capítulo 26

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EMMA

Me monto en ese taxi y después de dictarle al taxista la dirección, intento calmar mi respiración.

Las lágrimas empiezan a salir, recuerdo quien era antes de llegar aquí, recuerdo lo que pasó con Aarón, lo que pasó con mis padres y lo que pasó con Hannah.

Hannah, esa persona que me traiciono de la peor manera, la persona que más quería y en la que más confiaba.

Intento olvidar eso, pero no puedo, quedo marcado en mi vida, en mi mente.

¿Como saber qué una persona te va a traicionar? ¿como olvidar que un día tu mundo se cayó por completo? ¿como no enojarse cuando vuelvas a ver a esa persona que una vez hizo que tu corazón latiera, que querías que no pasarán las horas para quedarte más tiempo con el, que confiaste plenamente en esa persona? Una vez estuve enamorada, de esos enamoramientos que no se olvidan de un día para el otro, de eso enamoramientos que duelen, y que no quieres volver a repetir.

En si, el amor es eso, momentos felices, momentos tristes y momentos que duelen, de ese dolor que dura meses, quizás años, de esos que te hacen querer quitarte la vida, y preguntarte ¿para que vinimos a este mundo? ¿para sufrir?

El taxi para frente un parque, le doy el dinero al taxista más propina, y salgo.

Respiro el aire fresco, el lugar está solitario, tal vez por que es muy tarde.

Reviso la hora, en efecto es muy tarde, son casi las ocho de la noche.

Este lugar es tan familiar para mi, los columpios, el pequeño tobogán, los árboles y los banquitos, me hacen recordar las tardes, tal vez noches que venía aquí a pensar, a llorar.

Esbozo una sonrisa triste, nada a cambiado, creí que estaba bien, que lo había superado, pero no, sigo estando tan rota como antes.

No por el estúpido de Aarón, aunque parte de mi sufrimiento se deba por su culpa, ya supere su traición, duele, pero no tanto.

Me siento en el pasto, dándole la espalda a él árbol y apoyando la misma ahí.

Se siente bien volver, escapar de los problemas, del mundo, del estrés, del dolor.

Una pequeña lágrima sale de mi ojo izquierdo, recuerdo ese día como si hubiera sido ayer.

Mas y mas lagrimas salen de mis ojos acompañado a la primera, tengo que calmarme, no puedo estar así.

Quito con brusquedad las lagrimas que salieron, no me gusta llorar, nunca me ha gustado, me estresa el sentimiento de la tristeza y me molesta que otros me miren con lastima ¿que no tienen nada bueno que hacer con su vida?

Me quedo un rato mas sentada, mirando las estrellas, hasta que escucho unas pisadas y me alarmo.

Me levanto del suelo, y sacudo mi pantalón para eliminar la tierra que quedo en el,  miro por todas las direcciones.

A  mi derecha me encuentro con una silueta, no puedo ver muy bien quien es debido a la oscuridad.

La persona esta dándome la espalda, creo que no ha notado que la estoy viendo.

Tiene Un SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora