Epílogo. Volumen 2.

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Un gran desastre estaba ocurriendo en esos momentos en el poblado del clan Sukiru Nashi, los nekomatas estaban corriendo despavoridos en dirección a la puerta Sur de los muros.

-¡Dense prisa y diríjanse hacia la puerta Sur!

-¡Dense prisa y no de detengan!

Los nekomatas guardias se encontraban dirigiendo a los nekomatas del poblado hacia la puerta Sur del lugar, pero sólo eran unos cuantos los que estaban encargándose de dirigir a la población normal mientras que la mayoría de los nekomatas guardias se estaban dispersando en tres distintas direcciones.

-¡Dense prisa y protejan las puertas del Norte, Este y Oeste!-Gritó uno de los guardias con fuerza.

Movilizándose con rapidez en esas direcciones, los guardias nekomatas estaban corriendo con rapidez al empuñar sus armas, mostrándose listos para pelear contra la amenaza que los estaba atacando. En la entrada Este se encontraban levantados múltiples pilares de piedra que sirvieron para atacar y vencer algunos guardias del clan Sukiru Nashi que se encontraban tirados en los alrededores, junto a las piedras y los escombros de construcciones dañadas y derribadas. Y el enemigo que los estaba atacando era el mismo clan Rokku, saliendo los guardias armados de ese clan desde el interior de enormes huecos del suelo delante de tres de las cuatro entradas de los muros del poblado.

-¡No se detengan y sigan avanzando! ¡Aplasten sus fuerzas sin piedad!

Uno de los líderes del grupo que atacaba el Este del lugar gritó con el fin de alentar a las fuerzas que estaban a su mando, los guardias del clan Rokku que todavía estaban dentro del hueco que conectaba con un túnel subterráneo comenzaron a salir con rapidez subiendo por los escalones que habían creado, sin romper la formación.

-¡No dejen que se adentren más en el poblado!

Dirigiendo al grupo que estaba a su mando, uno de los guardias del clan Sukiru Nashi corrió con su grupo hacia el encuentro contra los enemigos. Viendo la acción de los nekomatas del clan Sukiru Nashi, uno de los líderes del grupo que estaba atacando dio sus órdenes para contraatacar.

-¡Ataquen todos!

Loa guardias de armadura café se detuvieron para retroceder sus brazos y arrojarlos al mismo tiempo hacia adelante, provocando que numerosos pilares de piedra comenzaran emerger en los alrededores, extendiéndose contra los guardias de negro.

-¡Esquiven y ataquen!

Los nekomatas de negro empezaron a moverse con rapidez tratando de eludir todos los ataques de los pilares, pero al ser demasiados los nekomatas estaban siendo impactados y derribados por los del clan Rokku, quienes no cedían en seguir con esa clase de ataques.

-¡No se detengan!

El líder del grupo que se encontraba en esos momentos tratando de detener a los invasores de la puerta Este logró atravesar el camino de pilares junto a otro pequeño grupo que lo siguió por detrás y sin temor alguno se encargaron de abalanzarse y atacar sin temor a los invasores de otro clan. Las armas estaba impactando una tras otro, escuchándose impacto tras impacto al estar peleando con sus armas, el líder de ese grupo de guardias de negra armadura no se contuvo y blandió con fuerza su espada contra uno de los líderes del grupo de invasores de esa zona, las armas impactaron entre sí dejando a ambos líderes intercambiando miradas entre ellos.

-¡¿Qué significa esto?!-Preguntó el furioso líder de armadura negra.

-¡Estamos siguiendo las órdenes de nuestro líder!
-¡Nunca les perdonaremos que hayan atacado de esta forma tan mundana, vil y rastrera a nuestro clan!
-¡Como si eso nos importara!
Los dos líderes se empujaron de forma mutua hacia atrás para cargar de nuevo e impactar una y otra vez sus espadas, los nekomatas del clan Rokku estaban planeando usar una vez más sus habilidades de manipulación de tierra para atacar, pero al estar batallando contra el grupo de nekomatas del clan Sukiru Nashi que había conseguido alcanzarlos permitieron que más de ellos los alcanzaran y empezar a atacar, manteniéndolos a raya mientras se disminuían sus fuerzas de forma equivalente.

La mayor desgracia de dos historias (2 Gaidate no saidai no fuko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora