Capítulo 5

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Narra _______.

Cerré la puerta en cuanto Cornelio se fue.
Sonreí inconcientemente cuando me acordé de lo que hizo. Es un lindo, pero debo mantenerme sería con él.

—Mami— llegó Lito corriendo hasta donde estaba— ¿Te bañas conmigo?

Sonreí.

—Claro que si mi niño.— deje las rosas en la mesita del living.— Vamos.

Lo tomé de la mano y ambos caminamos hasta el baño.
Abrí el grifo de agua caliente, dejando caer el agua en la bañera.

Cuando se llenó la mayor parte de la bañera, cerré el grifo y abrí ahora el del agua fría para equilibrar la temperatura del agua.

—Mami— voltee a ver a mi hijo.— ¿Vas a hacer a Cornelio tu novio?

—Hijo, te tengo que decir algo...

—A mi me cae bien pero no quiero que le hagas más caso a él que a mí.— me interrumpió.

—Eso nunca pasará mi amor, tú siempre tendrás mi atencion, siempre serás lo más importante para mí.

—¿Lo prometes mami?

—Lo prometo por mi vida que siempre estaré para ti.

—Te amo mami.

—Yo a ti mi vida— besé su cabeza.— Bueno, desvistete y métete al agua.

(...)

—Mami ¿Podemos ir mañana con los abuelos?

—No lo sé Lito.

—Anda mami— insistió haciendo un perchero.

—¿Por qué te gusta ir tanto para allá?

—Porque mis abuelos siempre me dan dulces y mis tíos juegan conmigo.

—No sé Cornelio, lo voy a pensar.

—Esta bien mami, buenas noches.— se acostó en la cama arropandose.

Apague la luz y me acosté alado de mi hijo.

(...)

El taxi aparco frente a la casa de los Vega. Al final de cuentas, Lito me había convencido de traerlo.

Pagué y salí con mi hijo entre brazos.

Suspiré y toque la puerta blanca de madera.

Valentin abrió y cuando nos vió, su expresión fue de sorpresa.

—Hola— sonrió— ¿Qué hacen aquí?

—Pues Lito insistió todaa mañana en que quería venir.— respondí.

—Pues pasen.— se hizo a un lado para que podamos pasar.
Lito y yo pasamos.

Mi hijo corrió a la planta alta.

—¡Tíos, ya vine!— gritó mientras corría.

Miré a Valentin con una sonrisa forzada.

—Creí que ya no vendrías.— hablo Vale.

—Lito insistió tanto y sé que no puedo alejarlo de su familia.

—¿Ya le dijiste que Cornelio es su padre?

—No, se lo diré hoy. Lito cree que es uno de los "pendejos"— hice comillas con los dedos— que me pretenden... Por cierto, deja de enseñarle malas palabras a mi hijo.— Le pegué en el brazo.

—No lo prometo, pero trataré.

—Más te vale— lo señalé con el dedo.

—_______ ¿Que haces aquí?— dijo Cornelio saliendo de la cocina con un vaso de agua en la mano.

Stockholm syndrome | Cornelio Vega Jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora