Desde el instante en que lo vi, quedé cautivada. Mi mundo giraba en torno a él, una dependencia irrefutable. Me hirió profundamente, pero de esa herida surgí fortalecida. Él me destrozó, pero al hacerlo me hizo mas fuerte.
Al principio, fue mi cond...
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Dicen que este mundo es para los valientes, aquellos que toman el riesgos aún sabiendo que serán destrozados. Aquellos que prefieren amar con intensidad que no haber amado nunca. Aquellos que sin importar todo el dolor y sufrimientos que tuvieron aún eligen amar
Me toca elegir esta vez y no se si escuchar a mi mente o escuchar a mi corazón. Hay una batalla en mi interior. Una parte de mi quiere huir lo más lejos posible, mientras la otra quiere quedarse.
Una quiere estar con Axel.
La otra quiere alejarse de él. ¿ Pero a cual de las dos escuchar?.
La parte que sufrió o la parte que aún lo ama.
Es por eso que estoy aquí, delante de la puerta del apartamento de Axel. Para tomar aquella decisión que me cambiará la vida y la de él. Estoy a solo un toque de elegir. Estoy a un paso de lo que será mi futuro.
Pero la pregunta es: ¿ Que elegir ? Si darle una oportunidad o mejor dicho darnos una oportunidad o no hacerlo.
Si coger el camino fácil o el difícil.
Pero sobre todo amar o no ser amada por él chico que te hizo pedazos. Y ahora quiere juntar tus partes rotas y crear algo hermoso con ellas; Mi cabeza es un lío de pensamientos contradictorios. Pero no es de eso que trata la vida, de sufrir, llorar, sonreír, perdonar y sobre todo amar. Creo que sí la vida fuera tan simple no se llamaría vida, porque si fuera tan sencilla todo sería aburrido. Pero la vida es pasar por momentos que te destrozaran pero te harán más fuerte, por momentos que te quebraran pero no apagarán tu fuego, tu fuerza interior, tu luz y te harán la persona que hoy en día eres y serás. Así que decido dar ese último paso y ser valiente porque este mundo es para aquellos que se levanta aún sabiendo que no hay muchas esperanzas. Pero si un Rallo de luz al final del camino. Toco su puerta y espero mi destino con la frente en alto. Estoy nerviosa y un poco asustada, pero recuerdo que es ahora o nunca y cuando la puerta se abre y es mi cierre quien está parado delante de mí. Decido que es momento de una decisión difícil.
Miro el rostro de quien fue y siempre ha sido mi todo, veo sus ojos y en ellos puedo sentir la pena y la esperanza, nos toma unos segundos en asimilar nuestras miradas.
Tomo una respiración profunda y hablo. - Es momento de hablar Axel - Y con estas simples palabras sello nuestro destino.- Puedo pasar.- Él asiente con la cabeza.
- Claro que puedes, Pasa - Axel se pone a un lado para que yo pueda entrar. Camino con la cabeza en alto, pero con los nervios a flor de piel, me doy la vuelta y ahí está él, tiene una sudadera con el logo de su equipo y unos pantalones holgados, ¿cómo puede verse tan bien con algo tan simple?. No puedo apartar la mirada y aunque quiera no podría dejar de hacerlo, porque sería un pecado. Él es todo pero a la vez nada y eso es algo que no puedo negar. Él está parado ahí esperando lo que diré. Así que decido ser fuerte y hablar.
