Caminos que se cruzan.

207 38 10
                                    


La primera semana de Viktor en el nuevo hospital pasó tan pronto que no podía creerlo.
Logró adaptarse al horario nocturno con rapidez, dormía lo suficiente e incluso hacía ejercicio con Makkachin cada tarde cuando ambos salían a recorrer la cuidad que era ahora su nuevo hogar.

Tener a Chris allí influía mucho en su buen ánimo. El rubio lo mantenía entretenido recordando historias de cuando eran más jóvenes o comentando chismes sobre sus nuevos compañeros de empleo.

—Debes tener cuidado Viktor, la doctora Mila Babicheva puede ser muy bruja si se lo propone. Si te invita a salir dile que eres homosexual —sugería su amigo.

Chris se había propuesto conseguirle pareja a Viktor lo antes posible, aunque esta tarea se le dificultaba un poco ya que, al estar comprometido, su futuro esposo no le permitía ir a bares solo.

—Masumi confía en mí, solo que dice que soy tan atractivo que los jóvenes no dejarán de mirarme y te no pondrían atención en ti —afirmaba para excusarse con Viktor. Su amigo reía ante estas ocurrencias, sabía perfectamente que era una excusa, pues, conociendo a Chris; su pareja temía por el pasado seductor que tuvo.
Viktor recordaba que su amigo y colega fue bastante inquieto en sus relaciones pasadas.

A Viktor no le interesaba ir a ningún bar a buscar romance, estaba demasiado ocupado con su empleo y Makkachin como para tener que estar al pendiente de alguien más.
Oír a su amigo hablar de su pareja y citas lo llevó a reflexionar sobre cuándo había sido su última salida. Había pasado tanto tiempo que no lo recordaba.

La alarma de Chris se activó cuando Viktor le comentó que su nueva vecina lo había invitado a tomar café y conocer el vecindario. Chris mencionó que esa podría ser una gran oportunidad para el romance, mientras su amigo sólo pensaba que sería agradable que alguien más lo guíe para conocer la cuidad y ampliar sus amistades. Después de intercambiar opiniones con el rubio, decidió aceptar.

El sábado iría al café que estaba a tres calles de su departamento para charlar con la joven.

Desde que Yuuri tuvo frente suyo al doctor Nikiforov, se olvidó por completo de su amigo virtual. Pasó toda la semana observándolo en silencio, acercándose a su zona para verlo unos segundos o reuniendo información que Sara y Phichit lograban recolectar. Éste último descubrió que su amigo se sentía atraído por el doctor casi de inmediato, lo conocía lo suficiente para descifrar que las miradas que le daba no eran las usuales, más decidió no molestarlo aún, recordaba que todavía le era difícil salir del todo del closet, por esta razón decidió apoyarlo silenciosamente.

—Dime Yuuri, ¿qué ropa escogiste para tu cita de mañana? —preguntó Phichit. El otro enfermero casi se ahoga con su café al recordarlo, mientras el moreno se reía e intentaba tomarle una foto a su amigo para luego burlarse.

—Casi lo olvido —afirmó Yuuri—. Aún no pensé en eso. Ni siquiera le respondí los últimos mensajes. Espero aún quiera que nos veamos.

—¡Estoy seguro que se muere por verte! ¡Eres el amigo más guapo que tengo! —sentenció Phichit para subir el ánimo de Yuuri. Después de eso consultó el pronostico del tiempo para darle indicaciones sobre la vestimenta que debería usar en su cita.

Yuuri estaba aliviado de tener a alguien como Phichit a su lado, siempre dispuesto a ayudarle e incluso recordarle sobre la cita que su distracción casi le hace olvidar.

Camino A Tu Lado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora