El Cumpleaños del niño mimando

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CAPITULO 12


Domingo,4:32 de la mañana,

el único imbécil todavía despierto.

Mateo, quince años, profesión: Ninguna. Bueno, antes iba al instituto,aunque ahora sólo se dedica a saltar todas las clases y a atormentarse constantemente.


Hoy es el día. No, Matt, no es "el" día, es "un" día. Nada más. Recuérdalo.

Debería estar durmiendo, porqué no estoy durmiendo? Porqué ya no soy una persona normal? Que fracaso.

Que hubiera pensado papá, al ver este fracaso de persona?   No. Hoy no debo pensar en él, en absoluto, ni por un momento. Está claro que hoy es el aniversario de su muerte, pero también es mi cumpleaños,así que ninguna de las dos cosas tendrá importancia hoy.

Así de simple.

Hoy como todos los años tengo que alejar ese pensamiento de la cabeza de mamá.

A que hora se despierta normalmente? Puede que a las nueve... o quizá más pronto... tengo que despertarme antes que ella...

Pero yo debería estar durmiendo! Porqué no me duermo?

Agarré la foto de papá sobre la mesilla de noche y la miré intensamente,

-Papá no vas a estropear este día. Sal de mi vida – murmuré en esa habitación vacía,

Que estoy haciendo?? hablando solo? En serio?


Mateo,quince años, trasladado al hospital psiquiátrico por comportamientos extraños,

el loco tiene algo que declarar?

"todo empezó en mi cumpleaños, pensé que sería divertido empezar a hablar con una fotografía pero luego empezó a ser adictivo y luego yo..."

No no, ni hablar, no voy a volver a hacer esta estupidez, pensé mientras se me escapaba un risita.

"luego empecé a reírme con la foto, en verdad era gracioso, aunque no contase chistes, pero luego las risas fueron aumentando y yo y la foto..."

Vale,ya basta imaginar.

Mateo haz el favor y duérmete ya.



15:21 de la mañana,

Me despierto aterrado, mis ojos se abren de repente, un espantoso sonido de llantos viene de alguna parte de la casa.

Me levanto a toda prisa, corro como un loco por el pasillo buscando el origen de esos terribles llantos.

Toda la casa está oscura, las ventanas cerradas, no entiendo nada, estoy entrando en el pánico más absoluto.

Llego al salón, mi madre está a oscuras, sentada en el sofá, rodeada de velas y de fotos antiguas, llorando. Me quedo paralizado, casi petrificado, ante aquella tremenda escena, que podía hacer? Que podía pensar? Cómo había podido pasar?


Cogí a mi madre del brazo y la ayudé a levantarse,

-tu padre mateo!- gritó,

-que pasa con papá mamá...-

-Que ha sido tu culpa! Tu culpa que se muriera!-

-pero mamá...- intenté ser paciente,

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