¿Qué adolescente jámas suelta su teléfono celular en ningun momento? Celeste era uno de ellos, no lo soltaba por nada del mundo.
Ella solo piensa en tres cosas;
Internet, Wattpad y Facebook.
Tras tener la dicha de sus padres al cancelarle el intern...
Disculpen los errores ortográficos y algún otra falla. (El inglés me tiene cansada)
Que disfruten este pequeño fragmento.
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Nuestra platica fluía a conforme a la música que había puesto Fanny, Can we dance - Thevamps. Supongo que esos son sus favoritos.
El viento estaba liguero y fresco, mientras nos sentábamos en la falapa poniendo la comida en las mesas que la conformaban.
Mientras preparábamos todo, no pude aguantar mis ganas de reír mientras Lenin y Delsin hacían unos bailes sin sentido. Lo cual Fanny se les unió dándoles un lección.
-A ver Lluvia, demuestra lo que tienes -Reta Goto, mientras se cruzaba de brazos fingiendo enfado.
-Ni sé hacerlo y ni lo are -sentencio, tomando mi teléfono y aplastándome en la banca.
Tengo una lectura pendiente.
De reojo observo que se miran entre sí y asienten, pero dejo de poner atención. Cuando iba a abrir mi Appfavorita, alguien me lo arrebata de las manos.
¡Mi teléfono, mi vida a sido arrebatada de mis manos!
Antes de poder manotear o incluso darle un golpe para que lo soltara, mi novio me abraza de atrás evitando que hiciera cualquier esfuerzo.
—Este teléfono se confisca —avisa quien me lo ha arrebatado.
—¿¡Enserio?! ¡Dámelo ya! —Grito como desquiciada, mientras observo como Fanny me grababa, no me importo —. ¡Qué me lo des! ¡Suéltame! ¡Mi teléfono!
Empiezo a patalear, lo cual Lenin tuvo que ejercer mas fuerza.
—¡Dáme el teléfono! —Indico, con la cara roja de cólera.
—Tranquila, solo es un teléfono —Indica Delsin con tranquilidad. Se da la vuelta, yo logro darle una patada en su rodilla trasera haciendo que se doblara, sin embargo no callo —. ¡Celeste!
—Eso te pasa por quitarme a mi bebé — me defiendo.
—Suficiente —me exclama Lenin en mi oído, lo veo con de reojo con cólera y el asiente a Fanny con una sonrisa malévola —. Ahora.
—¿Qué va a hacer? —Interrogo, observo como Delsin pone mi teléfono en la mesa y con un martillo.