El sol mañanero empezaba a salir y, a pesar de las nubes oscuras que pronosticaban que llovería hoy, el sol calentaba mi nuca de una manera molesta. Lo peor del cabello largo y negro es que absorbía el calor anormalmente. No me hacía nada de gracia cortar el césped del la Sra. Castillo, y mucho menos me hacía gracia levantarme a las 6 am para aguantar gritos de una vieja chillona.
Lo bueno es que iba por la mitad del jardín… no era mucho lo que llevaba, pero ya estaba cerca de terminar esta maldita tortura.
>Por si no les ha quedado claro, él odia cortar el césped<
¿En serio tienes que aclararlo?
>Y también odia a la Sra. Castillo<
No la odio a ella… sólo odio que sea tan holgazana y le pague a mi madre para que su “pequeño” tenga un trabajo, a pesar de ser menor de edad. No hay que negarlo… en realidad el dinero es mío, pero ¿de verdad lo vale?
Lo que se es que no me pagan lo suficiente para soportar como castañean sus idénticos de abuelita.
Mientras estaba ocupado en mi oficio, la Sra. Castillo se paró a mi lado. Simplemente seguí con mi trabajo.
-¡Ay Taylor… mírate!- me vio de arriba abajo- Tan flacucho y con el pelo tan desaliñado. ¿Tienes problemas en tu casa?
Vieja metiche…
-No- respondí a secas.
-¿Te alimentas bien?- Volvió a preguntar.
-Sí.
-Eso no explica por qué pareces un indigente- Insistió- De seguro eres uno de esos jovencitos que se droga en secreto. Puedes confiar en mi… no le diré a tu mamá, pero debes parar de hacer eso.
-Yo ni me emborracho ni me drogo- Me contuve.
Ya casi terminaba de cortar el césped, y menos mal, porque la furia que se arremolinaba en mí por las preguntas imprudentes de la vieja parlanchina iba a detonar en cualquier momento. Apuré el paso.
-Ay mijo… de verdad te pasa algo. Estas blanco siempre, tienes ese extraño brillo en los ojos, no hablas con nadie en tu colegio, no tienes casi amigos y no tienes novia- Su voz preocupada hacía que se me agotara la paciencia rápidamente- Eres anormal. Debe ser por la falta de una figura paterna.
Me detuve en seco. Sólo me faltaba un pedacito de césped por cortar para terminar. Las palabras retumbaban en mi mente como un eco…
-Pues… déjeme decirle que, ni soy anormal, ni me hace falta mi padre porque mi madre me cuida muy bien y no tengo ningún tipo de problemas con el alcohol ni con las drogas. Ahora, si me disculpa, me gustaría que metiera su maldita nariz regordeta en otro lado- Exploté.
Extrañamente, sentí como mi cuerpo se erizó y una cosa difícil de explicar recorrió mi brazo entero hasta el mango de la cortadora, que tenía agarrado fuertemente.
Acto seguido, hubo un chispazo en la máquina y empezó a echar humo. Fue extraño y me causó un pequeño shock, pero asumí que la podadora tenía un fallo en el circuito o algo… siempre les pasa a ese tipo de máquinas.
Me devolví a mi casa con mal genio a pesar de los gritos agudos que pegaba la vieja metiche para que volviera.
Si tienes amigos, eres un fiestero, pero si no tienes entonces eres un antisocial. Si tienes novia, eres un sádico, pero si no tienes eres un aburrido. Si estudias, eres un nerd, pero si no eres un vago. Si eres blanco es porque eres blanco, si tienes el cabello largo es porque tienes el cabello largo.
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†Maleficio†
Dla nastolatkówMax Taylor es un jóven de 15 años, indiferente y un poco aburrido. Ha tenido pesadillas horribles que lo despiertan cada noche y poco a poco son más recurrentes y más claras, pero eso no es todo... Empieza a experimentar sucesos extraños en su vida...