Puede un hombre enamorarse de unas tetas, pues creo que sí, porque simplemente con ver las de Eisel, soy un hombre enamorado. Son los pechos más hermosos y desde hoy me declaro un hombre de tetas, las de mi Eisel.
Tomo una entre mis labios y la chupo haciendo que ella suelte un pequeño suspiro. Mierda son tan dulces como imagine que serían, y me pierdo en lo bien que saben, ella se sujeta de mis hombros y acerca más su pechos.
—¡Oh, Dios!, Esto es demasiado...— Escucho su súplicas.— Axe... Axel... Yo... Yooo.— Es tan sensible casi como si nunca nadie haya hecho esto, me toma una segundos darme cuenta de ellos y levanto la cabeza bruscamente. Eisel grita por la perdida, pero esto es más importante que mis ganas de comerme sus tetas.
—¿Tú eres virgen?—Le pregunto, estoy conteniendo la respiración, mierda... Di que sí... Di que sí, por favor. Pero aunque no lo sea, ello no impedirá que la siga amando; que es lo que estoy diciendo claro que no. Ella desvía la mirada y se sonroja, no me mira a la cara cuando lo confirma.
—Sí, soy virgen.— Dice llena de vergüenza. Mierda, me iré al puto infierno, mi polla amando que seré el único que algún día la tocará de esa manera. Sujeto su barbilla y la hago girar en mi dirección.
—No tienes porqué avergonzarte y lo sabes.—La miro a los ojos para que veo que estoy hablando enserio.— Y se que lo que diré sonará egoísta, pero me alegro de que lo seas.—El hombre Cavernícola que hay en mi esta disfrutando mucho la idea. Me mira Ironícamente y luego hace un pequeño bufido.
— No estés muy seguro de ello, a ustedes los hombres no les gustan las chicas como yo...— Ni siquiera la dejo terminar la oración.
—No termines esa oración, tú eres una chica hermosa, y yo el hijo de puta más afortunado del mundo por tenerte conmigo, y que me hayas dado una oportunidad de nuevo.— La agarro posesivamemte de la cintura. Tiene los ojos húmedos y eso me mata. Limpio una lágrima que se desliza por su mejilla.—"Te amo" y soy lo suficientemente maduro para decírtelo, ya no tengo miedo de mis sentimientos por tí, no más, y esto.— Señalo todo su cuerpo, pero sin mirar esas tetas que me tienen loco.— Es perfecto, no hay nada en tí que yo no ame, amo tus estrías, tus rollos y sabes porque, porque todas esas pequeñas imperfecciones son las que te hacen perfecta. Además quién dijo que lo normal es lo correcto, conozco a personas que son flacas o lo que sea, pero eso no los hace ser una buenas personas, ya que ellas están dañadas de alguna manera, pero tú aún con tus libras de más, libras que amo cabe decir, eres la persona más pura, transparente y real de toda mi maldita existencia.— Ella sigue mirándome y ahora está llorando de verdad, mierda.— Nena, yo no quería hacerte llorar, ya bastante te hice sufrir en el pasado, lo siento...— Calla mi boca con un beso lleno de alegría.
—Lo sé, solo estoy llorando de felicidad, nunca jamás pensé escucharte decir que me amas. Y yo...— Ahora soy yo quién la detiene de hablar.
—No digas algo a lo que no estás preparada aún, yo sabré esperar no hay prisa.— Asiente en acuerdo conmigo.
— Está bien, pero sabes que aunque no lo diga aún, no significa que no lo sienta. Tú eres y serás el único chico para mí, y puede sonar algo loco o extraño, pero todo este tiempo siempre esperé por tí. Porque siempre supe que tú serías el primero.— Mierda, siento como si todo el aire de mis pulmones fuera sacado a la fuerza de mi pecho, esa confesión voló toda mi cordura.
—Mierda, Eisel, sabes lo que eso significa, lo que eso me hace, cómo esperas que mantenga mis manos alejadas de ti cuando dices cosas así.— Me muevo un poco incómodo, mi polla está tan dura en esto momento que rompería una pared de concreto justo ahora. Eisel gime por mi movimiento ya que ella está prácticamente sentada arriba de mi erección. Joder. Joder.
—No te estoy pidiendo que lo hagas.— Sus ojos están negros por la excitación y puedo sentir el calor de su coño otra vez de mis pantalones. Su vestido está amontonado sobre sus muslos y puedo ver el color rosado de sus bragas y una pequeña mancha de humedad en ellas.— Por favor, te deseo, Axel.— Definitivamente me iré al infierno, porque cuando tu chica está caliente y te pide casi con la mirada que la folles, simplemente lo haces.
Bajo mi mano derecha hacia sus bragas y con un dedo la muevo a un lado, recojo un poco de su crema con mi dedo y sin pensarlo lo llevo a mi boca y le sostengo la mirada mientras chupo la crema de su deseo. Suelto un gruñido porque diablos su sabor es exquisito, sabe a melocotón y con un toque de canela. Eisel se sobresalta un poco. Vuelvo a bajar la mano y está vez doy pequeños toques a su clítoris, siento todo su cuerpo poner tenso y hacer que sus tetas reboten en mi cara sin pensarlo dos veces me llevo otra vez unos de su pechos y lamo la punta con mi lengua, sacándole otro gemido pero más fuerte está vez. Ella se muele en mi dedos. Y es la vista más erótica y ala vez más bella que yo haya podido ver.
—Enserio acabar de llevártelo a la boca, Dios mío.—Tiene la voz ronca por el deseo.
—Era algo que quería hacer desde hace mucho tiempo.—Soy sincero.—Sabés cuantas veces soñé con tenerte así, fueron muchas.
—Oh, Dios... Me voy a correr... Más.—Sigo frotando su clítoris y lo tomó con las puntas de mis dedos y hago un poco de presión, no la suficiente para hacerle daño, pero si para que se venga, es muy receptiva.
—Vamos, Eisel, quiero ver cómo son tus orgasmos, no te contengas... Quiero oírte gritar mi nombre.— le susurró con la voz ronca por la excitación.
— Siiiií, sí, oh... Axel.— La siento explotar y una humedad cubre las puntas de mis dedos, por dios eso fue la cosa más caliente que alguna vez ví. Mierda, es todo un espectáculo verla así perdida en el éxtasis. Mi pecho se hincha de orgullo por ello y juro que seré el único que tenga el privilegio de verla venirse.
Nadie más la vera así, nunca. Esto sobrará posesivo, y lo es. No estoy dejando que ningún hijo de puta sepa con es tenerla, y muchos menos ver cómo es cuando se viene. Solo yo tengo ese privilegio.
Porque Eisel Summer y yo Axel Field
"Estamos pasando"
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Nunca Fui, Ella: El Comienzo De Todo. (0.1) (+21) EDITANDO
Roman d'amourDesde el instante en que lo vi, quedé cautivada. Mi mundo giraba en torno a él, una dependencia irrefutable. Me hirió profundamente, pero de esa herida surgí fortalecida. Él me destrozó, pero al hacerlo me hizo mas fuerte. Al principio, fue mi cond...