Los ojos del Sol (libro 1)

XXXI. Inicios

Dedicado a franchescareyesmatos por haberme dado la idea del capítulo y haberme apoyado desde el principio.

—¿Cómo vas? —escuchó que le preguntaba Mikael desde el otro lado del pasillo.

Pero Evie no respondió; se había quedado de piedra al ver el título del libro que tenía entre sus manos: «Drásgora & Antária». Notó que el Sanador se acercaba hacia ella, pero no le importó, tan solo abrió el libro a toda prisa y empezó a ojearlo.

Evie sintió que se le abría la boca exageradamente; aquellas páginas eran una especie de diario de la familia. Su familia. Cada capítulo relataba acontecimientos distintos ordenados por fecha. El primer capítulo hablaba del nacimiento de Dalia y Daniel, sus padres. Siguió mirando y vio que contenía todo lo relacionado con sus ceremonias, el tributo de sus abuelos, su boda... Y el nacimiento de su hija, Irina.

«Mi nacimiento.»

—Vaya, has encontrado tu libro de familia —dijo Mikael a su lado.

—¿Por qué nadie me dijo que existía algo así? —preguntó ella extrañada.

—Bueno... Supongo que en medio del caos no hubo oportunidad. Además cuando descubrimos quién eras... Digamos que no estabas en tu mejor momento —dijo serio.

Evie asintió. Ciertamente aquellos días habían sido un infierno para ella, y dudaba que aunque le hubieran dicho que ese libro existía le hubiese prestado atención. Estaba demasiado centrada en llevar a cabo su venganza –que afortunadamente ahora entendía que era una misión suicida sin sentido–.

—Ve a casa y descansa, Evie. Llevamos aquí encerrados más de una semana. Yo estaré con Neil si necesitas cualquier cosa. Aprovecha y aprende sobre tu familia y tu pasado —le dijo mientras le daba una palmada en el hombro, animándola a hacer lo que le había dicho.

—Tienes razón. Nos vendrá bien a los dos. Gracias —sonrió.

Era increíble con qué mal pie habían empezado su relación y lo cercanos que se habían vuelto. Ya no podía imaginar su vida sin Mikael en ella; él y Neil eran sin duda sus mejores amigos.

Evie fue a su casa –en la Ciudad de Arena– y se dirigió al que había decidido que sería su cuarto. No tenía manera de saber cuál habría sido realmente el suyo, así que simplemente había elegido el más luminoso y bonito. No tenía apenas objetos personales ni decoración, pero le parecía acogedor igualmente: era su casa y nadie podía privarle de la tranquilidad que le brindaba.

Se tiró en la cama y abrió el libro por el índice. No tenía tiempo para leer todo seguido, asi que leería un par de capítulos y dejaría el resto para más adelante.

Entonces Evie pestañeó varias veces, creyendo que había visto mal:

239. Embarazo
243. Segundo embarazo

«¿Qué? ¿Segundo embarazo?»

Rápidamente fue a la página 239 y empezó a leer apresuradamente sintiendo que su corazón iba a salírsele por la boca de lo rápido que le latía.

«05/07/1993

Tras nueve meses llenos de sustos y complicaciones en el embarazo, familiares y amigos se han acercado a la Casa del Oeste, lugar donde iba a nacer la criatura, para felicitar a los padres. Pero a pesar de las advertencias de algunos Sanadores, la noticia ha sentado como un jarro de agua fría para toda la ciudad.