2010 [boyslove]

Calfreds

La brisa fría le atizaba en la cara, castigando sus ya maltratados labios. Se los humedeció a sabiendas de que eso lo empeoraba todo pero con una irrefrenable necessidad de hacerlo.  Edu torció el gesto. Qué asco. Miró al cielo observando la planurie azul. Quien diria que podia hacer tanto frió con un cielo tan despejado. Se reajustó la correa de la guitarra sintiendola lejana e insegura a través de tantas capas de ropa. Finalmente un coche paró en la calzada. Sin dudar Edu abrió la puerta del copiloto, agitando los rizos al sentarse en el asiento tapizado de cuero.

- Hola.-dijo el muchacho de gafas tímidamente antes de arrancar.-¿Estás nervioso?- Edu asintió.-No te preocupes, seguro que va bien.

Edu no dijo nada pero la temperatura era considerablemente más agradable allí dentro y solo con eso le bastó. Los pelillos recojidos en una coletilla del conductor se le escapaban y acompañados de su nariz enrojecida le daban un aspecto de borrachín de cuento infantil. Le inspeccionó con indiscreción, aprovechando su atención a la carretera. Sinceramente no tenía mucha pinta de estrella del rock.

Pronto llegaron a una planta baja. Aparcó el coche en la misma calle y picó con paciencia a una puerta estrecha y metálica. Edu sentía las piernas inquietas por los nervios y para despegarse el frio de los huesos. Cuando la puerta se abrió un chico con el pelo largo y negro le saludó con alegría. Le había estado espiando por instagram, ese era el cantante principal. Tenía la voz grave y rasgada y personalmente Edu odiaba ese tono hosco que adoptaba al cantar. Al contrario de muchacho de gafas tenía una actitud chulesca y vacilona, como si pudiera comerse el mundo solo con sonreír. Pasaron al interior de la finca. Estaba oscura y dejada, como si nadie hubiera limpiado en años. Al final de un largo pasillo abrieron una puertecilla, dando paso a un estudio de grabación más que decente. La temperatura acompañó la primera impresión positiva.

- Te ponemos la instrumental, tú entras ahí y la cantas. ¿Has traído la guitarra? Bueno, no tenemos guitarrista rítmico, te ves para cantar y tocarte algo?-dijo el cantante, acelerado.

- Sí, bueno, puede que la cague un poco pero lo puedo hacer.-el chico de gafas sonrió afable.

En pocos minutos Edu se encontró al otro lado del cristal, solo y con el micrófono delante. Los nervios se apoderaron de su estómago y disimuladamente se posó la mano allí, intentando acallar sus tripas. Edu suspiró y cerró los ojos para coger aire. Pensó en Pol, en su pasión sobre el escenario, en la vida que le brotaba por los poros. Al abrirlos la música ya sonaba e inició un punteo sencillo.

- Niña, tus ojos negros. Son de gitana, de bruja, de mujer mala. Cuando tú me miras, se vuelven claros, de dulce azúcar, sin desengaño.

No era un estilo con el que Edu se hubiera identificado nunca pero algo en las letras le había llamado la atención y le había parecido razón suficiente para audicionar ya que necesitaban un cantante melódico. Edu estaba acostumbrado a grabar en el estudio de grabación del padre de Javier. Grande, limpio, tapizado. Artificial. Estéril. Clavó los ojos en una de las goteras del techo, preguntándose cuanto llevaría allí, pensando en el agua filtrándose entre el yeso, buscando siempre la salida. Falló una nota y torció los labios pero siguió mirando al techo fijamente.

- La vida nos espera, como cuando yo me corro y tú jaleas. Arráncame la piel nena, que nos queda noche y somos fieras.

Sin quererlo Edu recordó sus propias palabras, con el cuerpo de Pol entre los brazos. No se podía estar solo cuando sabes que existe alguien para ti...Soberana tontería. Volvió a fallar una nota. Estaba terriblemente solo. Nada tenía sentido. La vida estaba vacía. Los días eran grises y no sentía nada más que pena al recordarle. No se debería haber ido. No se debería haber ido. Joder. La voz le tembló ligeramente.

- Matame ya, morena. Clávame tu mirada de lucera. Que brote sangre roja de mis tripas. Que te pintes la boca con ella. Prefiero morir tuyo que estar solo en este mundo.

La canción acabó y Edu se sorprendió a si mismo con los ojos cerrados. Al abrirlos vió al bajista, con sus gafas y su coleta desecha aplaudir con efusividad. Al no escuchar nada era una imagen estraña y ajena, como si la viera en los ojos de otra persona o desde otra época. El cantante le miraba con intensidad, sentado frente a la mesa. Edu salió tímidamente de la salita, posando su guitarra en una silla.

- Muy bonito.-dijo el cantante en un cumplido que no sonó como tal.

- ¿No necesitáis que pruebe alguna más?

- No, esto está bien. Está grabado y lo podemos comparar con los demás.-dijo el de gafas.

- Genial.-dijo con apatía. 

Al salir de aquel local Edu ya tenía una notificación en el móvil. Miquel, el de gafas le acababa de seguir en una red social. Torció ligeramente el gesto. No dudaba que fuera un buen artista, pero no había tenido demasiada química con él como para establecer una relación...¿musical? Era la única explicación para seguirle tan de repente. Fuera como fuera, le devolvió el follow.

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Miró al fondo del bar: las botellas viejas en los estantes. ¿Realmente se servía algo alguna vez de ahí? Algunas estaban demasiado altas para alcanzarlas con facilidad. Si el sentido era decorativo Edu no le veía la estética por ninguna parte.

- ...entre todos y es complicado.-Edu volvió la vista a Miquel, intentando descifrar el significado de lo que le decía y no había estado prestando atención. Asintió ligeramente.- Pero me gusto mucho tu interpretación. Luque no lo hace mal pero...siento que no comprende lo que escribo, ¿sabes? Como que canta y no dice nada.

Le miró directamente, buscando su empatía. Edu apartó la mirada con incomodidad. Asintió de nuevo. El también solía cantar sin querer decir nada. Quizás había cambiado. O quizás aquel muchacho simplemente era demasiado mediocre para saber si tenía talento o no.

-¿Entonces...te gustaría? Me dijiste que ya no tenías grupo. 

Edu volvió a conectar con la realidad, entrando ligeramente en pánico por no haber escuchado a lo que se refería. ¿Des de cuando estaba tan disperso? Miquel le seguía mirando, paciente y expectante. 

- Miquel...¿te puedo pedir un favor?-le miró con duda.

- Claro.

Nota de la autora

Hola jaja Sisi LOVE_5SOS_LOVE has sido tu la cuasante. Esto lleva escrito como desde hace seis meses. Sinceramente pensaba que no lo iba a incluir pero lo que me tiene realmente lastrada en esta historia es que me faltaba algo entre como los deje y lo que viene ahora y bueno, porque no
Quizas antes de "eso que viene ahora" escribire algun capitulo asi mas de puesta de contexto. Nose. Ya veremos, sobre la marcha. Valga decir que "eso que viene ahora" tambien lleva medio escrito desde hace tiempo.
Soy una escritora horrible y erratica.

Por los que os interese, tambien he estado tanteando con "Salvando las distancias" ultimamente, solo que el resultado es malo jajajaja

Gracias por todo, de corazon