¿Qué pasó? Me quedé en shock. Por lo que parecieron horas, me quedé paralizada, sin decir ni hacer nada. Magnus.
―Calipso ―dijo Leo―. Está herida, ¡hay que rescatarlas!
Se fue corriendo a una parte del barco que no llegué a ver, ya que apenas veía.
―Annabeth ―gritó Cárter―. ¡Haz algo!
Me comenzó a mover, pero yo no respondía. Magnus, mi primo. ¿Lo matarían? ¿Qué le harían? Piper.
―¡Leo, basta! ―gritó Cárter, y solo en ese momento reaccioné. Tenía que saber que pasaba, no podía quedarme como una inútil―. No podemos volver, hay que ir ya. Estamos cortos de tiempo, los primordiales salen cada vez más rápido. Hay que llegar antes que todos juntos.
―¡No me importa! Voy a salvar a Calipso y a Piper, pueden buscar otro transporte.
―¡Leo! ―le grité―. Te entiendo, yo igual quiero ir a salvar a mi primo junto a Piper, hasta a Calipso. Pero no podemos.
―¿Por qué no? ¿Quién lo impide?
―Pues yo ―le dijo Cárter, y se le plantó delante, con aire de tener una ganas de golpearlo. Leo lo soltó el timón y lo imitó. ¿Se atacarían? Mejor no averiguarlo.
―¡Basta! ¿Es qué no ven lo que hacen? Ellos quieren que peleemos, nos quieren dividir. No podemos ser tan ingenuos de obedecerles. Y Leo, si destruyen Grecia ya no tendrás a quien salvar, todo se habrá destruido. ¡Todo! Ellos dominarán todo.
Leo se quedó pensando, luchando para no soltar lágrimas. Me acerqué a él, y lo abracé.
―Tranquilo, los rescataremos ―le dije.
―¿Y cómo?
―El grupo de Sadie puede salvarlos. Esa fue si misión principal, ¿no? Salvar a tres semidioses.
―Sí ―dije―. Pero no es seguro que ya lo hayan logrado.
―Pues veamos.
Hicimos el mismo proceso de siempre, Cárter llamó a Sadie. Estaban escondidos, en una cueva.
―¡Sadie! ―gritó Cárter. Grave error, un gran rugido surgió.
―¡Shh! ―dijo Sadie, y acto seguido habló lo más despacio que pudo―: Ptolomeo tiene a los tres chicos.
―¿Qué? ―pregunté. ¿El otra vez?―. ¿Y para qué los quiere? No son sátiros, ¿estará Grover por ahí?
―No sabemos, seguimos escondidos. No hemos podido ver a los chicos, pero muy pronto.
―Les tengo una nueva misión ―Sadie me miró, extrañada. ¿Otra misión?―. Se llevaron a Magnus, Piper y Calipso. No sabemos quien, creemos que son los enemigos nórdicos de Magnus, hay que rescatarlos. Que vayan sus amigas, Sam y Alex, ellas saben mejor que nadie sobre sus enemigos. Sabrán que hacer.
―Un momento, ¿esperas que dos personas rescatemos a tres chicos de un gran monstruo?
―Eh... Sadie, yo se que puede sonar...
―¡Perfecto!
―¿Eh? ―¿qué? Sadie si que era (es) rara.
―Que me encantan los desafíos. Ahora les aviso, les corto que tenemos problemas. Creo que me escucharon, no sé. Bye.
―¿Y si llamamos a Piper? ―preguntó Cárter.
―No sé, ¿y si le están haciendo daño? ―dije―. No podría soportarlo.
―Hay que arriesgarnos ―dijo Leo, y acto seguido hizo un arco iris, donde dijo:―. Oh, diosa de arco iris. Acepta mi ofrenda. Piper McLean, donde sea que esté.
La imagen se demoró un poco, como hace cada vez que no decimos el lugar.
Pero luego apareció, Piper herida, y llorando.
―Piper ―gemí. Ella me miró, y sus ojos brillaron―. ¿Qué pasó?
―¡Se lo llevaron, Annabeth! ―dijo Piper, alterada―. No se donde está, solo se que cuando desperté me encontraba sola. Los dos se habían ido. Y no se donde estoy, estoy algo así como en unas rejas, ¡no lo sé!
―¿Cómo sabes qué se lo llevaron?
―Él no me dejaría sola.
―Tal vez Calipso se puso mal y tuvo que llevársela ―sugirió Cárter. Leo lo miró, con el ceño fruncido.
―¡Ya habrían llegado! Se han demorado mucho. Nos estaban siguiendo unos monstruos horribles. Yo les hablaba, pero no me obedecían. ¡No sabía que hacer!
―Son nórdicos, tú griega. Tiene sentido que no haga efecto ―le dijo Cárter.
―Sí, pero eso es rato para mi. Estoy acostumbrada a decirle que hacer a mis enemigos, ¡es mi arma! ¿Y si no funciona? Puedo pelear, pero ¡eran enormes! Dijeron que entregaran a las hijas de Loki. Buscan a las chicas, junto a él. Los quieren a los tres. Conocí a los amigos de Magnus, también los tienes. Solo les falta Sam y Alex, ¡hay que avisarles! Tengo miedo, Annabeth. Mucho...
Se quedó paralizada. ¿Qué pasó? Un grito, eso pasó.
―Me tengo que ir ―dijo, asustada―. Alguien viene.
Y acto seguido, el iris se cortó.
Mi primo, Piper, Calipso. Arriesgándose por mi, por ayudarme a mi. Magnus, Sam y Alex metidos en mi guerra, cuando tenían la suya.
Esto estaba mal, ¡mal! Ya no quería más gente dañada por mi culpa. Tendría que seguir sola, si le hacian daño a Hazel, a Sadie, a Cárter... a Percy... junto con los chicos, claro. No me lo perdonaría. ¿Y Leo? Se arriesgó por venir aquí, lo obligué a separarse de su amor, para yo no separarme de Cárter.
―Lo siento, chicos ―dije―. Pero tengo que seguir sola
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Annabeth Chase y el Gran Viaje a Grecia
FanfictionTodo comienza con una traición. Luego sigue con una desaparición. Lo transcurre una misión. Hasta que acaba en un gran viaje. Un gran viaje a Grecia. Annabeth Chase, se enzarza en una búsqueda por todo el mundo. La nueva tercera gran profecía. ¿Será...