―Afrodita me dijo que el enemigo de esta guerra es Caos ―conté.
―No entiendo ―dijo Piper―. ¿Por qué Caos va a querer destruir el mundo?
―Porque él cree que los dioses lo hemos arruinado todo. Y fue así, hasta que llegué yo. Y todo en el Olimpo mejoró ―dijo Ares.
Las tres nos miramos, sin querer decir nada. La verdad era que Ares no era nuestro dios favorito.
―Él quiere mandar a sus hijos a Grecia. Dice que si lo destruye, caeremos enseguida. Y es verdad ―prosiguió el dios.
―Pero, ¿cómo? ―preguntó Hazel―. Todos los dioses primordiales están en el Tártaro. ¿No es así?
―Es así, hija de Hades. Pero...
―Plutón ―interrumpió Hazel. Grave error.
Ares la fulminó con la mirada. Sentía que en cualquier segundo la fulminaría.
―Si no fuera porque esto es en verdad importante, te tiro al Tártaro ―amenazó.
―Bien, señor Ares ―decidí intervenir―. ¿Pero qué? ¿Están haciendo un plan para sacarlos de ahí?
―Por supuesto. Caos está debajo del Tártaro, puede hacer eso. Y lo hará, se los aseguro. Y ustedes deberán intervenir. Si no, puede ser la destrucción del mundo entero. Va a haber mucha guerra, y sangre. ¿Creen que eso me disgusta? Es todo lo que he esperado. ¿Y sabes la mejor parte? Percy no es el héroe, eres tú. No admiro a Atenea, pero te prefiero a ti, en vez de al hijo del viejo barba Percebe.
―¿Entonces debemos evitar que Caos los saqué del Tártaro?
―Así es. Aunque creo que para eso ya es un poco tarde. Si consiguen evitar eso, genial. Pero si no, tendrán que viajar a Grecia, a detener a los primordiales.
Una misión, un viaje. Un viaje... ¡Un momento! El viaje. Ese es el viaje.
―La profecía decía que haríamos un viaje.
―Entonces me temo que no podrán evitar que salgan. Cualquier persona normal les diría que no hicieran nada, que emprendieran el viaje ya, y no perdieran tiempo evitándolo. Yo no, tienen que intervenir. No pueden simplemente dejar que Caos libere a sus hijos. Tiene que haber guerra.
―Lo más fácil sería ir ya a Grecia, para ganar tiempo. Si no, perderíamos seguro ―observó Hazel.
Ares la volvió a fulminar con la mirada. No tenía mucha paciencia, ni nada.
―Mira, niña. Si vuelves a... ―comenzó.
―Señor Ares ―intervení―. Tiene usted mucha razón. Pero no creo que sea lo mejor. Hazel tiene razón, lo mejor es partir ya.
―Si eso creen. Yo ya cumplí a lo que vine. Dicen que hay un traidor. ¿Ya saben quién es?
Negué con la cabeza, pero comencé a sospechar de él. Tenía una mirada de que sabía quien era.
―¿Usted lo sabe? ―preguntó Piper.
―Si lo sabría, todo sería más fácil. Tiene que ser una misión, tienen que descubrirlo ustedes.
―¿Entonces lo sabe? ―preguntó Hazel. Otro grave error.
―Bien, señor Ares. Tenemos que irnos ―decidí intervenir. Antes de que Ares volviera a amenazar a Hazel.
―Bien, yo ya di mensaje. Es hora de irme. Suerte, hija de Atenea.
Y así, se desvaneció en una nube de humo.
ESTÁS LEYENDO
Annabeth Chase y el Gran Viaje a Grecia
FanfictionTodo comienza con una traición. Luego sigue con una desaparición. Lo transcurre una misión. Hasta que acaba en un gran viaje. Un gran viaje a Grecia. Annabeth Chase, se enzarza en una búsqueda por todo el mundo. La nueva tercera gran profecía. ¿Será...