Una gran movilización se estaba llevando a cabo en esos momentos en el área que abarcaba el exterior de la fortaleza de piedra de diversos niveles del clan Rokku. Los guardias nekomatas del clan se estaban movilizando con rapidez llevando armas y demás cosas como armaduras entre otras, como si se estuvieran preparando para una guerrilla contra un clan o algo por el estilo.
-¡Dense prisa!-Gritó un líder de escuadra que estaba presente.
-¡El tiempo límite está demasiado cerca! ¡Apúrense!-Gritó otro líder de escuadra.
Sin mostrarse con tiempo para perder y viéndose presurosos por completo, todos los guardias nekomatas que estaban presentes en los jardines alrededor de la fortaleza seguían movilizándose, pero no sólo las cosas estaban así en el exterior de la fortaleza sino que en el interior de la misma se estaban movilizando los guardias al sacar diversas armas de las habitaciones de piedra del primer nivel así como subían con ellas desde escaleras que daban hacia alguna clase de piso subterráneo.
-¡Necesitamos darnos más prisa! ¡Corran, corran!
Tratando de animar a sus compañeros, un guardia como los otros gritó eso al movilizarse también junto con todos ellos, el aire se encontraba sofocante en todo el lugar por tanto movimiento en todas las direcciones del lugar, pero eso era algo que no le importaba a los guardias ya que debían de cumplir las órdenes de su líder Osamu, el cual se encontraba observándolos en esos momentos desde la ventana de la habitación que fungía como su estudio en una de las plantas superiores de la fortaleza; viendo todo lo que pasaba abajo, Osamu se mantenía serio e inmutable.
-Parece que las cosas van como deberían de ser, ¿O tú qué opinas, Akane?
Buscando la opinión de su mano derecha, Osamu volteó hacia su derecha, viendo a Akane acercarse a él desde ese lado, mostrando su seriedad habitual.
-En efecto las cosas van marchando como se había previsto y planeado, Osamu-sama.
-Me agrada poder escuchar eso, Akane.
-Si las cosas siguen avanzando con el ritmo que llevamos en estos momentos estimo que podremos tener todo listo para esta misma noche, Osamu-sama.
Akane explicó eso con serias palabras que no demostraban alguna clase de miedo a errar en ellas.
-En ese caso habrá que estar nosotros preparados también para todo lo que pueda pasar, Akane.
-Por supuesto que sí, Osamu-sama, y por eso mismo me gustaría que revisáramos una vez más las rutas que se seguirán para llevar a cabo el plan.
-Está bien, hagámoslo, Akane.
Osamu se apartó de la ventana para ir con Akane hacia el escritorio que estaba en el centro de la habitación, teniendo encima un amplio mapa que ilustraba todo el territorio que componía a los cinco territorios de los clanes actuales. Para empezar con sus explicaciones, Akane plantó su dedo índice derecho sobre una posición ubicada en el mapa cerca de la frontera con el clan Bāsuto y cerca de la frontera con el territorio central, estando ese punto casi junto a la frontera con el territorio central.
-Aquí es desde donde empezaremos, Osamu-sama, siguiendo una línea recta hacia el sureste, cruzando por la parte inferior del territorio del clan Bāsuto...
Al detener sus palabras, Akane movió su dedo en línea recta hacia el sureste, deteniéndolo junto a la frontera que separaba al clan Bāsuto del clan Sukiru Nashi, estando una vez más pegado su dedo a la frontera con el territorio central, luego de haber hecho eso siguió con sus palabras.
-Una vez estando en ese punto se encargarán de dispersarse nuestras fuerzas por la red que creamos, acercándonos al poblado del clan Sukiru Nashi y atacando desde el Norte, Oeste y Este.-Comentó al señalar esos puntos cerca del poblado.- Claro que sin asesinar a nadie de ser posible, centrándonos en el único fin que tenemos, capturar a la gran desgracia.
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La mayor desgracia de dos historias (2 Gaidate no saidai no fuko)
AcciónEl joven Furukawa Sorato, un estudiante normal como cualquier otro, al menos para él y algunos de sus conocidos, estará por descubrir que es más de lo que imaginaba y que su vida dará un giro de 180 grados cuando sepa la verdad de sus orígenes y de...