Me perteneces. [Negan]

010: Cambios.

Mis pies paran frente a las vallas y observo el panorama mientras intento recuperar el aire. Los días han pasado lentamente y el invierno arrasa con todo a su paso. Amo los días fríos y correr alrededor del santuario me despeja la mente. Los intentos por quedarme embarazada cada vez son más desesperantes y aquello me provoca estrés, mucho estrés. Por lo que he decido hacer un par de cambios a mis rutinas y ejercitarme un poco fuera de mi habitación. A la lejanía observo como Negan habla con sus hombres con el semblante serio y me pregunto por qué estará de mal humor. Bueno, es Negan, la mayoría de veces está enfadado. Yo tampoco me escapo de sus gritos, siempre respondo y él se pone peor. ¿Quién diría que iba a ser capaz de levantarle la voz? Admito que antes me asustaba muchísimo pero ahora tengo la libertad de expresarme como me de la gana. Y sé que eso le irrita y también le gusta. Raro, ¿no? Supongo que se está acostumbrando a tener una relación estable en pleno apocalipsis. Y eso ha sido la comidilla de cotilleos durantes las últimas semanas, las miradas de curiosidad recaian sobre mí una y otra vez. Por supuesto que a Negan le importaba lo más mínimo lo que dijeran los demás. Igual era molesto ver las miradas de "la única mujer de Negan, ahora puede hacer lo que quiera e incluso creerse la reina de este lugar". Es irritante. Supongo que algo dentro de mi a cambiado, ya no soy tan sumisa a las ordenes de Negan ni a los malos tratos de los demás. Mi cara de víbora se activa y ataco a cualquiera que se mete conmigo. No paso por alto los malos comentarios hacia a mi. Y me gusta ser así, extrañaba a mi antigua yo.

Doy un sorbo a mi botellita de agua e inclino la cabeza hacia a un lado para ver como Negan vuelve a entrar por la puerta principal. Me coloco la capucha del gran abrigo y sigo caminando en dirección opuesta. No pasan ni cinco minutos cuando me cruzo con una cara familiar. Sus ojos se clavan sobre mí y con una sonrisa amarga dice:

-Quién iba a creer que una mujerzuela como tú iba a ser la única para Negan.

-Hannah deberías dejar la envidia por un momento, ¿no crees? No me provoques que esta vez soy capaz de tumbarte todos tus dientes de un solo puñetazo.

La pelirroja cierra los ojos por unos segundos y suelta una risita sarcástica.

-Ajam, claro. Solo recuerda como te teníamos entre todas las chicas aquel día-susurra a centímetros de mi rostro y en sus ojos lo único que puedo ver es la locura en todo su esplendor-. Podemos volver a hacerlo, nosotras somos más. Tú estás sola.

Ahora la que se ríe soy yo y echo la cabeza hacia atrás.

-Tengo a Negan de mi parte, ¿recuerdas? Soy yo la mujer con la que quiere formar una familia. No os buscó a ninguna de vosotras sino a mi. Y más respeto, querida-suelto llena de guasa y palmeo su rostro un par de veces.

Aprieta la mandíbula y sé que se está conteniendo para no lanzarse sobre mí. Tonta no es, sabe que si empieza una pelea, ella saldrá perdiendo. Y en aquella situación me doy cuenta que soy intocable, ¿verdad? Quiero decir, no tengo nada que perder y soy la mujer de Negan. No pueden hacerme daño... Una sonrisa llena de vida se expande por todo mi rostro.

-Mucho cuidadito con lo que piensas hacer contra a mi-amenazo con voz firme.

Ella alza sus cejas y se cruza de brazos, indignada vuelve a mirarme.

-Es más, deberías estarme agradecida porque trabajas y ganas más beneficios para tu familia.

-¿Por qué debería estar agradecida? Tú no haces una mierda, solo te tiras al jefe, nada más.

Suelto un suave risita. Vuelvo a quitarme la capucha y con mis pequeños ojos marrones, la examino de arriba abajo.

-De no ser por mí, tu padre estaría muerto, ¿lo sabias? Aquel día que me disteis una paliza en desventaja, Negan me preguntó si el castigo debía ser demasiado cruel, le dije que no. Y sí, joder me follo a Negan todos los putos días. Pero eso no es asunto tuyo ni de nadie, así que no me toques las narices sino quieres que te ponga en tu lugar de una patada.