Lunes

19 3 2
                                    


Lunes, otra vez.

Quiero morirme.


A primera hora toca clase de matemáticas.

Si,creo que voy a morirme ahora mismo.


-Buenas tardes alumnos- dice el profesor Carlos entrando en el aula,

-buenas tardes- contestan todos obedientes,


Estoy cansado, muy cansado.

Se me cierran los ojos cada dos por tres, eso pasa cuando eres tan imbécil como para no dormir por la noche...


-Oye mateo- me llamó un chico a mi lado,

-dime Ángel...- me giré clavando la mirada en él con cara de zombie,

-Sabes que le pasa a la chica que se sienta allí?- preguntó apuntando con un dedo el pupitre vacío de Denyelle,


-ni idea...- respondí agotado,


-os he visto mucho juntos, sabes dónde vive?- insiste Ángel,

-En una maldita cafetería que está en una maldita plaza- Contesté ya harto de que no me dejara dormir, pero a pesar de estar exhausto noté una extraña mirada de interés por parte del profesor Carlos, que hace un momento estaba en su mesa corrigiendo los cuadernos.


-Que raro vivir en un sitio así no crees?- siguió hablando cansino Ángel,


-Si,muy raro...pero ella es muy rara de por si así que no te sorprendas...- repliqué ya a punto de dormirme, mientras apoyaba la cabeza sobre el pupitre,


-Y sabes si ella...- estaba a punto de volver a preguntarme,

-Que si! Que si joder! Que ha jodidamente faltado! Supéralo por dios! Y déjame dormir de una puñetera vez...- le grité antes de cerrar porfin los ojos.


Me abandoné al sueño las primeras dos horas, hasta que el sonido del timbre me despertó bruscamente.

Hora del patio, mucha gente, mucho ruido y mucha angustia.


Además Deny no está, no tengo nada que hacer...

Saqué mi bocadillo de huevo de la mochila y le dí un bocado mientras me sentaba en un banco cercano.

Se me había pasado de apoco el cansancio y observaba distraído el cielo pálido de aquella mañana triste.

De la nada vi una figura acercarse a mí, esbelta y proporcionada, era la silueta de una chica.

Tenía un aspecto desarreglado, llevaba un jersey azul y unos vaqueros blancos con unos zapatos negros de plataforma. Su cara estaba llenade pequeñas pecas que le daban una apariencia algo infantil, llevaba el pelo corto, por encima del hombro, rojizo y liso.

Probablemente lo único de su persona que no llamaba la atención eran sus ojos,marrones oscuros, un marrón monótono, algo aburrido.


-hola!-dijo mostrándome una sonrisa mientras se sentaba a mi lado,

-hola- contesté tratando de ser educado,

Quieres pasar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora