Capítulo 3.

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Narra Valentin.

Me quedé parado ahí por varios segundos hasta que la puerta del baño se abrió y de esta salió Cornelio.

-Ora ¿Quien te espanto?- preguntó.

-No, nadie- reí. Por un momento creí que sí había soñado todo, pero al parecer no.- ¿Listo?

-Si- sonrió- Más qué listo.

-Vamos pues.

Ambos salimos de su habitación y caminamos hacia la planta baja, nos dirigimos hacia el comedor.
Yo entre primero.

-Familia, miren quien está aqui- dije con Cornelio detráss de mi.

Todos dejaron de comer y se levantaron de sus lugares.

-Hijo- dijo mi mamá corriendo hasta él y con ya unas lágrimas de fuera. Lo abrazó con muchas fuerzas y lloró en sus brazos.-¿Dónde estabas?- se separó de él.

-En Los Ángeles.

-¿Y porque nunca llamaste?

-Esque perdí mi celular y pues también perdí todos mis contactos y ya no pude llamarles.- mintió. Me miró cómplice y yo solo alce las cejas desinteresado, sabía que no le había dicho la verdad porque no quería preocuparla.- Papá- dijo y se acercó a él, ambos se dieron un abrazo- Lo extrañé viejon.

-Yo a ti hijo de la chingada, nos tenías preocupados.- respondió mi papá.

-En verdad lo siento, no quería preocuparlos.

-Cornelio- dijo Santi emocionado y corriendo junto a Ramón para abrazar a Cornelio.

Cornelio se agachó para estar a su altura y abrazo a ambos.

-Los extrañe campeones.

-Nosotros tambien- respondieron felices mis hermanos menores.

Narra _______.

Mi celular no dejaba de sonar.

Abrí mis ojos de golpe y tome mi celular, contesté.

-Bueno- dije de mala gana.

-¿Te desperté?- dijeron del otro lado de la línea.

-Noooo ¿Cómo crees idiota?- dije sarcástica y Valentin rió.

-Te tengo una buena noticia.

-Dime- dije ya más tranquila.

-No puedo decirte por teléfono, solo te quería avisar que pasaré en la tarde a tu departamento y ahí te digo.

-Bien- alargue- Pero ya déjame dormir.

-Pinche floja.

-Amo que me conozcas perfectamente- reímos- Bye- me despedí y colgué.

(...)

-¡Lito, ya vámonos!- grité y mi hijo salió corriendo de la habitación.

-Ya estoy mami, vámonos.

Salimos del departamento, caminamos hacia el elevador y bajamos hasta el primer piso.

Salimos del grande edificio y tomamos un taxi.

Después de varios minutos de carretera, llegamos a la plaza.

Bajamos del taxi y pagué.

Tomé a Lito de la mano y nos adentramos a la plaza.

-¿Pizza o hamburguesas?- le pregunté a Lito.

-Hamburguesas, quiero mi cajita feliz.

-Bien, vamos- caminamos hasta el área de comida y nos adentramos al local de McDonald's.

Pedí por Lito y por mí, después de varios minutos de espera a que nos entegaran nuestra comida.

Nos sentamos en una mesa cerca de los juegos y comenzamos a comer, bueno, Lito comía y jugaba con el nuevo juguete que le había salido en la cajita feliz.

Lito devoró la comida ya que estaba muy ansioso por irse a los juegos.

-¿Ya me puedo ir a jugar?- preguntó haciendo un puchero.

-Si, nada más no te me pierdas como la otra vez- reí.

-Lo prometo mami- me dio un beso en la mejilla y se fue.

Miraba como mi niño jugaba y hacia amigos, a veces se asomaba desde arriba y me saludaba, yo le dedicaba una sonrisa y le devolvía el saludo.

Cuando Lito se cansó de jugar decidimos irnos, yo sé que si por él fuera, se quedaría aquí todo el día, solo que se puso celoso.

Un chico se acercó a platicar conmigo y Lito salió enojado, le dijo "Aléjate de mi mami pendejo, es mía" al chico, claramente lo regañe por decir groserías y me disculpé con el chico para después irnos de ahí.

Valentin me las pagará por enseñarle malas palabras a mi hijo.

Le compré un helado a Lito y comenzamos a caminar por la plaza.

Lito comenzó a taradear una canción mientras daba pequeños saltitos. Cantaba muy bien a pesar de no tener experiencia, tal vez es por la familia de Cornelio, aman la música y todos tienen talento para eso.

-Le gusta mucho que le lleven serenata, que la despierten con un beso en las mañanas, que le regalen una hermosa roja, ese detalle es el que más la vuelve loca...

-¿Quién te enseño esa canción bebé?- lo interrumpí.

-Abuelo Cornelio.

Le dedique una sonrisa y no dije nada, el siguió cantando y yo solo me dediqué a admirarlo. Es igualito a Cornelio, su nariz, sus labios y sus ojos, en verdad es un mini Cornelio.

Estuvimos varias horas recorriendo la plaza hasta que nos casamos y decidimos irnos a casa, además Valentin iría a vernos.

Tomamos un taxi y en 20 minutos llegamos al departamento.

Tomamos el elevador, cuando las puertas se abrieron vi a un chico parado frente a la puerta del departamento.

Caminé con Lito hacia él.

-¿A quien busca?- pregunté.

El chico al escucharme se dio media vuelta.

-A nadie, perdón, estoy esperando a mi hermano que bajo por su celular...- se quedó callado al verme.

Abrí mis ojos de par en par.

-Ni se que ocurra pedirle el número a mi mami pendejo, es mía ¿Por qué no lo entienden?- dijo Lito.

Nadie dijo nada, ni siquiera regañe a Lito por la mala palabra que había dicho, estoy en shock.

Tenía al padre de mi hijo justo enfrente de mi.
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Hola! Se los dejo un poco corto porque quería que quedará así, con intriga jsjsjs, mañana les público capítulo 🤙🏼

Espero les esté gustando, amo sus comentarios y las quiero un buen ❤️🙏🏼

Nota: Lo volví a subir porque a varias nos les aparecía el capítulo 🤷

Stockholm syndrome | Cornelio Vega Jr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora