capitulo 18: los recuerdos de gabriel

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Capítulo 18:

"voy a regresarte a salvo..."

Fue lo que gabriel exclamo con tanta determinación, sus ojos purpuras no dejaban de verme fijamente, me sentí intimidada... por acto de reflejo retrocedí mi cuerpo pero sentí una gran pesadez alrededor de mis hombros.

No le di importancia, espera ¿Por qué quiero evitar mirar...? Desde hace un buen rato siento que algo va mal, pensé que era algo externo pero---

En el momento que mi mente se quedó en blanco gabriel acorto su distancia conmigo aun velocidad mucho mayor a la de estiven, casi parecía que se estaba teletransportando de un lado a otro, el balance de mi cuerpo se perdió cuando intente cubrirme por esa razón el puño derecho llego a la base de mi estómago, continuo de un gancho izquierdo directo al mentón.

No había dolor pero mi cuerpo no me respondía, aun había algo que no me dejaba tranquila... maldición no puedo pensar en nada, gabriel seguía golpeándome, llego un momento en el que su golpe no conecto, mi brazo derecho inconscientemente se movió y lo bloqueo... un momento ¿este es mi brazo? No puede ser, debe haber algún tipo error, mi brazo está muy lejos de llamarse "humano" ¿en qué momento paso esto? No lo entiendo, pensé que había sometido a las bestias dentro de mí.

-¡ya te diste cuenta, sara ¡ ¡si es así, entonces te pediré que aprietes bien los dientes ¡

Un uppercut, se dirigía hacia mí, era imposible esquivarlo o bloquearlo, además para que quisiera bloquearlo, me tomo tiempo pero ya entendí que el poder que trate de usar se salió de control, así que lo más sensato sería dejarme noquear para no seguir causando problemas...

-... ¿eh?

El uppercut fue detenido por la palma de mi mano derecha, gabriel quien estaba seguro que dejaría que me noqueara quedo aturdido pensando en un sinfín de probabilidades, tal vez vio que su vida peligraba por esa razón tomo distancia dando un gran salto, cuando sus pies tocaron el suelo, pregunto.

-¿Por qué...?

Tal vez no lo entiendas pero... no dejare que me salven, si en estos momentos no me hago más fuerte, si no logro dominar este poder por mí misma, entonces ¿cuando podré hacerlo?, ¿cuándo ya no me quede nadie a quien proteger?, cuando vea morir a todos, al igual que aquel joven que vio morir uno por uno a sus seres queridos hasta que solo quedo su amada a quien igual perdió.

No quiero eso, no voy a permitirlo, no está ves... me levantare yo misma.

¿¡ Me están escuchando, verdad...¡?

¡¡ Ya basta de sus juegos estúpidos ¡¡

***

-vaya, te percataste muy rápido del engaño.

-de seguro fue gracias a aquel repugnante ángel caído.

-sí, es lo más seguro, sus lazos tienen una sincronía increíble.

-entonces...

-¿Qué te pareció nuestro poder?

-es un poder que aun que quieras, no podrás dominar.

-solo ríndete ante nosotros y déjanos manipular tu cuerpo hasta su fin.

Las siete bestias se encontraban a mí alrededor, cada uno poseía una forma diferente, uno era un dragón gigante de color carmesí, el otro un tigre con diez cuernos y tres cabezas, el siguiente un león imponente con alas blancas, alrededor de su cuello tenía un collar hecho con cráneos, el cuarto era algo parecido a un oso grizzli, solo que su parte de su cara parecía estar expuesta, sin nada de piel o pelo, el quinto y el sexto no tenían una forma definida, eran un sinfín de cadáveres putrefactos que se adherían entre sí, la corrosión que desprendían de sus cuerpos parecía ser mil veces más peligroso que el ataque que recibí del dios de la biblia, definitivamente moriré si lo toco.

La guerra por el apocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora