―¡Es ella! ―grité.
―¿Quién? ―preguntó Sadie.
―¡Es Nyx, la diosa griega de la noche. ¿Pero qué hace aquí? Se supone que solo sale de noche.
―¿Enserio preguntas? ―respondió Hazel―. Los hijos de Caos nos buscan, no quieren que lleguemos a Grecia, harán lo que sea para impedirlo.
―¡Hay que correr! ―exclamó Cárter.
―Bien, genio ―dijo Sadie―. ¿Alguna idea de como salir? Por si no te diste cuenta, ¡estamos atrapados!
―Solo es cuestión de subir los seguros ―dijo, y acto seguido subió un seguro, tras otro y otro―. ¿Ven? No era tan...
―¿Tan qué, genio?
Los seguros se habían bajado unos segundos después. ¿Qué estaba pasando?
―Y Will sigue sin aparecer ―dijo Sadie, algo triste.
―¡Ahí está! ―gritó Piper.
Era... esperen, ¿era él? Técnicamente sí, pero su aspecto había cambiado de forma radical. No sabría como describirlo, estaba tan raro, tan distinto.
―No, no, no ―se repetía Sadie una y otra vez.
―¡Yo sabía que algo tramaba esa chico! ―le lanzó una mirada a Sadie como diciéndole "te lo dije"―. ¿Se puede saber qué es? Es como si estuviera flotando.
―Es un espíritu de la tormenta.
Entre los cuatro la miramos, sin comprender.
―Annabeth, ¿tú llegaste a verlo? A Dylan, tenía el mismo aspecto. El día que nos conocimos.
―Sí, claro que lo vi. Es cierto, es un espíritu de la tormenta.
―Esperen ―dijo Sadie―, ¿alguien me puede explicar de una maldita vez que es un espíritu de la tormenta?
―Trabajan para Gea ―expliqué, era lo único necesario para saber: eran malos.
―¡Se acercan, ya! ―exclamó Piper.
―Excelente trabajo, Will ―escuchó decir a la diosa―. Ahora, hay que compartir unas cuantas palabras con ellos. Dejenlos salir.
Los pestillos se abrieron de inmediato. Pero igual así, ninguno se movió.
―¡Muevanse! ―les exigió Will―. Vengan ya ―dijo, y arrastró a Sadie con él, cogiéndola del brazo―. No querrán que la lastime, ¿verdad?
―Si le tocas un solo pelo ―comenzó Cárter―, te juro que...
―¿Qué? ―se mofó.
Cárter, resignado, se levantó y siguió a Will hasta donde se encontraba Nyx.
―Si no vienen, tendré que matar a este par ―amenazó Will.
―¡Ya vamos! ―dijo Hazel, y también se paró.
A Piper y mi no nos quedó más remedio que avanzar, no teníamos escapatoria. Era el fin del viaje. No nos podríamos juntar con... ¡No! Teníamos que verlo. Haría lo que fuera por salir de ahí, ¡lo que fuera! Tenía que hacerlo Piper... y obviamente Hazel. Pero sobre todo por Piper. Algo tenía que hacer.
Al llegar al lado de la diosa, esta se dijo:
―Que lindo verte, querida ―le dijo a Annabeth―. Después de tanto tiempo. Y esta vez no vienes en compañía del hijo de Poseidón. No, él ya no importa, no más que tú. El ya no es el héroe de la profecía... lo eres tú. Tú salvarás al mundo... o eso intentarás. Porque claro, yo y mis hermanos lo impediremos. Iremos a Grecia, destruiremos a los dioses, ¿y saben lo mejor de todo? Que ustedes no podrán detenernos. No, ¿cómo lo harán? Si estarán muertos, Will... encargate de ellos.
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Annabeth Chase y el Gran Viaje a Grecia
FanfictionTodo comienza con una traición. Luego sigue con una desaparición. Lo transcurre una misión. Hasta que acaba en un gran viaje. Un gran viaje a Grecia. Annabeth Chase, se enzarza en una búsqueda por todo el mundo. La nueva tercera gran profecía. ¿Será...