Capítulo #5 Un Regalo de Cumpleaños

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La lluvia seguía cayendo sobre mi cabeza mientras estaba sentado en la acera pensando en todo lo sucedido. Tenía tantas cosas en mente ahora que me dolía la cabeza. Mis piernas seguían un poco paralizadas del terror que sentí pero, analizando todo lo ocurrido, llegue a una conclusión de que todo había sido una mentira…

 -¡Claro!- pensé- ¡El golpe que me dí en la cabeza cuando rodé por las escaleras! ¡Esto es un mal sueño! Debo estar en el suelo de las escaleras… pero, como despierto?

 De inmediato escuché un llamado al fondo:

 -MAX TAYLOR VEN ACA EN ESTE INSTANTE- Era mi madre gritando.

 Volteé para atrás y vi que estaba parada en la puerta de la casa. Pensaba “Solo es un sueño” pero se sentía real la lluvia y el frío. Tal vez así se sentía estar inconsciente en el suelo. No me costaba nada ir, al menos para evitarme problemas con mi madre imaginaria.

 Me paré (se me estaba pasando el entumecimiento de las piernas) de la acera y me acerqué rápidamente hacia la casa. Al llegar a la puerta mi madre estaba gritándome:

 -¡MIRA COMO ESTAS EMPAPADO!- gritó mientras me buscaba una toalla para secarme- ¡DEBES ESTAR CALADO HASTA LOS PIES! Ya te voy a hacer un té caliente- agregó mientras iba a la cocina de nuevo pegando gritos de reclamo como toda madre lo haría.

 Sentía el calor de mi hogar… ¡no podía ser un sueño! Entonces, todo lo que pasó en realidad lo había vivido. Pero… ¿como puede ser posible?. Me dolía la cabeza mucho y el chichón me palpitaba intensamente. Mi madre me sentó en un sillón de la sala con la chimenea prendida que ayudaba a darme calor. Me quedé dormido…

 -Max despierta- susurró mi madre- aquí está tu té recién acabado de hacer.

 Estornudé estridentemente y me volqué un poco del té encima.

 -Yo todavía no entiendo que hacías ahí como un tontote sentado y mojándote-dijo mi mamá molesta- si no es mucho pedir, ¿podrías explicarme que hacías allí? Y no vengas a decirme que es una nueva moda "Jicter" pescar un resfriado como un pendejo bajo la lluvia, y tampoco vengas con que es culpa de la Adolescencia.

 Mil pensamientos pasaron por mi cabeza en ese momento. No podía decirle a mi mamá que un monstruo lagartija me quería matar por cumplir 15 años y que Alan lo cortó en miles de pedazos… ¡MILES DE PEDAZOS EN LA ACERA! PODÍAN SEGUIR ALLÍ.

 Corrí a toda velocidad hacia la ventana y vi la acera: no tenía ni un pedacito de lagartija cortada. ¿Quién carajo limpia tan rápido? No había escuchado ningún gritoy todo se veía igual. Ya había escampado por completo y ya se podían ver los charcos en la calle desde la ventana y el sol empezaba a salir.

 -Ehm… no nada- dije distraídamente- me quedé afuera porque no traje llaves.

 -¿Y por que no tocaste el timbre en vez de quedarte sentado en la acera?- preguntó ella irónicamente.

 -Oh! Cierto- sonreí rascándome la cabeza.

>Que fácil es hacerse el idiota para evadir situaciones...<

Mi madre suspiró ruidosamente mientras se palmeó la frente.

 -Vete a cambiar que estas todo mojado- dijo mi mamá mientras iba a la cocina a preparar el almuerzo- no creas que no vamos a celebrar tu cumpleaños, así que ponte cómodo porque invité a unas personitas.

 Suspiré. No tenía ganas de ser el centro de atención de ese día porque tenía los pensamientos hechos un rollo.

 Subí las escaleras, entré al baño y me bañé con agua caliente para recuperarme un poco. Me puse unos shorts y una camisa al azar de mi closet y me lancé en mi cama.

†Maleficio†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora