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19. Delsin - "El cementerio"

Han pasado dos días, y hoy es el día en el que voy al panteón de la mano de mi hermana pequeña. La cual no quitaba su gran sonrisa, le sonrió al momento que ella jamás quitaba a pesar de que la situación se tornaba algo triste.

Hoy también nos acompañaba Celeste, Lenin y Cielo. Algo nuevo, ya que jamás venia. No me gustaba que nadie nos acompañara en ello, pero hoy. Hoy se dieron las cosas.

Doy un suspiro mirando las escaleras al cielo donde teníamos que subir. Para así llegar al panteón.

-¡El que gane!-Grita Len corriendo, mientras lo veo pasar el pequeño puente y empezar a subir las escaleras.

-¡Len, te doy unos tacos y gano! -Exclama Onawa, lo cual me hace sonreír mientras me da el ramo de lirios blancos y hace carrerilla.

-¿Eh? ¡Que el que pierda paga la comida! -Exclama Cielo, la cual corre siguiendo de los demás.

-¿Len siempre es así? -Interroga Celeste, ya que yo y ella no fuimos a correr. Además son muchas escaleras. Y somos los que llevamos los ramos y coronas.

Me encoge de hombros.

-Siempre queriendo sacar una sonrisa donde ve una triste.

-¿Y tú? -Hago una meca al interrogatorio.

-Yo prefiero reprimir mis sentimientos.

-¿Por qué? -Le doy una mirada de intriga. Mientras iniciamos la caminata.

-Ni yo lo sé. Pero papá culpo a mamá de la muerte de Ouray, aunque ya es cosa del pasado.

-Ahhhh -dice algo ida -. ¿No sientes nada por alguien?

-¿Ah?-Exclamo algo sorprendido, mas bien en un jadeo.

-Olvídalo -dice restándole importancia mientras corre escaleras arriba.

«¿No sientes nada por alguien? »

Claro que si te escuche Celeste, mas no estoy seguro por culpa de reprimir mis sentimientos, me siento inseguro, incapaz de llevar todo eso a flote.

Al llegar al final de las escaleras mi hermana y amigos estaban peleando por quien había ganado. Lo cual yo reí al ver la mueca que hacia mi amigo al momento que Onawa se burlaba de él.

Giro mi cabeza a la derecha donde a una cuadra estaba el panteón, lo que se convierte en el desguardo de mi hermano y todas las personas que ya no están en este lugar.

Doy un suspiro de melancolía, sin esperar a los demás, empiezo a caminar para poder apagar lo que aprieta mi pecho y me esta haciendo a picar a mis ojos.

-¡Eh, Del! -Exclama Ona, la cual al estar a diez metro del portón me detengo y volteo a mi espalda -. Espera.

Veo de reojo derecha donde se mira toda una parte del municipio y las montañas donde pasa la carretera nacional.

-No olvides que aquí estamos Delsin -comenta Celeste, posicionando una mano en mi hombro. Yo asiento en su dirección.

-Okey, gracias -digo con media sonrisa.

Al introducirnos al panteón donde muchas personas están en el sitio, ya se dejando flores, ramos o bien ya, limpiando la lapida para que se vea mas decente.

Al llegar a donde esta la de mi hermano, solo a tino a dar una media sonrisa.

Ouray Rojas Cruz