido insistiendo. Veo su cuerpo desnudo pasearse por la habitación. Tengo buenas vistas desde mi posición. Vale, me encantaría acostarme con él otra vez pero me duele tanto las costillas que moverme un poquito me hará llorar. Se coloca los calzoncillos y enciende la luz.
—Ni creas que estarás todos el día ahí tirada. Tienes cosas que hacer.
—Creí que nuestro trato era solo sexo, en ningún momento mencionaste tener que trabajar en otras cosas. Y te vuelvo a recordar que tus zorras me dieron una paliza—lentamente mi tono de voz va aumentando—. ¿Por qué no puedes ser amable conmigo? Me haces sentir como si fuera un trozo de mierda y ya no puedo más. Estoy cansada de estar aquí, me quiero ir. No soy solo tu maldita prostituta.
Lo último que se escapa de entre mis labios me hacen sorprender. Hasta a él. ¿Desde cuando me denomino con ese termino?
—Eh, Leila, nunca te he visto de esa forma. No pongas en mi boca palabras que nunca he dicho. Reconozco que ayer me pasé contigo y sé que eres una de las pocas personas que no me sacan de quicio y no merecias eso.
—¿Entonces por qué me tratas tan mal? No me porto mal contigo.
Él vuelve a sentarse a mi lado y tiende su mano hacia mi. Algo dudosa le doy mi mano.
—Porque debes aprender a defenderte. Y me enfadó mucho más verte de rodillas y sin la labor de decirme lo que realmente pasó. Ellas se aprovecharon de que nadie iba a defenderte...—cierra los ojos y suelta un suspiro—pero te prometo si algo así vuelve a pasarte yo estaré ahí para protegerte.
Sus palabras me dejan helada. Y aquel muro que construi para no sentir nada por él, comienza a decaer. Pese al dolor en mi cuerpo magullado y sin importar mi desnudez, me levanto para abrazarlo. Aquellas palabras significaron tanto para mí, para mi triste soledad. Negan me recibe y su calidez me rodea. Ninguno de los dos dice nada y solo estamos ahí, abrazados, por varios minutos.
🖤🖤🖤
Al pasar de la semana los moratones en mi cuerpo han ido desapareciendo. Negan es más delicado conmigo y para mi sorpresa es respetuoso. Ha permitido que me quede en mi habitación todo el tiempo que quiera y no he tenido que hacer ningún trabajo. Puede que después de aquel abrazo tan sincero nuestra relación haya mejorado. Ninguno tocó el tema sobre lo que él dijo, eso de protegerme. Supongo que ya lo está haciendo al no obligarme a relacionarme nuevamente con las mujeres.
Escucho un par de golpes y me pongo de pie para ver de quien se trata. Abro la puerta y me sorprendo al ver a la mujer que contó la verdad.
—Soy Rachel, ¿te acuerdas de mi?
—Oh sí. ¿Qué se te ofrece?
Me mira con cierta timidez y se lleva un rebelde mechón tras su oreja. Me cruzo de brazos y observo lo que trae entre sus manos. Un cd.
—Pensaba en que podríamos ser amigas, ¿no?
Me encojo de hombros.
—¿Por qué?
—Yo no tengo amigas ni tu tampoco así que pensé que podríamos intentarlo. Y como ofrenda de paz y sinceridad he decido traer música.
Su petición me llama la atención. Me hago un lado y dejo que pase. Ella observa mi habitación con mucha curiosidad.
—Tienes suerte de dormir sola—comenta mientras se dirige hacia mi reproductor de disco—a mi me toca compartirla con dos más y ellas me odian.
No hago ningún comentario al respecto. No voy a ofrecerle que se quede conmigo. Adoro estar sola cuando Negan se marcha y debo admitir que solo me gusta su compañía. Una melodía bastante conocida me hace sonreír.
—Antes de que todo se fuera al demonio era profesora de danza—se gira hacia a mi y mueve las caderas—. No tengas vergüenza y baila conmigo.
—No, gracias—declino su invitación enseguida.
—Vamos, Leila, animate a bailar.
Sube mucho más el volumen de la movida música y sus caderas y hombros se mueven de manera graciosa. Al final termino por reír y mis brazos son los primeros en hacer un pequeño movimiento. Y no sé en que momento he cogido la suficiente confianza como para bailar con una desconocida. Me recuerda a cuando iba a las discotecas con mis amigas y bailaba con todo el mundo. Sonrío por los bonitos recuerdos.
—Ella ama el control—canturrea la mujer sin dejar de bailar.
La canción finaliza y las dos estallamos en carcajadas.
—Me alegra haber venido.
—Y a mi que lo hicieras—admito por el buen rollo que ha habido entre las dos en tan solo un par de minutos.
—¿Te apetece seguir bailando?
Asiento repetidas veces y las dos entre risas, como si nos conociéramos de toda la vida, seguimos bailando.
Continuará...
Espero que os haya gustadooooooooo
De momento los caps son cortos 💕💕💕Nos leemos pronto.

ESTÁS LEYENDO
Me perteneces. [Negan]
Fanfiction"Abrir las alas y volar" Creada: 14/02/2018 Terminada: 25/03/2019