Tres meses pasaron desde que Viktor comenzó a trabajar en el hospital. En este tiempo logró disfrutar su trabajo como nunca antes había hecho.
Consiguió llevarse muy bien con todos sus compañeros y pacientes, el cálido ambiente y el compañerismo diario de sus colegas hacía que se sintiera a gusto por lo que el estrés que arrastró durante años en su antiguo empleo había disminuido casi en su totalidad.
Sus momentos libres los seguía pasando con Makkachin, incluso algunas veces solía ir al refugio de animales para que su perro juegue con otros animales y de paso visitar a sus nuevos amigos o llevar donaciones.Por supuesto que sus salidas con Yuuri aumentaron. La confianza entre ambos también. Era inexplicable el sentimiento que le producía estar con él.
Al compartir ámbito laboral sabía que podían hablar de lo que fuera sin aburrirse, incluso luego de estar horas trabajando sabía que podía escribirle y hablar de lo que sea que lo distraiga.
Yuuri era su escape, la persona que en ese momento más lo comprendía. Gracias a esto pasaban casi todos los fines de semana saliendo a comer, viendo películas o paseando a Makkachin.
Katsuki se convirtió en una de sus personas favoritas, una de las personas con quien más se divertía. Adoraba su relación con el joven japonés.Hoy se encontraba almorzando en un modesto restaurante con Chris y su pareja. Actividad que acordaron hacer tan seguido como puedan ya que el rubio suele quejarse de que Viktor pasaba demasiado tiempo con Yuuri y casi nada con él, que seguía siendo su mejor amigo.
Viktor charla con ambos mientras los observa, realmente disfruta el verlos tan unidos. Ver como se toman de las manos de forma casi inconsciente, ver como Masumi acomoda el cuello de la camisa de su pareja o como se dejan pequeños besos sobre las mejillas; imágenes sumamente adorables que disfruta en silencio mientras anhela tener algo así.
Cuanto más lo piensa, la imagen suya y de Yuuri es la que viene a su mente, esos pequeños mimos que ve en sus amigos anhela tenerlos con el joven. Se imagina a sí mismo almorzando con Yuuri, como siempre, sólo que se toman de sus manos mientras se observan y sonríen.
¿Será que Yuuri piensa lo mismo? ¿Le agradaría tenerlo así? Su relación actual esta bien. Son dos amigos que salen, hablan de su trabajo, de sus pasatiempos. Comparten mucho de su tiempo, incluso Yuuri le enseñó a jugar videojuegos, aunque Viktor aún no termina de aprender a usar los controles, se divierte compartiendo dicha actividad con Yuuri.
Le gusta verlo sonreír, adora como brillan sus ojos cuando se ilusiona, el hoyuelo que se marca cuando sonríe o el rubor que se marca en sus mejillas luego de reír en demasía.
Chris y Masumi parecen perdidos en una burbuja hablando sobre las travesuras de su gato que ocasionó su última discusión, pronto se reconcilian, Chris apoya la cabeza sobre el hombro de su pareja y ambos sonríen con calidez. Viktor los ve mientras repasa algo que vivió hace unas semanas, cuando él y Katsuki salieron de Picnic. Ese día fue bastante soleado por lo que acordaron salir a almorzar junto a sus mascotas. Viktor conoció a Vicchan, quien parecía una versión pequeña de su mascota, el can se llevó muy bien con Makkachin casi de inmediato.
Escogieron ir a un parque que queda a 20 minutos de donde viven para que los perros tengan espacio suficiente para jugar con libertad. Al llegar casi de inmediato los animales salieron a correr por el verde espacio mientras sus amos almorzaron sándwiches de jamón con queso para luego salir a correr tras sus mascotas.
En un momento a Viktor le pareció divertido correr a Yuuri. Lo corrió por varios minutos hasta alcanzarlo, o mejor dicho, hasta que el japonés se cansó y se dejó atrapar, una vez que lo consigue ambos caen al pasto muertos de risa, como si fuera poco Viktor comienza a hacerle cosquillas en la panza. Yuuri se remueve sobre el pasto intentando decir que pare mientras sus perros intentan ayudarlos con ladridos.

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Camino A Tu Lado.
FanfictionYuuri es enfermero y se ha dedicado solamente a estudiar y trabajar. Víktor es un doctor ligado completamente a su profesión. Ellos tienen algo más en común que su carreras: ambos han caído en ese laberinto de salida dudosa llamado soledad. Pero, ¿q...