En el anochecer de aquel viernes, el destino de la mayor desgracia para los onmyoujis y para lo nekomatas, también conocido bajo el nombre de "Furukawa Sorato", se encontraba afrontando parte de ese encuentro inevitable, en el cual se decidiría en qué dirección se dirigiría su futuro.
-En efecto, nosotros somos integrantes del clan Rokku, los más leales sirvientes de Osamu-sama.-Respondió el nekomata de ojos cafés.
-Con que sus sirvientes, me preguntaba cuándo tratarían de atacarme y para mi mala suerte fue el día de hoy.
-Ahora te daremos dos opciones, chico.-Comentó la nekomata de pelo café.
Aquella nekomata de nombre "Chiai" salió de detrás del resto y se puso frente a todos, mirando de forma directa a Sorato.
-Déjame adivinar, la primera es ir con ustedes sin poner resistencia y la segunda es llevarme a la fuerza ¿Cierto?
-En efecto, así que dinos ¿Cuál eliges? Dependiendo de tu respuesta se decidirá lo que pasará a continuación.
-Mi respuesta es obvia ¿No?
Dejando a Watage en el suelo, Sorato dio esa respuesta al grupo de nekomatas delante suyo.
-No pienso ir con ninguno de ustedes a ninguna parte. Será mejor que te vayas a casa, Watage.
Watage respondió con un maullido mientras que Sorato mantenía la mirada con los nekomatas.
-¿Estás seguro de lo que estás diciendo, chico?
-Así es, a varias personas ya les he prometido que estaría bien y que me mantendría a salvo, es por eso que no pienso ir con ustedes, porque tengo que mantener esa promesa.
Diciendo eso con suma firmeza y determinación, la sentencia de Sorato fue firmada en esos momentos.
-Huir sería algo inútil, además de que podría guiarlos hasta Nozomi y el tío Jin, creo que lo único que me queda es enfrentarlos con todo lo que tengo y con la firme intención de derrotarlos.
-Está bien, en ese caso trataré de no ser tan cruel contigo y acabar esto lo antes posible.
El nekomata de ojos cafés conocido bajo el nombre de "Kazuma" utilizó su Senjutsu para rodear sus manos de energía zen y después tocar el suelo, provocando que picos de piedra empezaran a emerger en los alrededores de Sorato y se extendieran con rapidez contra él.
-Maldición.
Sorato tomó a Watage con su mano derecha para empezar a retroceder mientras se movía de un lado a otro escapando de las puntas de los picos.
-Será mejor que te vayas de aquí, Watage.
Sorato esquivó el último ataque de los picos y con toda su fuerza de su brazo derecho arrojó a Watage por los aires, haciendo que la distancia entre ese pequeño gato y ellos fuera cada vez mayor, Watage fue maullando por los aires hasta caer sobre una de las bardas y comenzar a correr por ésta.
-Hizo demasiado ruido, debemos de llevarlo ahí ahora.-Comentó Kazuma.
El resto de nekomatas asentaron con la cabeza y corrieron hacia donde se encontraba Sorato.
-Aquí vienen.
Sorato se preparó para recibir a los cinco nekomatas que venían directo hacia él, pero tomándolo por sorpresa lo pasaron de largo, haciendo que se sorprendiera un poco.
-Planean atacarme por detrás.
Sorato volteó de inmediato hacia atrás para mantener la vista sobre ellos, al darse la vuelta vio que la nekomata de pelo negro conocida como "Mari" utilizó el Senjutsu para abrir una brecha hacia la Tsuihô zôn, de pronto un par de curiosos ruidos se escucharon detrás de Sorato y al momento de que volteó vio pilares de piedra apunto de impactarlo, Sorato reaccionó arrojándose hacia un lado, escapando de los pilares y chocando su espalda con la barda lateral. Pero sin darle descanso, uno de los nekomatas hombre de pelo café oscuro que respondía al nombre de "Riki" pasó sobre la barda detrás de Sorato y al saltar a la calle la tocó con sus manos haciendo uso del Senjutsu y control de la tierra provocando que otro grupo de pilares emergieran junto a Sorato.
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La mayor desgracia de dos historias (2 Gaidate no saidai no fuko)
ActionEl joven Furukawa Sorato, un estudiante normal como cualquier otro, al menos para él y algunos de sus conocidos, estará por descubrir que es más de lo que imaginaba y que su vida dará un giro de 180 grados cuando sepa la verdad de sus orígenes y de...