Su secreto

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Escuché un ruido extraño, algo golpeaba mi ventana insistentemente,

me levanté y fui a ver lo que pasaba.

Abrí la ventana y al mirar hacia abajo la vi a ella, si, ella.

-que haces aquí??- grité atónito,

-baja por favor! Tienes que venir conmigo!- me contestó desde la calle,


Me puse unas deportivas y una sudadera y caminé sigilosamente hasta la puerta de entrada.

Bajé las escaleras de piedra y salí a la calle.

-Que haces aquí a estas horas de la noche??- le dije enfadado,

pero enseguida baje el tono de voz al ver sus ojos llenos de culpabilidad,

-vale,dime que ha pasado- le dije dulcemente poniéndole una mano sobre el hombro,

-nada-dijo,

-pero ahora necesito que vayas conmigo a la cafetería Mateo-

-Se puede saber que ha ocurrido??- me alteré,

-nada,tranquilo, simplemente es justo que sepas.-me dijo con tono solemne,

-pero a estas horas...te parece momento para presentarte aquí así??-protesté indignado,

-Lo siento, pero es lo que hay- dijo sonriendo,

-ay de verdad! Eres tan! Tan... ffff, me desesperas.-

-Vamos pues- la cogí del brazo resignado a mi destino,

Por suerte en el bolsillo de mi sudadera encontré las llaves de mi bici y

abrí el candado.

La ayudé a subirse detrás mío,

-agárrate-le dije mientras ella me rodeaba con sus brazos,

ella me mostró su mejor sonrisa y yo muy a mi pesar hice lo mismo.

Empecé a pedalear rápidamente hacia la plaza del dos de mayo,

mientras cruzábamos la calle a toda velocidad, sentía el viento helado sobre mi cara y tenía la extraña sensación de elevarme, casi de volar.


-Es la una y media de la mañana, no he dormido absolutamente nada,y estoy con una persona de la que ni sé el nombre pedaleando alegremente cómo un imbécil hacia una cafetería que está del otro lado de la ciudad.-

Oí una tímida risita detrás mío,

-si si, muy divertido, pero hasta tu sabes que yo nunca haría esto!Quiero decir, mírame! Yo que consuelo a un desconocido en el bus,que me escapo a horas indecentes de la mañana... eso cuando se ha visto? Nunca!  porque son la clase de cosas que sólo harías... tu.-

La tímida risa se convirtió en una serie de carcajadas desenfrenadas,

-Puede que no seamos tan diferentes después de todo- dijo sin parar de reír,


-Claro que somos diferentes! Yo soy tu exacto contrario! Y no me importa serlo la verdad. Yo no soy tan espontáneo, prefiero conocer la gente antes de hablar con ella de esa manera... Además no hago esa tontería de adivinar la vida de los demás...-


"Mentira"me dijo mi consciencia.


-Si,quizá es mejor así- opinó ella a mis espaldas,

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