Quieres pasar?

Los problemas

Manuel, nuestro profesor de física y química ,es de lejos la persona más extraña de este mundo.

Además de tener cierta edad, poseía algunos rasgos que no les hacían demasiada gracia a sus alumnos.

Por ejemplo la costumbre de repetir las cosas una y otra vez, miliones y miliones de veces hasta que resulta imposible soportarlas.

O la manía que tiene de que el timbre no signifique nada, y que por esa razón nos deje salir cuando le da la regalada gana.

No quiero parecer insensible, probablemente es alguien muy culto e interesante... fuera del instituto.

Era la penúltima horaantes de volver a casa, estaba solo, en un asiento de última fila.

-...En todo problema hay dos cosas...- oí decir esa frase entrecortada por el profesor,mientras corregía un problema de formulación.

-...Frustración e innecesidad.- Mi mente completó la frase inconscientemente.

Y era verdad! A ver, un problema te causa en primer lugar pensarlo continuamente, y eso lo transforma en una enorme pérdida de tiempo. Pensar en esa única cosa que en apariencia es taaan importante, te lleva muchas veces ano domir bien por las noches, despertarte la mañana, recordarlo una vez más, y querer dejar de existir. En pocas palabras, frustración.

Y todo esto no es imprescindible! Quiero decir, no tiene sentido preocuparse por algo tanto tiempo, además de que la mayoría de veces no hacemos nada al respecto por miedo o egoísmo, y nos esperamos que magicamente vaya a desaparecer el probema.

Pero no, lo siento señores, la magia se queda en los cuentos de adas. Así que si no vais a actuar para resolver ese problema no os atormentéis hasta llegar a la... innecesidad.

-Verdad Mateo?- oí preguntarme el profesor,

entonces pensé: "oh dios mio, ha estado hablando todo este tiempo?"

-Mateo? Amoníaco con Cl2O!-

-Este...claro, amoníaco...- disimulé mi ignoracia con respecto a la química, y sobretodo con respecto de lo que había estado habando los cuarenta minutos anteriores.

-Sabes lo que es el Cl2O?-

-Es... es...-

-Hemos estado toda la hora con formulación! Por dios!-

-Este...hidrogen...sufuro? de cloruro...ico?- dije lo primero que se me había ocurrido,

Alguien del otro lado dela clase contestó a la pregunta por mí,

-Anhídrido Hipocloroso!-

-Muy bien!-

Sonó en timbre y todos empezaron a guardar sus cosas en la mochila y a levantarse,

-El timbre avisa elprofesor. me avisa a mi, no a vosotros- dijo Manuel mientras nos miraba a todos con cara de mala leche,

-Oiga! No ha contestado a mi duda! Y llevo toda la clase intentando que me escuche!- protestó Aida, una compañera de clase.

-Que os he dicho? Os voy a contar la verdad?...-

-Si, pero no toda- dijo todo el mundo repitiendo lo que decía cada maldita clase,

-Pero mi duda...- se indignó Aida,

Pero ya toda la clase estaba saliento al pasillo.

Fui al baño, me lavé las manos y revisé mi móvil, dos mensajes sin importancia y una llamada perdida de Denyelle.

La llemé de vuelta, nadie contestó.

A veces me saca de quicio,es tan rara...

pero ya me he acostumbrado a su extraña presencia, casi expectal, especial.

Lo intentaré de nevo más tarde.

Paseaba sin rumbo por el patio, es curioso como te puedes sentir tan solo a pesar de estar rodeado de mucha gente,

pero en mi caso la cosa estaba mucho peor.

Notaba las miradas de desprecio pesarme cada vez más,

las palabras, lo murmullos que oía cuando me daba la vuelta

y que me apuñalaban por la espalda.

Sabía que yo tenía la culpa de todo lo que le había ocurrido a Elena, pero no deseaba nada más que olvidarlo.

Yo era el chico responsable de un coma etílico, que ya nunca iba a clase, que había ido a la discoteca con un par de porreros, que se había liado con una de las chicas más populares del instituto,

que había bebido y conducido siendo menor.

Ese no era yo.

Bueno, a pesar de lo que puedan decir, yo sé que después de todo sigo siendo el mismo aburrido de siempre,

menos con ella.

Pero... y si no quiero ser como siempre?

Y si quiero estar con ella?

Y no volver a ser como siempre nunca más ?

Un mensaje interrumpió mis pensamientos,

"sal" Deny.

Hablando del rey de Roma...

No perdí tiempo en preguntarle la razón, sabía que encontraría una manera de reírse de mi impaciencia, así que caminé sin darme la vuelta hasta la salida.

Allí me esperaba un coche, más especificamente el minúsculo coche de William.

Lea asomó la cabeza por la ventanilla y gritó:

-Sube Mateo! Tenemos que irnos ahora mismo!-