“En una habitacion iluminada por altas ventanas, mostrando un cielo rojizo y despejado como los atardeceres de marzo, se hallaba un chico entre las sábanas... parecía tener una pesadilla porque no paraba de retorcerse y hablar en sueños”
Me desperté exaltado y alerta mientras miraba a todos los rincones, escudriñando en busca de los enemigos. Observaba desconcertado la mueblería dorada de piel, junto con el gran candelabro que parecía hecho de diamantes que colgaba justo por encima de su cabeza y las sábanas blancas y exageradamente rellenas.... ¿Había sido un sueño todo esto?
Tenía puesto un short y una camisa blanca muy holgada.
Me senté a la orilla de la cama (tuve que arrastrarme 2 metros para poder llegar hasta ella) y me concentré en recordar... Si habia sido un sueño, ¿Qué lugar era éste?
Los chicos en la fogata, Alejandro contándole planes y detalles, el té de Karla, todos en el suelo, Scott peleando...
Alan traicionandonos a todos...
Me paré del borde de la cama exaltado, con una pillama puesta y los pies descalzos, y me fijé por la ventana: Era una vista como de 10 pisos de altura. Lo único que alcanzaba a ver era un jardin gigantesco lleno de flores y una montaña que se alzaba a lo alto.
Era todo tan sofisticado como el castillo de la reina de Inglaterra. Era una prisión extraña... ¿Qué le hicieron a mi ropa? ¿Qué era este lugar? ¿Qué había pasado con los demás?
Llamaron a la puerta un par de veces. Concentré energía mientras trataba de recordar algún hechizo para escapar rápidamente.
-¿Puedo pasar?- Dijo una voz femenina y dócil.
Me puse detrás de la cama, usándola como barricada: Me habían capturado los enemigos y quién sabe qué cosas horribles me harían de ahora en adelante.
Una chica entró y cerró la puerta de la habitación. Era una chica de mediana estatura con cabellos plateados, ojos grises y cara fina. Tenía puesto un camisón largo blanco con unos shorts hasta un poco mas arriba de las rodillas que hacian juego. La chica traía una bandeja llena de comida.
-Espero que te guste el desayuno- Dijo colocando la bandeja en la cama.
Hice un movimiento con la mano para lanzar su hechizo, pero no funcionó. Traté de murmurar unos hechizos que seguramente lo ayudarían a escapar y nada pasó.
-La habitación se programó para aplacar tu magia. No malgastes tu energía de esa manera y ven a comerte el desayuno que te prepararon los sirvientes- Dijo la chica sentada en el otro lado de la cama mientras le daba palmaditas a las sábanas en gesto de que fuera a donde ella estaba.
-Quiero irme de aquí- dije con una mirada asesina- No entiendo qué quieren de mí y no entiendo qué le han hecho a Alan, pero lo quiero de vuelta tal cual y como era. No aceptaré nada de ustedes NUNCA.
-Creo que tienes razón si te das cuenta que te atrapamos, pero trato de brindarte la mayor comodidad y las cosas mas geniales... todo para que cooperes con nosotros, y así soltarte rápidamente- Dijo la chica sin alterarse con su voz amigable- En un dos por tres, tu amigo y tú podrán seguir con su vida.
-¿Qué quieren de mí?
-Permiteme presentarme: Soy Cassiopea, princesa de gran parte del NetherRealm y actual dirigente del gran Imperio Tervinter.
¿Cassiopea? ¿La supuesta chica que mandó a Charmcaster a mi casa?
Me abalancé sobre la chica con furia y la tumbé boca arriba en el suelo. La tenía agarrada por los hombros mientras la zarandeaba.
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†Maleficio†
Teen FictionMax Taylor es un jóven de 15 años, indiferente y un poco aburrido. Ha tenido pesadillas horribles que lo despiertan cada noche y poco a poco son más recurrentes y más claras, pero eso no es todo... Empieza a experimentar sucesos extraños en su vida...