- Nos vamos.
El sonido le despertó abruptamente. Se encontró a si mismo tumbado panza arriba en la orilla de la playa. La arena a su espalda estaba húmeda pero su pecho ardía por el sol.
- Te veo muy cómodo.-dijo Pol con rencor en la voz.
Edu gruñó ligeramente, aun aturdido y sintiendo la cabeza a punto de estallar. Se despeinó ligeramente el pelo, lleno de pequeñas piedrecitas.
- ¿Que horas es?
- Las doce.-contestó escueto. Edu le miró y se fijó en el rostro sombrío que portaba.
- ¿Estás bien?
- No es nada, cuando llegue a casa me lo curaré.-Edu le miró confunfido y Pol se sobó el lateral del pie. Una raja profunda y discontinua brotaba sangre que se entremezclaba con la sal.
- No me refería a eso.- Edu se levantó de lo que hasta entonces había sido su cama y contempló la rojez de toda su parte frontal.-Me he quemado mucho.
- Bueno. Vamos.-este inició su inmersión en las aguas.
- Pol...Lo siento. Se me ha ido un poco la pinza.- Pol le ignoró y persistió en su tarea.- Pol...-Este finalmente se giró.- Me gustaría que nos quedáramos un rato.
- A mi no me apetece.-espetó. Edu sintió una puñalada en el estómago.
- No me esperaba esto de hoy...Pensaba que tocaríamos un rato, lo pasaríamos bien...-dijo con la vista clavada en el fondo.
- Eso es lo que te preocupa, ¿ah?- Pol resopló con una risa irónica.
- Me preocupa que la haya jodido demasiado. Me preocupa que me dejes en mi casa y no vuelva a saber nada de ti.
- Oh, dios. Cállate. Eres jodidamente cínico, ¿lo sabías?- Edu se mordió el labio inferior. Pol no solo estaba enfadado sino que le estaba haciendo sentir tremendamente culpable. Más.
- Me quedan 6 días aquí, Pol. Vamos a desaparecer de la vida del otro antes de que nos demos cuenta. Me he equivocado. Lo siento. Me da igual. Me da puto igual todo. Solo quiero aprovechar estos días. Pasarlo bien, aprender, tocar, cantar, hablar. -hubo una pausa.-Permítemelo, por favor.
- Yo también podría poner demandas. Unas cuantas
- Ponlas.-dijo Edu, decidido, encarando esos ojos miel.
- No creo que estés dispuesto a cumplirlas. - de nuevo la sonrisa de lado, llena de autoburla.
- ¿Cumplirás tu las mías?
- Depende. Me prometiste algo que aun no has cumplido. Es lo mínimo.
- ¿Cuando?
- Hoy.-Pol le miró, sus ojos ardían. Edu quiso sollozar, pero intento no perder el temple.
- Vale.
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Edu empezó a tocar la primera nota con su guitarra seguida de un golpe secó en la caja de resonancia. Los dos habían coincidido con que debía tocar algo de Arctic Monkeys porque fue lo primero que tocaron juntos. La elección del tema la había hecho Pol, según él, a criterios musicales. Edu había intentado no darle demasiada importancia al contenido de la canción porque Pol había mantenido una actitud bastante constructiva y apacible. Ahora que lo veía subido al escenario, con su guitarra nueva entre los brazos y su posado fiero Edu solo podía pensar en gritar y salir de allí. Pese a esto era demasiado tarde, y aunque las manos le sudaban tanto que casi le resbalaban las cuerdas, ya no podía bajarse del escenario. Pol inició la sintonía de guitarra eléctrica, aclopandose a su suave tema en acústico. Temiendo que la voz no saliera de su garganta, Edu empezó a cantar:
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2010 [boyslove]
RomanceDespués de años de opulencia, la austeridad llama a la puerta de Edu, un chico de buena família, buena escuela y buenos amigos. El replanteamiento de su vida empieza en una playa de aguas profundas y peñascos, con las notas de una guitarra ajena cau...