En el portal se podía sentir un frío polar en el viento. Al estar dentro de él flotabas… era como estar dentro de un cilindro y solo podía observar unas grandes paredes nubosas rojas muy tupidas y podía apreciarse algunos destellos como de rayos. No tenía ni idea de lo que iba a pasar después pero luego de unos 30 segundos llegué al final del portal.
Al salir de ese portal, me sorprendió que hubiera una superficie sólida para pisar. Observé a mi alrededor y me sorprendí por lo que vi: El cielo era del mismo tono que las nubes del portal pero tenía hoyos negros rodeados por nebulosa y eran muchísimo mas grandes que el que abrió Alan, El piso era de ladrillo pero había algunos que faltaban y podía observar la nebulosa (parecía una isla flotante en medio de un mar de nubes rojas), era una gran plaza con escaleras que iban a los lugares mas altos del lugar y otras que bajaban hasta donde se perdía la vista. Estaba atónito pensando en si ese lugar era seguro para estar porque se veía peligroso, hasta que una mano me agarró del brazo muy rápido
-¡Deja de mirar como un idiota el cielo! Tenemos que apresurarnos- Dijo Karla apresuradamente.
-¿Qué es este lugar tan extraño? ¿Ustedes viven aquí?- pregunté un poco confundido.
-No. Esta es la zona que conecta con todas las dimensiones del universo- Dijo Karla jadeando por la carrerilla que estábamos dando- Hay que darnos prisa porque cualquier cosa puede salir de cualquier portal.
-¿Osea que puede salir en cualquier momento un dragón de algún portal?- pregunté yo. Estaba jadeando por la carrerilla repentina.
-No tanto así- Respondió Karla al detenerse delante de un gran puente flotante. Alan estaba allí hablando con lo que parecía que era un hombre con una capa morada y sin rostro visible. Tenía las manos unidas como si estuviera rezando pero se veía espeluznante flotando en medio de la nada y estaba en frente de un portal muy grande
-¿Quién es ese?- pregunté yo en susurro a Karla porque no quería ser descortés con el hombre flotante.
-Es una Sombra Abisál- dijo Karla también susurrando- Son espíritus protectores de los portales que no dejan pasar a alguien que presente una amenaza. Nunca hablan pero se dice que lo saben todo y así pueden identificar a los maleantes que pasen por acá. Son espíritus que nunca mueren de causas naturales o físicas y pueden realizar magia muy poderosa si se lo proponen.
-¡Hey vengan aquí!- gritó Alan desde donde estaba.
Fuimos y nos paramos frente a la sombra flotante y aún no podía ver su rostro.
-Mire-Dijo Alan- estos son Sorcerers que van a pasar.
-¿Cuál es el problema Alan?- preguntó Karla.
-Que ahorita hay un problema con los portales y La Sombra no nos quiere dejar pasar- Dijo Alan preocupado- Tendremos que esperar a que empiece a funcionar de nuevo- Suspiró.
Pasaron 10 minutos más o menos y todavía el portal no estaba en las condiciones de usarlo. Estaba tirado en el piso de ladrillo gastado viendo “el cielo” de portales girando lentamente y la nebulosa echando destellos eléctricos de acá para allá. Estaba sumergido en pensamientos como: ¿Cómo serán las cosas en Magic World? Hasta que Alan me sacó de esos ensueños.
-Tengo que advertirte sobre varias cosas- Dijo Alan seriamente- Primero que todo, la mayoría de las personas en el Magic World no son inofensivas y se saben defender muy bien. En el Magic World no hay esa malicia de “yo te echaré un hechizo de daño periódico sin que sepas porque me da la gana”. Hay un pequeño objeto llamado “roca blanca” que sirve para ver de qué atributo eres, sin esa piedra es imposible saber con exactitud antes de que hagas un hechizo o muestres tu maná. No todas las personas son lo que aparentan, ya que se pueden “colar” especies del OutRealm, como los reptilianos, o especies del NetherRealm, como bestias horrorosas disfrazadas.
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†Maleficio†
Dla nastolatkówMax Taylor es un jóven de 15 años, indiferente y un poco aburrido. Ha tenido pesadillas horribles que lo despiertan cada noche y poco a poco son más recurrentes y más claras, pero eso no es todo... Empieza a experimentar sucesos extraños en su vida...