Los días en el S.C.A después del accidente tenían un aura de tensión tremenda. Ya todos los alumnos sabían del accidente y, con ellos, El Bestiario y La Capilla. La Capilla era la que más presión ponía sobre el colegio por el temor de que los Sorcerers se estuvieran saliendo de control y fueran a atentar contra la vida misma, así que sus guardias, o templarios, que eran Sorcerers Arcanos capaces de "encarcelar" el poder de otros, custodiaban día y noche las calles y la institución. Esos tipos eran tremendos abusivos, fanfarrones y estúpidos...
Por su lado, El Bestiario propuso un plan de cuidado personal para "ayudar" a los malditos templarios... ¿Cómo? colocando misiones de rastreo y captura de malechores, lo que se supone que es trabajo de los fanfarrones de La Capilla, pero no está mal brindar una ayuda a la comunidad... después de todo, las personas mismas eran las que impartían la justicia.
Al principio, Pam sabía los riesgos que tenía encima y las personas alrededor de mí, así que me asignó un escolta templario encubierto para protección extra. El chico empezó a vivir con nosotros en la casa y me la llevo bien con él... por ahora.
**TRES MESES DESPUÉS***
Era un grandioso día de invierno: todo estaba cubierto con un manto blanco, los árboles mostraban sus esqueletos sin hojas y la temperatura era baja, pero no tan insoportable.
Ese día cargaba mi chaqueta impermeable negra, así como mis pantalones; también me puse mi bufanda gris.
La calle central de esa pequeña ciudad estaba muy congestionada de personas comprando ropa de invierno, y otras personas un poco alborotadas por el fin del 1er lapso en el S.C.A.
Abriéndome paso entre la multitud por al menos 3 cuadras, llegué a un edificio de 5 pisos. En la entrada estaban 2 puertas grandes de madera de roble, rodeadas por un marco dorado y un gran encabezado inscrito en letras doradas que titulaba: Bestiario.
-¡Max, espérame!- Gritó Scott con voz firme.
Scott Kennedy era un chico de 17 años, ligeramente más alto que yo, delgado, con cabello ligeramente largo y despeinado color blanco perlado, ojos grises, tez blanca y fría como un casquete de hielo, un poco malhumorado y casi insoportable algunas veces. Su trabajo era, a parte de ser un aprendíz de templario, estudiar un nivel más alto al que cursabamos todos.
>Aparte de niñera, debía cursar el S.C.A<
Ese día cargaba un jersey azul turquesa con la capucha puesta, unos jeans negros y unos tenis celestes. ¿Cómo podía soportar tanto frío? ¿Los Cryos tenían los nervios de la piel muertos?
>No creo… Isabella siempre vive forrada hasta las orejas<
Esperé que Scott me alcanzara.
-¿No te da frío con una ropa tan básica como esa?- Le pregunté.
-Windtress-Cryos- Dijo cortantemente.
Se me olvidaba que él era un Windtress-Cryos. Los templarios pueden ser de cualquier atributo… no sólo de Arcano. El atributo Windtress puede especializarse en calor, arena, nevadas y otras cosas geniales. Scott es de nieve.
>Ahora no te vas a sentir especial con tu telepatía<
Por suerte…
Me disponía a subir los escalones para entrar por las grandes puertas.
-¡Hey, Max!- Dijo la voz de Alejandro.
Volteé al instante y lo ví allí, parado con un gran abrigo con capucha de piel.
-¡Hey Alejandro! Pensé que ya habías regresado a la casa. Esta mañana me dejaste en allá. Me desperté y eran como las 10 de la mañana, y cuando bajé, ya te habías marchado- Hice una pausa- ¿Ya fuiste a recoger las calificaciones del 1er lapso al S.C.A?
ESTÁS LEYENDO
†Maleficio†
Novela JuvenilMax Taylor es un jóven de 15 años, indiferente y un poco aburrido. Ha tenido pesadillas horribles que lo despiertan cada noche y poco a poco son más recurrentes y más claras, pero eso no es todo... Empieza a experimentar sucesos extraños en su vida...