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15. Delsin - "La canción"

La canción

* * *

Esperar en la parada de autobús no es nada divertido, todo lo contrario es aburrido. Veo la pantalla de teléfono y aun marca las tres y media con ello me da a entender que aun falta mucho para que pase.

Gimo en aburrimiento y me arrecholo a la sombra de un árbol; ya que el sol pica y eso me molesta.

—¡Hey! Deseen —saluda la chica de cabello castaño claro.

—Delsin —corrijo molesto. Se que sabe mi nombre mas no lo dice correcto, la veo reír un poco y acercarse a mi lado —. ¿Qué te trae por acá Fanny?

Fanny es mi compañera de clases, aunque toma la categoría ya de amiga. Y eso realmente no me molesta, mientras no este con Daniel para mi esta bien.

—Ay, Del. Acompañándote en tu aburrimiento —indica picando mi mejilla, retrocedo un paso de ella —, aburrido —dice rodando los ojos.

—Yo solo quiero irme ya —menciono acomodando mi mochila, que ya me esta cansando —, ¿Y Daniel?

—Ni me preguntes por ese patán —alzo un ceja confundido, siempre habla maravillas de el —. Por el casi te rompes la cabeza.

—No fue nada —le hago saber, pero ella simplemente niega poniendo una mano en su cintura, y aquí viene el regaño.

—¿Nada? Casi te da contorsión, y casi te desmayas en el acto. ¿¡Y para ti no fue nada?!

—Ya paso, déjalo en el pasado.

Me mira indignada.

—¿¡Pasado?! ¡Nada! —explota, los demás que iban saliendo en los carros se nos quedaban viendo —. La vida te da golpes y tu tienes que defenderte.

—O aprender a recibirlos —mascullo en defensa. Esta me mira con ganas de matarme —, es cierto.

—Pero llevas aguantando mucho de él.

—Es tu novio, debías de defenderlo.

Objeto algo enfadado.

—El que sea mi novio no quiere decir que no puedo ver lo que esta bien o esta mal, vamos Delsin. Dan es un total idiota.

Doy un suspiro de derrota y termino por poner los ojos en blanco además de aceptar.

—¿Y qué sugieres que le hagamos a tu novio? —siseo con algo de bruma.

—Primero, ya no es mi novio, segundo, metete con su cabello que tanto ama y tercero, déjamelo a mi.

Yo alzo las manos y solo atino a decir un si, no me gusta contradecir a Fanny, realmente a nadie de nuestro curso le gusta contradecirla.

—El autobús viene Del —volteo a mi izquierda y prácticamente corro a hacer la parada —, ¡Espérame!

Escuchó tras de mi, el autobús para y tanto yo como Fanny subimos; posicionándonos casi atrás.

—¿A dónde vas? —siseo acomodando la mochila en mi regazo.

—¿No escuchaste cuando pedí mi boleto? —yo niego y sonrió con inocencia —, voy a Hualahuises.

—Pero que lejos.

—Oh, cállate —la veo sacar su teléfono gris y ponerle los audífonos —, te quiero mostrar una canción.

Me tiende un auricular, lo tomo algo vacilante y lo pongo en mi oído.

—Es un vídeo para que no te aburras —me encojo de hombros, da igual, yo ya quiero escuchar su dichosa canción y no pensar en el olor del transporte que vomito.