Dos semanas habían pasado desde aquél logro significativo que Sorato pudo conseguir al poder reunir por primera vez las corrientes de energía zen en sus manos, desde entonces, motivado por ese logro y por querer volverse más fuerte, Sorato siguió con su entrenamiento tanto físico como de Senjutsu, teniendo unos pocos avances más considerables en éste último, siendo capaz con el pasar de los días y los entrenamientos de éstos reunir por más tiempo la energía en sus manos. Actualmente, era miércoles por la noche en la ciudad Nômaru y Jin se encontraba en el interior de su cocina preparando la cena para los habitantes de la casa.
-Perfecto, ya casi está esto.-Se dijo al probar la sopa de miso recién hecha.
Jin regresó el cucharón al interior de la olla de la estufa y siguió moviendo la sopa de miso, recordando las últimas dos semanas de entrenamiento que llevaba Sorato.
-De verdad que mi sobrino se está tomando lo de su entrenamiento bastante enserio, me sorprende que haya podido llevar los dos entrenamientos con energía y sin mostrarse flojo en ninguno de los dos; sus movimientos, fuerza y velocidad en los ataques físicos ha mejorado así como ya ha tenido un poco más de avance en lo del Senjutsu, me pregunto si después tendré que enseñarle por lo menos un poco de las técnicas de los onmyouji para que pueda defenderse mejor y tenga más variedad en sus técnicas para defenderse.
Jin comenzó a adentrarse por completo en esas ideas poco a poco, alejándose de la realidad, pero no duró mucho cuando Watage llegó a su lado y arrojó un maullido.
-¿Eh? ¿Qué?-Dijo aturdido al regresar a la realidad.
Jin miró hacia sus pies que era donde se escuchó el maullido, viendo con ello al origen del mismo, el cual era el gato Watage.
-Así que eras tú, supongo que te debo un favor por hacer que regresara a la realidad, Watage.
Watage arrojó otro maullido mientras tomaba asiento y le hacía compañía a Jin mientras seguía preparando la cena de todos. Estando la noche más avanzada, en el patio trasero de la casa de los Furukawa, en el interior de la Tsuihô zôn, Nozomi estaba observando a Sorato mantener energía en sus manos, reunida por un par de minutos.
-Te-tengo que durar más tiempo, tengo que ser capaz de durar más tiempo reteniendo ésta energía en mis manos.-Se decía Sorato a sí mismo para motivarse.
-Vamos, tienes que seguir reteniendo esa energía por lo menos un minuto más para que puedas romper tu record que conseguiste hace dos días, cariño.
Asentando con la cabeza, Sorato se mantuvo totalmente concentrado en durar más que las veces anteriores, pero debido a su cansancio que tenía en esos momentos, le fue imposible conseguirlo y la energía reunida en sus manos se empezó a dispersar.
-No puede ser...
Sorato se esforzó en tratar de reunirla una vez más, pero no pudo conseguirlo por lo que la energía terminó de dispersarse por completo, Sorato se quedó decepcionado de sí mismo y cayó de rodillas al suelo, estando exhausto por todo el entrenamiento del día.
-No puede ser, no fui capaz de mantenerla reunida por un minuto más.
-¿Te encuentras bien, cariño?-Preguntó Nozomi con preocupación al hincarse junto a él.
-Sí, estoy bien, Nozomi, es sólo que estoy algo decepcionado de mí mismo por no poder retener por lo menos otro minuto más la energía.-Respondió con un tono de decepción.
-Vamos, no seas tan duro contigo mismo, cariño, estabas cansado luego de entrenar tanto, debes de descansar ya, el entrenamiento se terminó por hoy.
-No, todavía no.-Respondió poniéndose de pie.
-¿Eh? ¿Cariño?
Nozomi se puso de pie detrás de él viendo a Sorato tratar de reunir energía una vez más en sus manos.

ESTÁS LEYENDO
La mayor desgracia de dos historias (2 Gaidate no saidai no fuko)
AcciónEl joven Furukawa Sorato, un estudiante normal como cualquier otro, al menos para él y algunos de sus conocidos, estará por descubrir que es más de lo que imaginaba y que su vida dará un giro de 180 grados cuando sepa la verdad de sus orígenes y de...