Miro tanto a Axel como a Nathan comerse lo que acabo de preparar. Y si no los conociera bien diría que hace más de un año que no comen alimentos, pero los entiendo mi comida siempre les gustó, cuando vivía con Mary, cocinaba para ellos y más de una vez también en la casa de los padres tanto de Axel como los de Nathan. Sus padres fueron buenos conmigo, nunca me hicieron sentir que no era nadie por no tener a mis padres con vida. Había veces en las que me quedaba a dormir en unas de las habitaciones de invitados en las cosas de los padres tanto de Nathan como los de Axel. Siempre fui muy bienvenidas en sus casa y fueron como las figuras paternas que perdí. Nunca me hicieron sentir incómoda.
─ Dios, Sunsun esto sabe delicioso.─ Nathan, elogia la cena que les prepare.─ No se como pude vivir sin esto.— se lleva un tramo de comida de nuevo a la boca y la saborea como si nunca hubiera comido algo así.
─ Bueno ya estoy aquí y habrá más de donde vino eso.─ miro a Axel y puedo ver el brillo en sus ojos por mis palabras, le gusta que haya dicho eso y como la boba que soy me sonrojo por la intensidad con la que me mira.
Mientras nos miramos recuerdo lo que hace media hora estábamos haciendo en el mueble antes de que Nathan nos interrumpiera. Todas las partes de mi cuerpo que nunca creí tener cobran vida al recordar cómo me beso y acaricio. Tengo que acomodarme en la silla y juntar las piernas para que el latido que hay en ellas disminuya.
Joder un solo toque de Axel me tiene rogando por más. Nunca pensé que yo fuera de las chicas que se excita por la sola mirada de su chico. Y heme aquí, con la clara evidencia en mis bragas.
─ Sabes que Eisel, siempre fue una buena cocinera.─ miró de nuevo a Axel y me sonrojo por su halago. Él me da esa sonrisa moja bragas que tiene y no puedo evitar el cosquilleo que siento en todo el cuerpo.
─ Gracias.─ les digo a los dos. Tanto Axel como Nathan, me miran divertidos.
***
Luego de haber terminado de cenar, los chicos y yo nos sentamos en el mueble para ver una película, como en los viejos. Tengo mi cabeza en el hombro de Axel y Nathan tiene la suya en mis piernas. Pensarían que esto es extraño, la forma en cómo estamos todos acurrucados pero así es como siempre hemos visto las películas, los tres juntos y por primera vez desde hace dos años me siento como en casa y como el lugar correcto dónde debo de estar.
Axel y Nathan son mi familia y eso nunca cambiará, puede que la sangre no nos una, pero de igual forma somos una familia, y no la cambiaría por nada.
─ ¿Dime por qué te dejamos elegir la está película, Sunsun?─ Es la quinta ocasión que Nathan me pregunta lo mismo.
─ Porque es una de mis películas favoritas y ustedes me aman ─ le respondo. Nathan solo rueda los ojos y bufa. La película de la que hablo es la de "Bajo la misma estrella"; amo a "Hazel Grace Lancaster" y "Augustus Waters" "( Gus )" es una novela escrita por John Green, (The Fault in Our Stars) , La historia es narrada por una adolescente de dieciséis años de edad llamada Hazel Grace Lancaster, que padece cáncer de pulmón y a la que sus padres obligan a acudir a un grupo de apoyo para jóvenes afectados por la enfermedad situado en el sótano de una iglesia, llamada "El corazón literal de Jesús", en la cual conoce y se enamora de un joven de dieciocho años llamado Augustus Waters (Gus), ex jugador de baloncesto que tiene amputada una pierna a causa del osteosarcoma.
Sé que la historia no termina con un final feliz, pero el mensaje que transmite es muy lindo. " Siempre hay que arriesgarse en el amor, no importa que tan duro te golpeé la vida. De eso se trata. Es mejor tener un infinito por un periodo de tiempo que no tener alguno. Haz que cada finito cuente. Y nunca jamás le temas a sufrir en el amor. Es mejor tener un corazón roto por amor que no sentir amor por miedo a ser lastimados.
Quizás ese "Ok" está tan cerca que no te das cuenta de ello.
Miro de reojo a Axel y quizás nuestro para siempre es aquí con él.
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Nunca Fui, Ella: El Comienzo De Todo. (0.1) (+21) EDITANDO
RomanceDesde el instante en que lo vi, quedé cautivada. Mi mundo giraba en torno a él, una dependencia irrefutable. Me hirió profundamente, pero de esa herida surgí fortalecida. Él me destrozó, pero al hacerlo me hizo mas fuerte. Al principio, fue mi cond...