006: Especial.

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Mi cuerpo se arquea y desde el fondo de mi garganta florece un gran gemido. Negan entierra las yemas de sus dedos en mi trasero y con ello se hunde mas en mí. Lo único que puedo pensar es en lo mucho que estoy disfrutando de su compañía y para entrar en calor después de la helada tarde. Me muerdo los labios con fuerzas con la intención de no gritar tan fuerte. Negan se da cuenta de ello y me da un azotito en el trasero.

—No te contengas—habla mediante jadeos—quiero oirte gemir.

Mis dientes liberan mis labios y hago lo que él me ha pedido. No me contengo y dejo que todo el placer salga a la luz. Grito y me aferro a la almohada para no caerme ni darme contra a la pared. Sus embestidas son fuertes y seguras, todo él me vuelve absolutamente cardíaca. Se empala contra mi una y otra vez... cinco, seis, siete, ocho... treinta veces. Pierdo la cuenta a medida que dejo que grititos de placer salgan de mi garganta.

Negan busca que los dos lleguemos juntos por lo que mete una de sus manos por mis muslos hasta llegar a mi monte de Venus. Una vez allí pasa sus dedos por mi hendidura y me tortura de una manera maravillosa. Todo mi cuerpo comienza a temblar, siento un calor inmenso y siento que se aproxima. Él tira de mi pelo y hace que gire la cabeza para darme un fogoso beso.

—Me encantas, nena. 

Sonrío como puedo y vuelvo a mi posición inicial. En menos de lo esperado un hermoso orgasmo se expande y siento que puedo tocar el cielo con la punta de mis dedos. Mis manos fallan y termino con la cabeza sobre la almohada. Escucho jadear a Negan y segundos después se corre para después descansar su cabeza sobre mi espalda. Ambos permanecemos en silencio y lo único que se escucha en su habitación son nuestras respiración aceleradas. Siento como sale de mi interior y me lleva consigo hasta su lado. Abrazo su torso y sonrío. Me siento cómoda a su lado. Negan lleva una mano hasta mi frente y retira todo resto de sudor. Me da un suave beso y observa mi rostro detenidamente.

—Eres jodidamente preciosa, Leila.

Sonrío por su tono de voz, que parece mas suave de lo normal. Mis dedos trazan líneas imaginarias sobre su torso y no hago comentario alguno. Me gusta el silencio que nos rodea, es acogedor y agradable. Es de las pocas veces que me siento tan especial a su lado. Hago como si nada pudiera estropear nada entre los dos, como si él solo fuera para mí y yo para él. Me gustaría que dejara de irse con las otras pero eso es imposible por lo que me conformo con el tiempo que pasamos a solas.

—¿Y como te va todo?—pregunta tras un par de minutos.

Abro los ojos y levanto la cabeza para verlo mejor.

—Bien, algunas de las mujeres ya hablan conmigo. Me pidieron disculpas y por mucho que me jodiera, las acepte. Eso sí, Hannah y Chloe se pueden pudrir en el infierno.

Negan suelta una estrepitosa carcajada y añade sin dejar de reír:

—Vaya, cariño, eres un pequeño demonio.

Me encojo de hombros y escondo la cabeza sobre su cuello. Él huele increiblemente bien y su calidez me hace sentir como... como si estuviera en casa. Me hace sentir querida, especial y eso me asusta muchísimo. Sé que estoy entrando en un campo en el que es probable que salga lastimada. Después de tanto tiempo vuelvo a sentirme querida y no sé si me estoy equivocando. Pero sé que algo entre Negan y yo ha cambiado, ya no nos vemos de la misma manera. Sé que él lo ha notado, su mirada cada día me lo demuestra. Quizás él siga aferrado al recuerdo de su difunta mujer, Lucille, y no quiera avanzar hacia una relación estable. De momento estoy bien con lo que tenemos, no puedo exigirle nada. Por supuesto que mi amor hacia mi marido sigue guardado en el fondo de mi corazón, sigue siendo el gran amor de mi vida pero él ya no está y de alguna manera quiero seguir adelante y volver a sentir la misma emoción de amar. Tal vez en algún momento ambos hablemos de los nuevos sentimientos que están floreciendo entre los dos. Solo tengo que esperar pacientemente a que él quiera dar el primer paso. Lo haría yo misma pero... siento que me va a rechazar y nuestras extraña relación va a ser distante. Me siento cómoda a su lado y no quiero estropearlo.

—Siempre quise tener hijos—murmura haciendome sobre saltar. Estaba absorta en mis pensamientos —sería genial tener uno y enseñarle a sobrevivir a este mundo. ¿No te apetece tener uno conmigo?

Lo que dice me deja sin palabras y soy incapaz de darle alguna afirmación o negación. Jamás me lo había planteado. Negan levanta mi mentón y me hace mirarlo. Trago saliva, siento que la garganta se me ha secado. ¡Qué acaba de decir!

—¿Qué dices? Apuesto que nuestros bebés serían preciosos. Tú eres increiblemente sexy y yo también.

Sonrío sin mostrar los dientes y no digo absolutamente nada.

—La otra noche hable con Hannah—continúa hablando al notar que no pienso contestar por el shock—le mencioné sobre la idea de traer bebés a este mundo y me propuso que ella y yo podríamos hacerlo. Le dije que me lo pensaría porque quería preguntarte a ti que te parecería la idea. Quiero que tú seas la madre de mi bebé, ¿quieres?

¿En qué momento se ha vuelto más loco de lo normal? Me aparto de su lado y sin importar mi desnudez me levanto de la cama. Rápidamente me coloco el camisón de seda y paseo de un lado a otro por la habitación. Me ventilo el rostro e intento aclarar mi mente bajo su intensa mirada.

—No te voy a obligar sino quieres. Eres especial para mí, lo sabes.

Mi paso se detiene y mis ojos marrones cubiertos por el pánico se paran sobre él. Negan se coloca los calzoncillos y se posiciona frente a mi.

—De alguna extraña manera estas entrando en mi, Leila—murmura y cierra los ojos, como si le costara admitir aquello, como si le doliera—no sé que me estás haciendo y me pone nervioso no saberlo con seguridad. Pero de lo que si estoy seguro es que eres jodidamente especial para mí y cuando te fui conociendo no podía quitarte de mi cabeza. Escuchaba tu risita hacer eco una y otra vez, me molestaba admitir que deseaba oírla y querer estar a tu lado de inmediato. Es como si quisiera abandonar todo lo que esté haciendo y venir corriendo hacia ti.

Parpadeo varias veces y siento como el ritmo de mi corazón aumenta considerablemente. ¿Qué está diciendo? No puedo procesar del todo sus palabras. En cierta manera me da mucho ternura y la vez pánico. Jamás imaginé que él me miraría de esta manera, parece indefenso ante mi. No lo había visto así nunca. Siempre parece ser tan frío con el resto pero cuando está conmigo parece demostrar que en su maldad puede haber bastante amabilidad y amor.






Continuará...

No sé que decir :v disfruteeeeeeen



Nos leemos pronto.

Me perteneces. [Negan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora