De tu mano empezaré otra vez

Capítulo 8

 Antes que nada quiero aclarar que esta historia no va a ser un culebron xD. Esta es una historia tierna, linda, pura, obvio va a ver drama pero no del que los tengo acostumbrados, esta es una historia inocente n.n o eso quiero trasmitir. Y bueno lo que tanto esperaban beibis.

*Narra Bar*

 Desperté y la vi dormir, tan relajada nada comparado a como la había visto la noche anterior, siempre me pareció re psicópata cuando leía o veía en las películas, novelas, libros que veían a alguien dormir y se relajaban pero es verdad, uno estando dormido es un ser indefenso y no nos importa, nuestro se relaja de todas las maneras posibles aunque nuestros órganos sigan funcionando, entramos en un estado de paz que unas simples imágenes pueden alegrarnos o asustarnos de sobremanera. Lo único que me molestaba de esta situación es el no poder ver sus ojos, ese par de azules océanos me tenían hipnotizada desde el día en que cruce mi mirada con la de ellos. Mis ojos a su lado eran simples, normales y sin embargo es ella la que a mi lado se siente común, simple sin saber o sin imaginar que cuando esta a mi lado revoluciona todos mis sistemas.

Mica esta aferrada a mi cintura y su cara esta frente a la mía, me volteo y logro zafarme de su agarre, reviso mi celular y Pablo me había llamado dos veces, lo ignoro, son las diez de la mañana cuando me estiro y me doy cuenta que estoy en pijama, salí como salí, estaba muy asustada por cualquier cosa que le podría haber estado pasando y solo agarre las llaves, el casco y me fui, suspire, no podía salir así, llame a Pablo y le rogué que me traiga una muda de ropa y mi mochila, Mica dormía como la mejor, dormía como si no hubiera dormido en años, ni siquiera se dio cuenta cuando llego Pablo y eso que se mando uno de sus escándalos, me dio las cosas y se fue.

Decidí bañarme y arreglarme un poco, me cepille los dientes, me peine y me reí al ver como Mica seguía dormida pero esta vez un gato peludo se le había unido en su tarea. Rodee los ojos y baje a la cocina, le prepare una chocolatada, tostadas y unas galletitas, se lo lleve a la pieza y deposite todo en su mesita de luz.

-Mica- La moví un poco pero no reacciono -Mica- Volví a llamarla pero solo se movió para otro lado -Mica me voy a trabajar, acá te dejo el desayuno aunque es un poco tarde -Me reí y cuando me estaba yendo volvió a tomar mi muñeca como la noche anterior -¿Todo bien?- Le pregunte sentándome en la cama y observándola.

"Gracias"- Articulo con sus manos, su carita de recien despertada me dio mucha ternura.

-De nada Beibi, me tengo que ir a trabajar- Me acerque y bese su frente -Avísame cualquier cosa- Susurre en su frente, sonreí y ella afirmo.

"¿Puedo pasar la noche en tu casa?"- Pregunto roja como un tomate.

-Si Beibi, es mas llévalo si queres- Señale al gato y su cara se ilumino, afirmo y se sento para quedar a mi altura.

"Gracias"- Articulo, se acerco y unió sus labios a los míos de manera dulce como todas las otras veces pero produciendo un alboroto en mi como de costumbre ya.

-Te paso a buscar a la tarde, te quiero- Deje un ultimo beso en sus labios y me fui porque sabia que no me iba a ir si me quedaba un minuto mas.

Estacione la moto atrás de la tienda de tatuajes, entre por atrás, estaba dejando todas mis cosas cuando Lu entro a mi "oficina".

-Hola Bar! Hernández esta afuera esperando para remarcar el tatuaje- Saludo con un beso.

-¿Llegue tarde?- Le pregunte, según yo había calculado bien la hora.

-Ella llego temprano, esta ansiosa dice, habla por los codos- Me reí ante el ultimo comentario.

-Hacela pasar- Le digo y empiezo a buscar los colores cuando Daiana entro por la puerta.