Estar contigo

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No sé cuánto tiempo ha pasado desde que empezamos a besarnos, y si soy sincero me importa un carajo

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No sé cuánto tiempo ha pasado desde que empezamos a besarnos, y si soy sincero me importa un carajo. Porque tengo años que compensar. Estoy con Eisel, en mi brazos estamos sentados en uno de los muebles con ella entre mis brazos de donde nunca volverá a salirse, tenemos los labios hinchado por los besos. Y desde hoy puedo decir que es el mejor día de mi vida. Dios, esta chica podía hacer que me volviera un completo adicto a su sabor. Y sería completamente feliz por ello. De eso no hay duda.

—Gracias.—Le digo. Ella está acurrucada en el mueble conmigo. Al escuchar lo que digo me mira y es una mirada llena de amor.

—¿Por qué?—Preguntó algo confundida.

—Bueno, por darme una oportunidad, aún que no me la merezca.—. Soy sincero cuando lo digo, no se como pudo darme esta oportunidad, pero estoy sumamente agradecido por ello, esta chica es tan bella y tan hermosa que haré lo que sea para mantenerla y que nunca se valla de mi lado. Lo prometo. No tengo palabras para expresarle lo que estoy sintiendo ahora mismo, es demasiado. Estoy cogido por las bolas por esta bella chica, y amo cada segundo de ello, soy lo suficientemente honesto para admitirlo. Yo, Axel Field, estoy completamente enamorado de Mi Eisel. Se que ella no es como las otras chicas y eso es lo que más amo de allá, amo sus curvas y que sea extremadamente buena. Hubo un tiempo en que pensé que mi tipo de mujer tenía que ser sexy, pero Eisel me mostró todo lo contrario, y es que amo sus libras de más, así que me importa una mierda si no seremos la típica pareja, esa donde la chica tiene que ser flaca y popular y el chico el atleta deseado por todas, porque no viviré mi vida, como los demás quieran que la viva, sino a mi manera y que se jodan a quienes no le pueda gustar verme con mi chica. No estoy dando una mierda por ello.

Ella me mira con esos ojos llenos de alegría y amor, y les puedo decir que soy el chico más afortunado sobre la tierra ahora mismo.─ Bueno, supongo que era algo inevitable, yo jamás dejé de quererte. Y por eso te pido que no me vuelvas a romper el corazón.─Se que tiene miedo de que yo vuelva a romperle el corazón, pero se equivoca porque es ella quién me lo puede romper a mí esta vez. La miro detenidamente y cuando hablo, lo hago sinceramente.

─Diablos no, te lo prometo Eisel, jamás lo volveré hacer.─ Tomo su mano y la pongo sobre mi corazón para que sienta los rápidos latidos de este por ella.─Escúchalo y siente esto─ Mira sus manos en mi pecho y sonríe.─ Este soy yo diciéndote y jurándote que nunca te dejare ir de nuevo, nunca te daré un motivo para que dudes de mis sentimientos por ti, porque estos dos años sin ti como mi mejor amiga y la mujer a la que amo, fueron los más infernales de mi vida y no quiero volver a pasar por ello y hacértelo a ti. Fui un tonto y un imbécil por no decirte que te amaba desde aquel entonces, sabes lo que perdimos por mi estupidez, aunque se que no soy lo suficientemente bueno para ti, pero soy un completo egoísta cuando se trata de ti, porque esta vez, quién tiene el poder en sus manos para destruirme eres tú, siempre has sido tú y nadie más. No se como pedirte de nuevo perdón sobre mi mentira sobre Mary, estaba asustado por mi sentimientos hacía ti y pensé que esa era la mejor manera de alejarte de mi y no sabes lo arrepentido y avergonzado que estoy por ello, jamás de vi, de decir aquellas palabras tan crueles, no te las merecías. Y nunca las mereciste, eres tan buena, tan amable con los demás, que aveces hasta pienso que no eres real, que solo eres un fruto de mi imaginación y que desaparecerás y nunca más volveré a verte.

No me di cuenta de que volvía a llorar otra vez. Y eso de que los hombres no deben lloran es una mierda, el que uno llore no nos hace menos hombres, sino que estamos dispuestos a reconocer nuestros errores y tratar de pedir perdón por ello.

Eisel se sube a mi regazo y limpia mis lagrimas. Como dije no me importa que me vea llorar por ella. Ella besa cada uno de mi párpados y dice con la voz llena de emoción ─Lo soy, Tan real como que ahora estoy por primera vez sobre tu regazo─ Se ríe es una sonrisa de verdad, llena de esperanza y yo le sigo y me rió pasando mis manos por su rostro, poniendo un mechón de cabello detrás de su oreja.

─¡Dios, eres tan hermosa!─Le digo. Nos quedamos así en silencio por unos segundo, estudiando nuestras miradas. Y es ahí cuando me doy cuenta, mierda, ella está arriba de mi. Y noto que está respirando artificialmente y por igual sus pupilas están dilatadas por la excitación. ─Yo, mmm, Eisel─ Soy un manojos de nervios y las palabras no me salen. Tomó una respiración profunda y decido decirle la verdad.─ Mierda, Eisel, te deseo y teniéndote así arriba de mi está haciendo cosas a mi auto control.─ Se sorprende por mis palabras, pero cómo diablos espera que pueda pronunciar algo con ella así. Ella no hace nada por bajar, y estoy a solos segundo de rasgar su camisa y hacer lo que llevo años deseando hacerle. Espero que mis palabra y la agonía en mi voz la hagan quitarse, pero lo que dice jode cada excusas de lo que creo correcto o no.

─ Hazlo, tómame Axel.─ Y como un hombre poseído, no necesito nada más, al diablo mis buenas intenciones. Choco mi boca con la de ella y la beso profundamente, soy un tipo con una misión, demostrarle cuánto la amo y ser la mejor maldita cosa que le pudo haber pasado en la vida.

Redención. Esperanzas y promesas por cumplir, eso es lo que fue este beso, este momento lo es todo.

Está es y será siempre mi Eisel.

Todo.

Nunca Fui, Ella: El Comienzo De Todo. (0.1) (+21) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora